Costa Rica es el país más complejo de Centroamérica en temas de acatamiento y cumplimiento corporativo, según el Índice de Complejidad de Cumplimiento Corporativo 2018, publicado por TMF Group. El estudio clasifica 84 países según el nivel de dificultad para acatar las disposiciones locales.
El informe analizó el grado de dificultad para cumplir con los requerimientos de cumplimiento y ponderó aspectos como la facilidad relativa de establecer un negocio, el tipo y la cantidad de información requerida por las autoridades locales en sus reportes, y la dificultad relativa de cumplir con la normativa jurídica local.
Aunque el índice coloca a Costa Rica en el puesto 36, a medio camino mundialmente y en la región latinoamericana, resulta ser el país más complejo en Centroamérica y el Caribe, con países vecinos como Nicaragua (80) y Honduras (81) colocados entre los 10 menos complejos del mundo.
El puesto de Costa Rica en el ranking se debe en parte a la aplicación de mejores prácticas de transparencia, como el caso del Common Reporting Standard (CRS) o el marco Base Erosion and Profit Shifting (BEPS), que tienden a aumentar la carga en materia de cumplimiento para las empresas, así como el poder relativo de imponer reglamentación y el papel activo que juegan sus entidades normativas frente a las de otros países en la región.
“Se trata del único país centroamericano que ha aplicado leyes en torno a los marcos normativos BEPS y CRS”, explica Lyndsey Wheeler, directora de la región de América Central. “También, en los años recientes, hemos visto mucha actividad en otros frentes normativos. Como ejemplo, está la implementación en el país en 2016, de una ley conocida como Ultimate Beneficial Ownership (UBO), donde la extensión reciente del alcance de las entidades reguladas ha incluido a asociaciones y cooperativas, al igual que otras reglas internas del regulador financiero del país”.
Algunas de estas leyes ya se han implementado, como en el caso de BEPS que entró en vigor este año y que tiene al 31 de diciembre como fecha límite para presentarse.
“Una parte importante de volverse líder en la región en este ámbito es la de mostrarle a las empresas extranjeras que Costa Rica es una economía moderna, basada en reglas, en la que bien vale la pena invertir”, señaló Wheeler. “Las empresas no se deben detener para invertir aquí por motivos de tener mayor carga de cumplimiento frente a otros países de la región. Costa Rica es un país con instituciones sólidas y una diversidad de oportunidades de inversión. Las empresas de múltiples sectores hasta serían negligentes de quedarse sin explorarlas”, añadió.
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TMF Group encuestó a sus expertos en cumplimiento en 84 países. Cada encuesta contenía 52 preguntas, con áreas como la complejidad de abrir una entidad en un país específico; requisitos de idioma local; la dificultad de cumplir con requisitos de informes locales y globales de transparencia, y más. Las respuestas fueron ponderadas para reflejar la contribución relativa diferenciada de cada jurisdicción a la complejidad general.
Este es el segundo índice llevado a cabo por TMF Group este año que mide la complejidad para hacer negocios en diferentes países del mundo, el primero se publicó en abril y comparó los niveles de complejidad para el cumplimiento financiero y contable de cada país