En el año 2013, el productor audiovisual Sergio Leiva Gallardo empezó a sufrir gripes bastante fuertes y muy seguidas.
Él no entendía por qué ocurría esto si hacía ejercicio y se alimentaba bien.
Solía pasar estresado con el trabajo y sentía que necesitaba un cambio en su estilo de vida. Él trabajaba en el campo de la publicidad y mercadeo.
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Quizás no se estaba nutriendo tanto como pensaba.
Empezó a investigar y se topó con diferentes protocolos que ofrecían mejorar la alimentación en un plazo de 21 días, por lo que decidió seguir uno.
Eliminó los lácteos, el azúcar, las harinas refinadas y el consumo de productos procesados.
Comenzó a revisar las etiquetas de los alimentos que consumía para garantizar que estaba comiendo de manera saludable.
Luego de seguir ese plan y de efectuar estas variaciones, se empezó a sentir “increíble”, con mucha energía y su salud mejoró de forma considerable.
Ayudar a otros a cambiar
Sergio reflexionaba cómo las personas andan por la calle pensando que todo está bien cuando realmente podrían estar muchísimo mejor haciendo ciertos cambios de alimentación.
“¿Cómo hago para que más gente empiece a comer de esta manera? ¿Qué pasa si yo le empiezo a cocinar a la gente?”, recordó que se preguntó.
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Sergio arrancó su proyecto, al que denominó Good Food, en el 2014 y cocinaba desde su apartamento en La Sabana.
Empezó con un grupo de ocho personas (compuesto por empresarios y amas de casa) a quienes les hacía las entregas de las comidas a domicilio.
El emprendedor se asesoró con un médico para cerciorarse de que todo fuese seguro.
Actualmente su negocio ofrece un programa de “limpieza” y eliminación de toxinas de 21 días, en el que por ese tiempo a las personas se les cocinan todos los alimentos que van a consumir. Se los llevan a su casa u oficina.
La idea es que sean más conscientes sobre sus decisiones de alimentación y que vean que comer sano no debe ser algo aburrido, sino que hay muchas opciones.
El menú puede incluir platos variados como ensaladas especiales, ceviches, salpicón de pescado, tacos vegetarianos, arroz con pollo, cremas (de frijoles, garbanzos, de hinojo u otras), escabeche de filete de pescado, hummus, chips de camote, entre otros.
En ese periodo se ofrecen charlas con médicos, con psicólogos, nutricionistas, clases de yoga y con entrenador personal, entre otros beneficios.
El paquete completo (de 21 días) tiene un costo de $750 e incluye también tres almuerzos para los tres días previos a que arranque el proceso.
También hay paquetes semanales para quienes deseen que les preparen el almuerzo, desayuno o cena, o bien, todas las comidas.
Las entregas se hacen diariamente, pues las comidas se preparan desde la madrugada de cada día.
Al principio, Sergio hacía todo: compraba los alimentos, cocinaba y transportaba la comida lista hasta las casas de sus clientes.
La empresa ha ido creciendo y hoy cuenta con el apoyo de un chef y de un equipo de cocina conformado por siete personas, así como de mensajeros que realizan las entregas en San José, Alajuela, Heredia y algunos lugares de Cartago.
Como parte de su expansión, el negocio hoy opera en un jardín botánico en Sabana Sur en el que preparan la comida y en el que se imparten las charlas para quienes siguen su programa de 21 días.
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En todo el proceso de creación de su empresa, Sergio se preocupó por los elementos gráficos y de diseño de la empresa, así como que al preparar los alimentos todo se viera presentable y atractivo.
A raíz de ello, este año Good Food participó en la sexta edición de la Bienal Iberoamericana de Diseño y obtuvo el galardón “Empresa y Diseño Frank Memelsdorff”.
Sergio espera sacar próximamente una línea de aderezos (una de vinagreta, otra de mamón chino, y otra de cas) y de snacks (chips y garbanzos tostados).
Aunado a ello, desde este mes empezó a vender sus tamales de garbanzos, que según Sergio son muy gustados por sus clientes en esta época.