El Comité Nacional de Factura Electrónica denunció este jueves 16 de agosto que el sistema del Ministerio de Hacienda presenta problemas de rendimiento e ineficiencias cuando aumenta la demanda, lo que podría provocar una crisis ahora que se incorporarán nuevos grupos de contribuyentes.
“Nos acercamos a la fecha final, cuando todos los contribuyentes deben generar facturas electrónicas. El sistema tiene dificultades y puede colapsar”, advirtió Guillermo Varela, director ejecutivo de la Asociación GS Uno.
El Comité está conformado por 24 proveedores de soluciones y servicios de facturación electrónica, que pueden contratar las empresas y los profesionales, y la Asociación GS Uno Costa Rica, una organización privada que promueve el comercio electrónico en el comercio.
El Ministerio de Hacienda cuenta con dos sistemas para facturación electrónica: el sistema para registro y validación de los comprobantes electrónicos, provisto por la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH); y el software gratuito que pueden usar los contribuyentes para generar las documentos digitales.
Con este servicio de facturación ya se habían planteado problemas de diseño y funcionamiento.
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Con el sistema provisto por la ESPH, que debe validar los comprobantes electrónicos generados por todos los sistemas privados y el que ofrece Hacienda en forma gratuita, los empresarios señalaron que podría enfrentar una crisis cuando se incorporen los nuevos contribuyentes: en setiembre (aquellos cuya cédula jurídica o física termina en 1, 2 y 3), octubre (4, 5 y 6) y noviembre (7, 8, 9 y 0).
La situación se agrava por el hermetismo tanto de Hacienda como de la Dirección General de Tributación (DGT), pues ambas entidades no brindan respuestas oportunas, no aclaran si están atendiendo los inconvenientes detectados, y cuando contestan lo hacen en forma ambigua, acusaron los empresarios.
Hasta el momento Hacienda no ha respondido consultas enviadas por EF desde la publicación del informe de la Contraloría General de la República, sobre el proceso de implementación de la factura electrónica ni los inconvenientes que están enfrentando los contribuyentes con el sistema desarrollado por la ESPH.
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A un paso de la masividad
Los empresarios resaltaron la importancia para el país del paso a la facturación electrónica y respaldaron el esfuerzo que se realiza, pero advirtieron sobre los invonvenientes y las consecuencias de la falta de soluciones y de respuestas.
Los empresarios indicaron que el sistema, aparte del bajo rendimiento y su ineficiencia cuando se tramitan grandes volúmenes de comprobantes electrónicos, no consideró todos los tipos de impuestos.
Acusaron que cuando aumentan los comprobantes que deben ser validados, el proceso es lenta y en ocasiones “ausente”.
Orlando Ramírez, presidente del Comité de Factura Electrónica, explicó que en teoría el sistema tiene capacidad para validar 1.000 facturas por minuto, pero actualmente no se soporta más de 700 comprobantes por minuto.
Incluso esta situación se ha presentado al realizar 400 transacciones.
Cuando ocurre esta situación se notifica a Hacienda vía correo electrónico, pero la respuesta del Ministerio puede tardar hasta tres semanas. “Hoy recibí respuesta a un correo que envié el 2 de agosto y en él Hacienda pide 10 días más”, ejemplificó Ramírez.
Las validaciones de comprobantes electrónicos que debe realizar el sistema de Hacienda puede realizarse en un minuto y podría tardar hasta tres horas. Una vez validado, el cliente que recibe una factura electrónica tiene hasta ocho días para aceptarla o rechazarla total o parcialmente (en cuyo caso se debe corregir mediante una nota de débito o de crédito).
“El sistema de Hacienda no da la respuesta adecuada en el tiempo adecuado”, insistió Alejandro Montalvo, miembro del Comité. “Se sale de los parámetros. Ellos garantizaron que se podía recibir más de 1.000 facturas por minuto y no lo están cumpliendo. La preocupación nuestras es que a partir del 1° de setiembre van a incorporarse más contribuyentes”.
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La situación se podría agravar porque también se deben inscribir los tiquetes de caja en supermercado, conciertos y otros eventos. Hacienda rechazó la propuesta de que al final del día se enviara un cierre de caja, pues mantiene la norma de reportar el comprobante electrónico en el momento de la compra.
Para el Comité esta situación es grave si se considera que actualmente sólo están usando la factura electrónica el 10% de los grandes contribuyentes y el 28% de los profesionales liberales.
Ramírez insistió que cuando hay envíos masivos (por ejemplo de 300.000 documentos en pocas horas de una sola empresa) la respuesta del sistema no es oportuna y que eso podría agravarse con la incorporación de los nuevos grupos de contribuyentes.
“Los tiquetes de caja son la mayor pega que existe, pero la masificación, cuando hay facturaciones mensuales, es lo que genera mayor cantidad de problemas”, reiteró Ramírez.
No es la primera vez que se señalan los inconvenientes de funcionamiento del sistema a Hacienda.
Tanto Varela y Ramírez como Alejandro Montalvo, miembro del Comité de Factura Electrónica, señalaron que desde hace cinco años se invitó a Tributación a ser parte del Comité y nunca se integró.
A eso se suma que las respuestas de Hacienda a consultas técnicas y tributarias tampoco es eficiente.
De hecho, para resolver una consulta sobre si los pequeños productores de leche debían usar la factura electrónica, Tributación tardó casi mes y medio: la consulta se envió el 19 de junio y Tributación resolvió hasta el 31 de julio.
Las cámaras empresariales también habían planteado los problemas existentes en los sectores de agricultura, turismo y exportación con la generación de facturas electrónicas.
“Hay muchas dudas, la gran mayoría son razonables como en el caso de los alquileres, pero no hay respuestas claras de Hacienda”, insistió Montalvo.