Para las empresas de tecnología de información y comunicación el principal reto en el campo de recursos humanos es la atracción y retención del talento, por lo que las empresas deben evolucionar hacia beneficios más innovadores y personalizados.
“Ustedes tienen más dificultades que el resto de sectores y empresas en Costa Rica”, recalcó Cristina Cubero, directora de Consultoría de Deloitte.
Cubero mostró este 14 de agosto los resultados del estudio sobre capital humano en el sector informático elaborado por la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic) y de Deloitte.
Paul Fervoy, vicepresidente de Camtic, recalcó los desafíos de la industria de cara a las nuevas tendencias y demandas del mercado.
Asimismo, indicó que la forma para responder todavía es una tarea pendiente para las firmas desarrolladoras de productos informáticos.
Para las compañías, a nivel de recursos humanos, el mayor desafío es la estructuración y organización de sus departamentos y de las políticas de gestión de talento.
De hecho, las empresas actualmente trabajan en la capacitación, la mejora de procesos de recursos humanos y en el clima y la cultura laboral, según el informe.
Las firmas reconocen en sus prioridades actuales que deben enfocarse a resolver esta situación.
El informe reveló que el 70% del personal de las informáticas son millennials y centennials, es decir, la mayoría son menores de 36 años.
Asimismo se destacó que el sector generó 14% más de plazas en comparación al año anterior, cuando se realizó el primer estudio, mientras que a nivel salarial los incrementos realizados en enero y junio anteriores fueron mayores a lo planificado para el 2018.
Talento a desarrollar
La mayor dificultad para la industria se presenta debido a la demanda de personal en el campo informático, pues por cada graduado en tecnologías hay al menos por cuatro firmas esperándolo.
Camtic estima que en el país hay un déficit de al menos 8.000 informáticos.
Contradictoriamente hay un importante porcentaje de población joven sin empleo y que no estudia, mientras que la incorporación de mujeres en las empresas informáticas, especialmente en el campo técnico, es la gran deuda del sector tecnológico.
Otro problema es que 46% de los millennials no se sienten preparados para emplearse en tareas que demanda la industria 4.0 con las nuevas tecnologías.
“El talento que se necesita hay que desarrollarlo”, dijo Cubero.
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En el mercado, sin embargo, habrá más demanda de nuevas tecnologías: para el 2019 un 27% de las empresas implementarán proyectos de Internet de las cosas y 22% ejecutarán iniciativas basadas en inteligencia artificial y aprendizaje de máquina.
Una de las ventajas es que las desarrolladoras ya tienen estructuras más abiertas y flexibles, con roles más ágiles.
Las firmas tecnológicas costarricenses son menos rígidas que las empresas de otras industrias, en la mayoría de los casos, pero tienen una brecha respecto a las compañías globales.
Las desarrolladoras locales quedan rezagadas, en relación a las globales, a la hora de valorar a su talento al utilizar criterios relativamente rezagados como la experiencia, el aprendizaje colaborativo.
El sector está moldeando una cultura de bienestar a la hora de definir los beneficios como teletrabajo y horarios flexibles, por encima de otros sectores empresariales.
El avance se debe tanto a la competencia de los recursos humanos como por las exigencias de los millennials, que piden este tipo de beneficios diferenciados.
Por ejemplo, las desarrolladoras tienen seis puntos de diferencia por encima de otras industrias en teletrabajo.
Asimismo están cinco puntos por encima en servicios de bienestar en las oficinas, como ferias y exámenes de salud y 12 para espacios asignados para descanso o salas de lactancia.
Los especialistas de Deloitte advirtieron que las desarrolladoras, con excepción de la flexibilidad de horarios y en teletrabajo, ofrecen beneficios muy básicos y que se brindan en compañías de otros sectores por lo que no son diferenciadores para atracción y retención de talento.
“La tendencia es hacia beneficios innovadores y personalizados”, recalcó Ana Catalina Núñez, consultora y especialista en salarios de Deloitte.