Hace unos días imaginamos que el cuerpo era una fábrica y que las fibras musculares eran los trabajadores.
Esos trabajadores requieren energía para poder realizar los esfuerzos demandados y la fábrica corporal tiene varios sistemas metabólicos para suplírselos.
Para los trabajadores que tienen prisa ---esos que realizan un trabajo explosivo, como saltar o correr a gran velocidad--- tiene el sistema glucolítico, que logra convertir en pocos segundos el azúcar (la glucosa y el glucógeno) en energía.
Para los trabajadores que realizan esfuerzos de menor intensidad y por más tiempo, como caminar, tiene el sistema oxidativo, que utiliza como principal fuente energética la grasa y que produce más energía que el sistema glucolítico.
Cuando se está entrenando en las dos primeras zonas, donde la frecuencia cardiaca es menor al 70% de su capacidad máxima, la principal fuente de energía utilizada por el cuerpo es la grasa almacenada. Por eso, lo primero que los doctores recomiendan a quienes deben bajar de peso es salir a caminar.
A partir de la zona 3, las grasas dejan de ser la principal fuente de energía y se empiezan a utilizar otras fuentes, como el glucógeno.
¿Quiere decir, entonces, que si supero la zona 2 ya no voy a quemar grasa?
No. Lo que quiere decir es que un porcentaje menor de las calorías que quemará en zona 3 y zona 4 provendrán de la grasa pero, como ahí la demanda energética es mayor, se quemarán más calorías en total. Así, al correr estando en zona 3 o zona 4 puede compensar o incluso superar la diferencia de porcentajes y quemar más grasa que si camina estando en zona 1 o zona 2.
Claro, no se puede correr antes de caminar. Pero por algún lado se empieza. ¡Tenis a la obra!