Para los que no han escuchado de Zumba, o para los que lo oyeron y creen que es una modalidad de samba, empecemos por el principio: ¿qué es?
Zumba es un tipo de actividad física grupal que combina el baile con el ejercicio.
¿Cómo? Para empezar, 70% de la música que se usa en la clase es latina (o al menos eso nos pide el creador de esta modalidad de acondicionamiento físico a los instructores certificados). De hecho, la certificación básica se centra en cuatro ritmos latinos: merengue, salsa, cumbia y reguetón.
¿Y dónde cabe el ejercicio en eso? En primer lugar, se trata de que la clase sea equilibrada. Es decir, si se hace determinado paso con la parte derecha del cuerpo cierta cantidad de veces, deberán hacerse la misma cantidad de repeticiones de ese paso con la otra mitad para que todo el cuerpo se ejercite de forma uniforme.
Además, el instructor le suele aumentar la intensidad del baile, añadiendo saltos, sentadillas, desplantes y otros ejercicios como parte de la coreografía, siempre que la música lo permita.
(Escribí “coreografía” y ya algunos arrugaron la cara y están por cerrar la ventana. ¡Pues no: tengan paz! La coreografía es en realidad muy básica: en los coros se hace un paso y en los versos, otro. Así que realmente no se le va a pedir mucho a su memoria).
Adicionalmente, existen otras modalidades de zumba: zumba con mancuernas, zumba dentro del agua, zumba sentado… Cada una de ellas añade un nivel de acondicionamiento físico distinto y logra diversos resultados.
Beneficios
El primero –y el más importante en mi opinión– es que es ejercicio cardiovascular que quema más de 350 calorías promedio por clase, dependiendo de cada persona, determinó the American Council on Exercise (ACE).
“Zumba es un entrenamiento de intervalos que ejercita el cuerpo entero con una variedad de ejercicios, ya que cada clase y cada instructor es diferente”, dijo a Weight Watchers la investigadora principal del estudio, María Luettgen.
Además, una clase que verdaderamente emule el entrenamiento con intervalos, alternando músicas de diferentes velocidades, ejercitará al sistema cardiovascular de forma efectiva. Así, logrará que la persona esté en zonas que permiten desde aumentar la capacidad cardiorrespiratoria (“tener más aire”) hasta quemar más grasa y los demás beneficios asociados a ello, como disminuir la presión arterial y la frecuencia cardiaca en reposo.
Adicionalmente, aunque las coreografías son sencillas, Zumba es un tipo de ejercicio que ayuda a mejorar la coordinación.
Otro de sus beneficios –el que la mayoría de sus devotos atesora– es que no parece que fuera ejercicio. La marca pide a sus instructores que casi no hablemos, que demos las instrucciones con gestos para no interrumpir la música y que creemos un ambiente de fiesta.
“Por eso, entre sus características están los vítores de los asistentes, que genuinamente se divierten mientras se mueven a diferentes ritmos”, dice la revista Livestrong.
Tiene también entre sus ventajas que se puede realizar a cualquier edad y con cualquier nivel de condición física que se tenga.
Y no, no tiene que saber bailar para hacer la clase; pero there’s a catch: tiene que moverse, y sin pena.
"Es un entrenamiento de cardio decente, siempre y cuando te dejés ir: tenés que ser desinhibido para obtener el máximo beneficio del entrenamiento", dice a WebMD la fisióloga deportiva Nicole Gunning.
Los “peros”
Cada clase y cada instructor es diferente. Eso aporta variedad. Sin embargo, también hace que las intensidades varíen mucho entre clase y clase, por lo que no en todas se pueden llegar a quemar igual cantidad de calorías.
Además, si su nivel de acondicionamiento físico es muy superior a la propuesta del instructor, el entrenamiento no logrará los mismos resultados que hubiera tenido otro más ajustado a su realidad física.
“Es un gran punto de partida para los nuevos que están empezando a trabajar en su objetivo de perder peso pero, dependiendo de la dificultad de la clase, es posible que luego deban buscar algo más intenso a medida que estén más en forma”, dicen en The Fitness Blender.
Otro “pero” es que no es sustituto del trabajo con pesas, aún si se usan mancuernas en la clase. ¿Por qué? Cada persona requiere una resistencia distinta según los objetivos que quiera alcanzar y las pesas livianas que se utilizan en las clases de Zumba Fitness difícilmente llegaran a ajustarse a esa necesidad.
Aún así, cualquier cosa que lo ponga a moverse le gana a todo lo que lo hace estar sentado durante todo el día y algo de ejercicio siempre será mejor que nada.