EscucharLa relacionista pública Mariamelia Prado Guasch trabajó algunos años, junto a otro socio, en un emprendimiento que se dedicaba a crear una emulsión de silicona que servía de materia prima para hacer un abrillantador.
El insumo se lo vendían a una empresa que justamente se dedicaba al negocio de los abrillantadores.
Esta experiencia la hizo obtener conocimientos en química, que en el 2011 le sirvieron para crear su propia empresa de limpiadores biodegradables. Su pyme se llama Icaipa, creadora de la marca Guax.
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Como jefa de su hogar, quien se preocupaba (entre otras cosas) por la limpieza del mobiliario de su vivienda y por adquirir productos eficientes y económicos a la vez, se percató de que algunos limpiadores que empleaba dañaban las superficies.
Aunque se desinfectaba la estructura, se rayaban los muebles de la cocina pues los ingredientes de los limpiadores eran arenosos.
Además, algunos de ellos le provocaban alergia a ella y a su hija.
Deseosa de emprender y de aprovechar sus conocimientos previos, vio este mercado como una gran oportunidad.
Decidió lanzarse y creó tres limpiadores: uno para usarse en áreas de madera, otro para muebles de granito, porcelanato y otras piedras y otro para vitrocerámica.
El valor agregado de la marca es que los productos limpian, protegen y conservan la superficie, sumado a que son biodegradables.
“Nos preocupamos por desarrollar limpiadores especializados, con una conciencia de jefa de hogar de clase media”, afirmó.
Después de crear esas tres soluciones, su reto era conseguir a su primer cliente.
Tras acudir a una rueda de negocios para comercializarlas, Walmart se interesó y a inicios del 2012 empezó a venderle a la transnacional.
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Con el paso del tiempo su catálogo fue creciendo y hoy ofrece limpiadores en diferentes presentaciones para pisos, para superficies hechas de cuero y vinil y hasta para productos electrónicos como celulares y computadoras, entre otros.
Pero el camino para crear toda esta gama de opciones no fue fácil, rememora Mariamelia, quien describe el proceso de levantar su empresa desde cero como una “lucha titánica”.
Todo lo que generaba lo reinvertía en la empresa (por ejemplo, en mejorar los empaques y la apariencia de sus productos, así como en publicidad).
Hubo un momento en el que “no podía más”.
Esto la llevó a pedir financiamiento en el Banco Popular y así fue escalando.
Hoy se topa en la calle a personas que conocen a Guax, lo que la llena de satisfacción.
“Los primeros años nadie sabía qué era. Había gente conocida mía que me decía: ¿A dónde están? Yo los busco y no sé dónde están”, recordó.
Actualmente, sus productos se pueden encontrar en Walmart, Maxi Palí y Más X Menos.
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Por medio de Walmart ingresó al resto de países de Centroamérica.
La próxima semana, la emprendedora participará en la rueda de negocios Buyers Trade Mission (BTM), organizada por la Promotora del Comercio Exterior.
Afirma que tiene planteada una estrategia para lograr conquistar otros mercados y posee muchas expectativas.
Su meta es exportar a Panamá, el Caribe y México.
