Desde su adolescencia, Alonso Miranda Murillo buscaba formas de ganar dinero. Durante sus vacaciones de colegio, trabajaba en construcción, hacía jardines y ayudaba a su tío a pintar casas.
En sus labores como pintor, ganaba aproximadamente ¢500 por hora y lo que le pagaban lo usaba para comprarse ropa y artículos que le gustaban.
Años después, en su época de estudiante universitario (cuando cursaba la carrera de periodismo y tenía 19 años), le tocaba cocinarse sus alimentos y le molestaba que sus manos le quedaran oliendo a cebolla y a ajo.
Por ello, quiso montar un negocio de venta de chile dulce, cebolla y ajo picado, los que empacaría al vacío. La idea era facilitarles el trabajo a jóvenes estudiantes, como él, que tenían poco tiempo para cocinar.
Aunque estaba “ilusionadísimo”, la realidad lo golpeó y se dio cuenta de que no podía llevar a cabo el proyecto, pues no tenía suficientes recursos para adquirir las máquinas que necesitaba para empacar.
Su etapa de emprendedor llegaría más adelante. Alonso siguió estudiando y luego empezó a trabajar en Canal 13 como periodista.
Posteriormente, lo contrataron en Repretel y en esta empresa laboró como jefe de información y como presentador de noticias, concretamente en el noticiario NC Once.
Mientras aún trabajaba en dicho medio de comunicación, su sueño de tener su propia empresa regresó. Fue así que montó su primer negocio con una amiga y socia, cuya familia tenía un centro turístico, pero que había cerrado tiempo atrás.
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Como en el lugar había mucha naturaleza, Alonso le vio un potencial interesante y analizó que no había un competidor cercano.
Además, estaba cerca de la Ruta 27 y de San José, por lo que sería más sencillo atraer clientes.
El sitio se encontraba deteriorado, por lo que entre los dos lo levantaron y finalmente abrieron sus puertas en el 2016.
Se denomina Tilapia Park y se encuentra ubicado en Turrúcares de Alajuela.
Al ser un área grande, las personas pueden pescar tilapias, comer en el restaurante, pasear por los senderos y jugar.
Alonso tenía más planes y surgió la oportunidad de fundar otra empresa ─con un socio─ que coloca maquinaria pesada (tractores, excavadoras y vagonetas) en diferentes construcciones y ofrece materiales para obras de edificación.
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Dado el crecimiento que tuvo el centro turístico y a que aumentaron sus clientes, este año Alonso dejó atrás su carrera como periodista y renunció a su trabajo como presentador. Previamente, había renunciado a su puesto como jefe de información.
Recientemente, se presentó la opción de crear un nuevo negocio y ya la concretó.
Mientras hablaba con el ingeniero a cargo de un proyecto residencial en proceso de construcción, a Alonso se le vino a la mente su faceta como pintor y le consultó si ya tenía a alguien que se encargara de pintar las paredes de las viviendas.
El ingeniero le dijo que aún no tenía a nadie y Alonso se ofreció a hacerlo, aunque en ese momento no contaba con el equipo ni la pintura requerida para el trabajo.
Sin embargo, allí fue que decidió arrancar con su empresa Los Pintores, que con máquinas especiales (sistemas de pulverización) se dedica a darle color a las superficies de los inmuebles, sean casas o proyectos industriales.
Con el apoyo de amigos ingenieros civiles, el emprendimiento ha podido pintar diversas estructuras y está buscando aliarse con empresas que venden pintura para extender sus horizontes.
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¿Hay más planes de emprender o tres empresas ya son suficientes?
Alonso dice que, aunque tiene muchas ideas, por ahora se concentrará en estos tres negocios para hacerlos crecer más y consolidarlos.