La startup Aerial Robotixs comenzó a operar en el 2014 al ofrecer servicios comerciales con drones, pero la idea de negocio evolucionó hasta convertirse en una empresa que hoy diseña y ensambla estos vehículos aéreos en Costa Rica.
Nelson Mattie, quien es venezolano, vino al país en el 2001 a estudiar en la Universidad Nacional (UNA) y en la Universidad de Costa Rica (UCR). Posteriormente se mudó a Estados Unidos para estudiar una maestría.
Con los conocimientos adquiridos en administración de empresas, ingeniería forestal y su especialización en sensores remotos, Mattie decidió crear Aerial Robotixs en compañía de su socio Alejandro Chumaceiro.
El negocio se enfocó básicamente en ofrecer servicios con drones como el seguimiento de obras en construcción, escaneo láser, modelado 3D de estructuras, la detección y seguimiento de plagas e incluso hacer valoraciones en tendidos eléctricos gracias al uso de sensores térmicos.
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Cuando la compañía nació, los fundadores tenían que utilizar drones y equipos de terceros que en muchas ocasiones les daban inconvenientes. Fue por esta razón que se interesaron en aprender acerca del diseño y construcción de los vehículos.
Aerial Robotixs lleva tres años en un proceso de investigación y desarrollo y actualmente cuentan con cinco modelos de vehículos aéreos no tripulados (UAV) de tipo ala fija.
Los drones van desde los 1,9 metros a los 4,5 metros de envergadura, con capacidad de carga útil de hasta 13 kilogramos, autonomía de vuelo de hasta seis horas y son controlados por satélite.
En el trabajo de ensamblaje han recibido ayuda por parte de Intel, ya que la compañía les prestó su laboratorio de innovación para que efectuaran sus líneas de producto.
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El potencial innovador de esta startup fue visto por la firma de capital de riesgo, Carao Ventures, que anunció en diciembre pasado que Aerial Robotixs se unió a su portafolio de startups.
Despegue del emprendimiento
Durante los cinco años de creación de la compañía se han desarrollado dos líneas de negocios: servicios y productos.
En la parte de servicios se han especializado en sistemas de escáneres láser que son aerotransportados en los drones y con esto se realizan servicios como el modelado tridimensional de carreteras, estructuras e incluso para medir el carbono en bosques.
También poseen la tecnología de teledetección con sensores que sirven para el sector eléctrico con la inspección de torres.
“Ya no hacen falta escaladores que se suban a las torres, tampoco hace falta que se usen helicópteros que son costosos y de alto riesgo, y obviamente ayuda a la seguridad de los trabajadores. Ahora el dron a través de inteligencia artificial realiza la operación de manera autónoma y analiza la data para que los ingenieros tomen decisiones”, añadió Mattie.
En el área agrícola, por ejemplo, se puede llevar un control de toda la producción: lo que se cosecha, lo que queda en el campo o si hay robo en las fincas. Con ayuda de un dron que sobrevuele los campos se pueden tomar los datos necesarios para así automatizar los inventarios.
Como parte de los planes de la firma están incursionar en el área de seguridad. Uno de los casos sería utilizar drones para velar por la seguridad en los puestos fronterizos de los países, principalmente en aquellos donde existen grandes proporciones de terrenos que no están poblados.
La necesidad le da giro al negocio
En paralelo a la prestación de servicios, la compañía se prepara para arrancar con la venta de sus propios drones.
Incorporar dentro de su línea de negocios la fabricación de drones no era parte del plan original, sino que este giro se dio por necesidad debido a que los que obtenían de Europa les presentaban fallos, según manifestó Mattie.
Como valor agregado para el país, tanto el diseño como el ensamblaje de los drones se hacen en el territorio nacional, ahora lo que hace falta es que definan un lugar fijo donde se pueda acelerar la producción.
El año pasado Aerial Robotixs contó con la ayuda de Intel para la fabricación de los vehículos, así como con el desarrollo de los sistemas de control de vuelo y el uso de tecnologías para la captura, análisis y procesamiento de datos.
Ahora con la ayuda de Carao Ventures, la startup espera entrar en un proceso de aceleración que le ayude a definir las opciones que tienen para ensamblar los drones.
“Estamos evaluando la factibilidad a nivel de inversión para nosotros montar la fabricación directamente y tener el control del ensamblaje. Todo esto depende del volumen de ventas y otros aspectos financieros”, dijo Mattie.
El tipo de drones que realiza la compañía son de ala fija y ya tienen listos cinco sistemas de vuelo.
Los drones están enfocados para efectuar trabajos industriales, la startup no está en el nicho de recreación.
La pequeña empresa ofrece servicios en Chile, Perú, Panamá, Guatemala y Costa Rica.
Para completar su estrategia de negocios, Aerial Robotixs forma parte del cluster aeroespacial de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), alianza que les ha ayudado a extender su red de contactos con especialistas del sector.
Además, llevan un trabajo cercano con la Dirección General de Aviación Civil, para establecer los manuales operativos y de ensamblaje de las aeronaves que son construidas en el país; esto debido a que Costa Rica no tiene la experiencia en cuanto a la fabricación completa de vehículos aéreos.
Los planes de la startup son ambiciosos, pues pretenden llegar a más países durante este 2019 de la mano de sus drones.
Aerial Robotixs está conformada por cinco personas especializadas en ingeniería de software, de sensores remotos, aeronáutica, tecnologías aeroespaciales y matemática.
La industria de drones alcanzará un valor de $11.200 millones en 2020 según estimaciones de la firma especializada Gartner.
Cada vez más los países están consolidando sus regulaciones en el mercado de drones, lo que ha ayudado a estabilizar y catapultar el uso de estos vehículos con fines comerciales.
Las áreas en las que se estima un mayor uso de los drones son las de infraestructura, agricultura y transporte.
La startup Aerial Robotixs tuvo que someterse a un proceso de evaluación de un año ante Carao y luego de múltiples evaluaciones, esta firma de capital de riesgo le dio el sí, lo cual refleja que la compañía tiene potencial para despegar.