En el 2019 veremos más aplicaciones de inteligencia artificial y blockchain. También tendremos avances en la computación cuántica, con la identificación de soluciones para las empresas, incluidas las pequeñas, por medio de la nube.
“Los siguiente cinco años serán clave para entender aquellas soluciones en donde la computación cuántica tiene una aplicación inmediata”, anticipó Erick Sosa, director de soluciones en la nube para Microsoft América Central.
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La computación cuántica se basa en cúbits o qubits (también denominados bits cuánticos) con capacidad para más información en lugar de bits como la clásica o convencional actual.
Mientras en los transistores convencionales los bits –representados en 1 y 0– no pueden estar encendidos y apagados a la vez, los qubits facilitan la superposición para representar una gran cantidad de valores al mismo tiempo, realizar varias operaciones a la vez y fabricar chips o procesadores más pequeños y veloces.
En principio, esto acortará el tiempo de procesamiento requerido para hacer tareas.
“Esta tecnología promete dejar atrás las limitaciones de las máquinas actuales”, resaltó Edwin Iraheta, líder local de innovación de GBM. “En cierta medida, los ordenadores de hoy se apoyan en la física clásica de Isaac Newton. Los del futuro, aprovecharán la mecánica cuántica, el comportamiento de la materia a nivel subatómico”.
Por ejemplo, para encontrar un camino en un laberinto una computadora convencional probará primero una ruta y luego otra y después otra; en la computación cuántica se analizarán al mismo tiempo todos los caminos posibles.
Las empresas podrán aplicarla a procesos de inteligencia artificial, aprendizaje automático y otras nuevas tecnologías, lo que reducirá los tiempos de cálculo y manejo de datos.
“En particular, algoritmos para la inteligencia artificial podrán ejecutarse en tiempos razonables. La aplicación más cercana está en el desarrollo de criptografía cuántica y poscuántica, precisamente por el riesgo que representa la potencia de la informática cuántica en vulnerar las claves de seguridad actuales”, dijo Gilles Maury, líder de tecnología y telecomunicaciones de Deloitte.
La industria tecnológica, encabezada por las principales firmas y también por startups, está enfocada en la actualidad en la experimentación con la computación cuántica.
Actualmente Microsoft e IBM, por ejemplo, cuentan con equipos experimentales y kits de desarrollo para que los programadores experimenten en computación cuántica.
Aunque se insiste en que es una tecnología incipiente, en la región podrían verse aplicaciones y desarrollos después del 2020.
En la próxima década se verá su despliegue y conforme avance el conocimiento sobre la computación cuántica se harán más tangibles las aplicaciones en las compañías.
El acceso a través de la nube nivelará las posibilidades de acceso a la infraestructura, pagando por lo que se usa y sin necesidad de grandes inversiones de adquisición.
Otras tendencias que se visualizan para los próximos años son la difusión de servicios en la nube basados en sistemas híbridos (algunos son brindados en nubes públicas y otros en nubes privadas) y seguridad de datos, en este caso empujadas por la legislación europea de uso de información.
Plena adopción
Dos tecnologías que están en pleno proceso de adopción por las empresas, en cambio, son el blockchain y la inteligencia artificial. En el 2019 veremos más implementaciones.
En el caso del blockchain se espera que se produzca un auge de esta plataforma a nivel local, en especial en entidades financieras, logísticas, centros de datos y entidades estatales incluso.
La tecnología de bloques también permea en otras operaciones corporativas, para convertirse en una herramienta infaltable en varias industrias, las que se beneficiarían de la actualización descentralizada de la información, su trazabilidad y su inmutabilidad.
En Costa Rica ya hay empresas y un emergente sector de desarrolladoras diseñando soluciones basadas en blockchain con aplicaciones en procesos de solicitud de préstamos y cultivos de café, para dar confianza sobre el origen del producto.
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“También hemos visto interés en empresas del sector de manufactura y centros de servicios compartidos, que buscan métodos innovadores de hacer sus operaciones más eficientes”, dijo Daniel Rojas, gerente de consultoría de EY.
En el país el reto es crear un ecosistema, para la diversificación de las soluciones de blockchain, así como impulsar la divulgación sobre su potencial.
Será la presión competitiva hacia la innovación la que lo facilitará.
La inteligencia artificial está recibiendo un mayor impulso a nivel local de la mano de la transformación digital de las empresas, así como de la mayor disponibilidad de datos, capacidad de procesamiento y acceso a herramientas de automatización.
Para el 2021, al menos el 40% del PIB de América Latina se digitalizará, según estimaciones de la firma IDC.
El reporte indica que para el 2019 el 30% de las iniciativas de transformación digital se basarán en inteligencia artificial y un año más tarde será el 50% de los proyectos.
En los próximos dos años más de la mitad de los consumidores interactuarán con bots de atención al cliente y 40% de los robots industriales usarán la inteligencia artificial.
Según Microsoft, la difusión de la inteligencia artificial será más intensa en la región que la alcanzada por las tecnologías de la información hace tres décadas, acelerando el crecimiento económico en más de un punto del Producto Interno Bruto (PIB).
Las aplicaciones en comercio, manufactura, banca, salud, agricultura y gobierno incluyen, aparte de los bots, asistentes virtuales y automatización de tareas en centros de atención al cliente, cadenas de suministros, medicina, robótica agrícola y monitoreo de suelos, por ejemplo.
El boom de aplicaciones de inteligencia artificial impulsará el uso del aprendizaje automático, la actualización o modernización de sistemas gerenciales (ERP y CRM), el uso de herramientas de código abierto (R, Python, PyTorch, Tensorflow) y plataformas en línea (Azure o para chatbots).
A las empresas les interesará para afinar sus estrategias de mercadeo digital, manejo de riesgo, capacitación, productos, retención de clientes, y optimización de compras y costos.