Durante los últimos 13 años, Walmart ha cosechado pequeñas y grandes victorias en su conquista del mercado centroamericano. Sin embargo, pareciera que pronto tendrá que asumir un “revés”.
El gigante estadounidense pretendía acelerar su expansión en territorio costarricense al concretarse la compra del Grupo Empresarial de Supermercados (Gessa), dueño de los formatos Perimercados, Super Compro y Saretto.
Ambas partes estrecharon sus manos en julio anterior y estaban a la espera de una respuesta favorable por parte de la Comisión para Promover la Competencia (Coprocom). La expectativa no se cumplió.
La Comisión consideró que la transacción implicaba que un agente económico, que ya tenía “mucho poder” en el mercado, se fortalecería aún más con la fusión, generando riesgos en la incidencia de los precios, e incluso, posible exclusión de competidores o proveedores.
Walmart ha sostenido que la adquisición es positiva para el país y conveniente para el entorno competitivo. En caso de que esta compañía presente un recurso de reconsideración, este se resolvería a mediados de enero del 2019.
Gessa también puede apelar la resolución de Coprocom.
Es importante recordar que a mediados del 2017 Walmart dio a conocer su intención de duplicar la cantidad de tiendas en Costa Rica, lo que significa la apertura de al menos 200 puntos de venta al 2023.
Para ese entonces, la compañía no contemplaba los locales de Gessa, ya que no fue sino hasta abril del 2018 cuando se sentó a negociar con los propietarios del conglomerado que opera Perimercados, Super Compro y Saretto.
En otras palabras, si Coprocom mantiene su decisión inicial, Walmart tendrá que buscar otras formas para incrementar su presencia en el país si quiere continuar con su plan original.
La ruta de la conquista
El primer paso que dio Walmart en Centroamérica se remonta a setiembre del 2005, cuando Walmart Stores obtuvo el 33% del grupo American Retail Holding Company (Carhco), el cual lo integraban la Corporación de Supermercados Unidos (CSU) y el grupo Fragua, de Guatemala.
Un año después, Walmart Stores elevó su participación en Carhco del 33% al 51% y cambió formalmente a su nombre por el de Walmart Centroamérica.
Así se mantuvo la situación hasta finales del 2009, cuando Walmart México compró el 100% de las operaciones de Walmart Centroamérica. El 51% pertenecía a Walmart Stores Inc., y el 49% restante a los socios locales de CSU (Costa Rica) y La Fragua (Guatemala).
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Como muestra de sus intenciones en Costa Rica, la marca Hipermás, creada por CSU, desapareció para dar paso al formato Walmart. Asimismo, se empezó a dar una fuerte inversión en locales.
Actualmente Walmart opera más de 710 tiendas distribuidas en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Estas generan cerca de 35.000 empleos directos.
En Centroamérica cuentan con cuatro formatos de tiendas: Descuentos (Despensa Familiar y Palí), Bodegas (Maxi Despensa y Maxi Palí), Supermercados (Paiz, La Despensa de Don Juan, La Unión y Más X Menos) y Supercenter (Walmart).
¿Qué pasará con Gessa?
Caso contrario ocurre con los dueños de Gessa, quienes en una entrevista con La Nación dejaron claro que querían enfocarse en otros negocios.
Esta cadena de supermercados es propiedad de Grupo Comeca, empresa costarricense con 40 años de trayectoria, especializada en el negocio de empaque, cajas de cartón y envases de hojalata y plástico.
“Ahora, para especializarnos, decidimos desinvertir y focalizarnos en empaque. Los recursos no son ilimitados (…). Entonces, en el mundo actual, muy competitivo, si uno no se concentra en meter los recursos en lo que uno quiere hacer, se empieza a abarcar mucho y no se puede ser bueno y eficiente en lo que uno hace”, explicó Víctor Mesalles, quien dirige Grupo Comeca.
El conglomerado nacional es propietario de Gessa desde el 2001. Bajo su mando pasaron de tener de 14 a 52 puntos de venta, lo que representó un crecimiento en la cantidad de colaboradores de alrededor de 250 a 1.600.
De haberse aprobado la transacción entre Walmart y Gessa, todos los establecimientos y los trabajadores, habrían pasado a manos del gigante estadounidense.
Esto a su vez, habría puesto punto final a la existencia de las marcas operadas por Gessa.
Esa acción despertó, entre consumidores y actores de la industria, la preocupación de si existe un ambiente de competencia leal en este nicho de negocio.
De hecho, al menos 10 organizaciones entre cooperativas, asociaciones y pequeñas y medianas empresas decidieron aliarse para hacer una oferta de compra por Gessa y así impedir que el conglomerado quedara en manos de Walmart.
No obstante, el plan no prosperó.
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Monserrat Ruiz, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Economía Social Solidaria (Canaes), había externado que querían defender el mercado que tienen las organizaciones de economía social solidaria en materia de retail, lo cual incluía generar una estrategia para hablar con Gessa.
“El sentido de participar es que no quede en manos de empresas grandes, transnacionales, que al final tendrían un 75% del pastel”, explicó Ruiz a EF en agosto.
Sin embargo, tiempo después, las autoridades de Gessa aseguraron que el acercamiento con las cooperativas nunca ocurrió.
Walmart se defendió de las acusaciones de presunta competencia injusta al asegurar que la industria de retail en Costa Rica ha sido muy dinámica en los últimos años.
“Así como existen nuevas cadenas, todas las cadenas han venido creciendo, el pequeño comercio ha tendido a crecer de manera significativa en el mercado de Costa Rica”, explicó Aquileo Sánchez, director regional de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Walmart, al anunciar el acuerdo de compra.
EF intentó conocer la opinión de Gessa sobre el fallo de la Coprocom; sin embargo, indicaron que por el momento no se referirían al tema.
RECUADRO
En manos de Coprocom
Julio de 2018. Walmart de México y Centroamérica, así como, el Grupo Empresarial de Supermercados (Gessa) dan a conocer el acuerdo de compra. Ambas presentaron la información a Coprocom, pero no se entregó todo lo necesario, por lo cual se prorrogó el periodo.
Octubre de 2018. Coprocom, con el informe técnico de la Unidad de Apoyo –adscrita al Ministerio de Economía, Industria y Comercio–, decidió que el caso era de alta complejidad, por lo que extendió el plazo de resolución a los 60 días permitidos.
Noviembre de 2018. La Comisión adoptó una medida cautelar hacia las partes con el objetivo de que no se realizara ningún acto de ejecución de la concentración hasta que se emitiera un pronunciamiento de la Coprocom.
Diciembre de 2018. La Coprocom denegó, de manera unánime, la solicitud de concentración económica entre las dos partes.