Angie Sánchez tiene a su hijo en el kínder del St Jude School, ubicado en Lindora, Santa Ana, y para saber por dónde va la buseta que lo traslada hasta ese centro educativo utiliza la aplicación móvil Ellephant.
La app fue creada Ellephant, startup que ya completó el proceso de definición del producto y el modelo de negocio con la aceleradora Costa Rica Open Future. El emprendimiento se prueba en un plan piloto en ese centro educativo.
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Los estudiantes utilizan una banda flexible, como un brazalete, con un chip que pasan por un lector al subirse o bajarse del bus y al ingresar al centro educativo.
A los padres les llega una notificación y pueden monitorear el recorrido, incidentes y otros datos a través de la aplicación.
De hecho, Angie Sánchez confirmó que también recibe notificaciones cuando el menor se sube al bus al regreso, monitorea el recorrido y ve cuánto le falta por llegar.
Incluso hace dos semanas estuvo fuera del país junto con su esposo, en un viaje de negocios, y todos los días chequeaba los momentos en los que el hijo se subía al bus al salir de la casa, llegaba al St Jude y el regreso.
Sánchez dice que antes de la aplicación –que empezaron a usar el pasado 28 de octubre– no sabían nada sobre lo que ocurría en el viaje hasta el kínder, cómo había llegado o si había salido.
Ella se dedica a ventas, y aunque actualmente no esta trabajando, puede seguir su día con tranquilidad. Además, le llamó la atención que puede generar un permiso y las respectivas notificaciones para los choferes si su hijo se va a quedar en otra casa.
“Estos dispositivos, con el caos de seguridad que hay, no son un lujo sino una necesidad”, reiteró Sánchez.
El St Jude inició el plan piloto motivado por la situación de inseguridad en Costa Rica y porque la aplicación permite controlar la llegada de los estudiantes a la casa o al centro educativo y lo que ocurre en el trayecto.
Tanto padres de familia como las autoridades de ese centro reconocen que hay total confianza en las personas encargadas de las busetas, pero que con la app tienen una mayor tranquilidad.
“El proyecto nos encantó desde el día uno”, aseguró Giselle Betancourt, directora del St Jude School.
Así funciona |
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A continuación, las principales funcionalidades de la aplicación: |
Brazalete: Los estudiantes llevan una pulsera que acercan a un lector cuando ingresan o salen de la buseta y del centro educativo. |
Notificación: El padre o la madre recibe la notificación en su móvil. Si el estudiante no ingresa en un tiempo estipulado se genera una alerta. |
Permisos: Desde la aplicación se gestionan permisos para quedarse en la casa de un compañero; o si al regreso se queda donde algún familiar. |
Monitoreo de buseta: Se verifica el recorrido y ubicación, si es conducido a la velocidad adecuada, y el tiempo estimado de llegada. |
Comunicación: Los choferes también pueden ver si uno de los estudiantes tiene permiso para ir en otro transporte o a otro sitio. |
Alertas: Se dispone de un botón para generar una alerta al centro educativo y a Emergencias Médicas en caso de un incidente. |
Fuente: Ellephant |
Con los pequeños
En el plan piloto están participando actualmente tres microbuses. En ellos también viajan estudiantes de secundaria, pero estos tienen mayor resistencia al control.
Por esa razón se inició con 43 estudiantes de preescolar y primaria que se habrían adaptado muy bien al dispositivo. Se cuenta con el visto bueno de sus padres y madres, quienes han tenido la libertad de decidir si participan o no en el plan piloto.
Betancourt indicó que siempre se ha mantenido mucha comunicación con ellos desde el inicio y que el principal argumento para promover la app es la seguridad que brinda.
Otra ventaja es que ahora hay mayor control de dónde está el estudiante, pues antes había que llamar a diferentes hogares, ver por dónde iba la buseta y solicitarles que verificaran si un estudiante iba ahí o no.
Con los chóferes también se conversó, pues además del control de los recorridos se puede saber cuál es la velocidad de desplazamiento de la buseta. Otra utilidad es que si hay un accidente se genera una notificación a los servicios de emergencias.
Además, si un estudiante tiene permiso de sus padres para ir a otra casa, el chofer recibe la notificación de dónde dejarlo si está en su ruta. Si el estudiante debe viajar en otra buseta se generan las notificaciones respectivas a los choferes involucrados.
Betancourt dice que también podrían generarse otras funcionalidades o aplicaciones adicionales en el futuro. Todavía no han definido el modelo para cubrir los costos.
Eugenia León es madre de dos estudiantes en el St. Jude que utilizan el mismo microbús y participan en el plan piloto.
“Ellephant ha sido un arma tecnológica de mucha ayuda para ubicar a mis hijos en tiempo y espacio cuando salen de la escuela y durante su recorrido”, reiteró León. “Con solo el hecho de saber a qué distancia están de la casa me da mucha tranquilidad y seguridad”.
También resaltó la apertura para brindar las explicaciones necesarias de la herramienta y lo amigable que es la app. Ella espera que entre las aplicaciones futuras se incluya el ingreso y la permanencia de los hijos en las clases que les corresponde.
Luis Carlos Morales, cofundador y presidente de Ellephant, explicó que para el plan piloto se centraron en hacer llamativa la aplicación para los niños, los padres, la institución y los choferes.
Morales creó Ellephant junto con Mónica Figueroa, Amir Translateur y Jairo Navarro.
El trabajo incluyó modificar la pulsera que inicialmente se había diseñado –que podría mojarse, romperse y perderse– por una banda más cómoda y amigable.
Para la institución, para los padres y los choferes, se valoró la seguridad de los menores, la tranquilidad de tener información de ellos y la transparencia de la información.
Así, por ejemplo, muchos padres que ahora van a dejar a sus hijos al centro educativo podrían recurrir a los servicios de transporte, con lo que los choferes también se verían beneficiados con una mayor demanda.
El plan ahora es recibir la retroalimentación de todas las partes, pasar a la segunda etapa con el St Jude para ofrecerlo como parte de sus beneficios, lo que sería el próximo año, e implementarlo en otros centros educativos interesados.
La aplicación también se podría implementar en otros mercados, empezando por México.
Kathia Chaves, madre de otro de los niños que participa en el plan piloto, le ve otras aplicaciones a Ellephant. Le gustaría saber lo que ocurre cuando el estudiante está en el centro educativo.
Chaves explicó que su hijo es de condición especial. Tanto para ella como para el niño la app les ha ayudado a tener más tranquilidad.
En las mañanas, cuando espera la buseta, se vuelve ansioso. Antes hasta abría el portón para asomarse y ver por dónde venía. Ahora se fija en el mapa incluido en la aplicación.
Ella también recibe notificaciones de cuando él se baja de la buseta y si ingresa al centro educativo.
Al regreso puede prepararse para recibirlo.
Como el niño también realiza actividades extras, hay días que no regresa en la buseta. En estos casos, el chofer recibe la notificación respectiva del permiso.
“Es muy funcional para todos”, insistió. “Da mucha tranquilidad”.