Como trabajador independiente, propietario o colaborador de un negocio, probablemente deberá participar en reuniones y actividades con potenciales clientes.
Estas son oportunidades fundamentales para dejar una buena impresión y cerrar ventas.
Sin embargo, al igual que sucede en otras áreas de la vida, esto no siempre sucede.
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Puede ocurrir que se comete un error (un gesto inapropiado, una palabra mal usada o, más bien, una palabra no dicha), que termina generando el efecto contrario al que se buscaba. En consecuencia, se pierde lo que habría sido una excelente opción de negocio.
Por ello, resulta esencial trabajar en el desarrollo de una marca personal.
¿Qué significa esto?
Que al igual que ocurre con la marca de su producto o servicio (el jabón, las galletas, el refresco, su empresa de contaduría o de mercadeo, por citar algunos ejemplos), usted se vea a sí mismo como una marca.
La idea es transmitir aspectos positivos: sus fortalezas y todo aquello que lo hace diferente y competitivo.
Igualmente, que trabaje en sus debilidades, con el fin de mejorar.
Mauricio Jiménez, director ejecutivo de la empresa Pejibaye Consulting, explicó que a través de la marca personal se busca posicionarse en la mente de las personas de forma activa, no estática (es decir, que no sea algo que vi una vez y luego se me olvidó).
Por ejemplo, si se habla de una bebida carbonatada, usualmente se piensa en Coca Cola o Pepsi; si se habla de una pasta de dientes, normalmente la gente nombra a Colgate; en cuanto a un maquillaje más sofisticado y “de lujo” (por decirlo de una forma) se podría nombrar a Chanel.
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¿Cómo lograr que cuando alguien requiere de un servicio que usted ofrece piensen en contratarlo por sus cualidades personales?
Seguidamente, le ofrecemos tres consejos para crear y fortalecer su marca personal.
1-Conózcase
“Hay que ir hacia adentro”, menciona Jiménez.
Esto implica conocerse a sí mismo, examinarse y preguntarse lo siguiente:
-¿Quién soy?
-¿Cuáles son mis fortalezas y debilidades? ¿Cómo potencio esas fortalezas y corrijo o atenúo dichas debilidades?
-¿Cuáles son mis valores y filosofía?
-¿Cómo me posiciono? ¿Qué me distingue de otros?
-¿Qué mensaje le quiero comunicar a mis potenciales clientes?
-¿Cómo emito un mensaje efectivo?
-¿Cómo quiero que me recuerden?
2-Cuide su presentación
Andar en saco y corbata o con un traje ejecutivo no equivale a tener una buena marca personal, pues en cada profesión u ocupación el código de vestimenta varía.
Por ejemplo, no se le podría exigir a un diseñador gráfico o informático andar todos los días “ensacado” o con una ropa formalísima, pues generalmente se mueven en un ambiente en el que la vestimenta es más relajada.
Podría generar un choque, más bien, si se presenta vestido de manera poco usual.
Entonces, parte de la construcción de esa marca personal es definir cómo será su imagen, su vestuario, qué colores lo representarán.
¿Se mostrará más formal y serio? ¿O un tanto más informal, pero que a su vez genere confianza?
En cualquier caso, cuide su higiene, su olor y que lo que porte esté en buen estado.
Jiménez comentó que normalmente la marca personal se asocia y refleja la marca del producto o servicio, pues esta última fue creada por la misma persona (especialmente en el caso de los micro y pequeños negocios).
3-Préstele atención a su expresión corporal y tono
Sus gestos, mirada, postura y tono al hablar también envían mensajes, por lo que es preciso cuidarlos.
Por ejemplo, si va a participar en una reunión con personas jóvenes que son muy activas, su tono puede ser más enérgico o alegre.
Si su público son personas adultas a quienes les gusta la formalidad y la tranquilidad, su tono puede ser más bajo. No sería conveniente hablar durísimo y proponer dinámicas que quizás no vayan con este público.
Jiménez mencionó que es importante ver a las personas a los ojos, pues es una muestra de seguridad.
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“A la hora de dar la mano, que sea firme pero flexible, no jalar la mano de los demás. No hay que poner la mano encima de los hombros, eso se considera una falta de respeto”, dijo.
Si quiere mostrarse empático, preste atención a las personas, obsérvelas. Estar viendo el reloj, el celular o hacia otro lado, reflejaría desinterés.