Descanse más tiempo
Cuando está cansada, es menos eficaz en su trabajo: tan simple como eso. Para priorizar el sueño, comience aceptando que trabajar más no significa necesariamente que esté haciendo un mejor trabajo. La privación del sueño cobra su factura en sus capacidades cognitivas, ya sea que se percate o no de los efectos. Su consumo de cafeína puede ser una buena prueba de fuego: si necesita tomar un café solo para superar la mañana, o incluso la tarde, puede ser una señal de alerta. Haga un plan para encontrar la manera de dormir más. Estas son algunas ideas sencillas: ponga una alarma para cuando haya dejado de trabajar y salga de la oficina. Deje de usar dispositivos al menos una hora antes de ir a la cama (quizás hasta sea buena idea que se vaya a dormir temprano de vez en cuando). Empiece el día con una lista corta de tareas esenciales y, una vez que las haya concluido, váyase a casa. Recuerde, siempre habrá más trabajo mañana.
Adaptado de You Know You Need More Sleep. Here’s How to Get It, de Christopher M. Barnes.
Mejore su manejo de las decepciones
Las decepciones son inevitables y desagradables –un ascenso incumplido, un proyecto fracasado, una inversión mediocre–, pero siempre puede aprender algo de ellas. Para enfrentar su próximo contratiempo de forma constructiva, analice con cuidado qué sucedió. Distinga las situaciones que eran predecibles y prevenibles de las que eran inevitables y estaban fuera de su control. Concentrase en algo que no salió como esperaba –y no podía controlar– solo lo frustrará más. En cuanto a situaciones que pudo haber manejado de una forma diferente, considere en términos positivos: ¿qué puede hacer distinto la próxima vez? ¿Qué lecciones puede aprender de los errores que cometió? Y recuerde lo que está bien en su vida, para que no permita que la decepción tenga un papel desproporcionado en su cerebro. Puede sonar trillado, pero mantenga el contratiempo en perspectiva, e intenta dejarlo ir. Quizás sienta la tentación de repetir la situación una y otra vez en su cabeza, pero seguir preocupado por el asunto solo provocará un estrés innecesario.
Adaptado de Dealing With Disappointment, de Manfred F. R. Kets de Vries.
Mejora su inteligencia emocional con un plan específico basado en la retroalimentación
No siempre es evidente cómo mejorar sus habilidades de inteligencia emocional, en especial porque no solemos saber cómo nos perciben los demás. Para descubrir en qué puede mejorar, comience por hacer un análisis objetivo: ¿cuáles son las principales diferencias entre la forma en que se ve a sí mismo y cómo lo ven los demás? Puede obtener este tipo de retroalimentación por medio de una evaluación de 360 grados, un coach o un gerente capacitado. Enseguida, considere sus objetivos. ¿Quiere alcanzar un puesto de liderazgo con el tiempo? ¿Ser un mejor miembro de su equipo? Tenga en cuenta qué tanto coinciden sus ambiciones con las habilidades que los demás creen que necesita mejorar. Después identifique acciones específicas que pueda realizar para mejorar esas habilidades. ¿Trabajar para ser mejor escuchando a las personas? Tal vez decida que, cuando hable con alguien, no responderá hasta que te haya tomado el tiempo de hacer una pausa y confirmar que entendió lo que le han dicho. Cualquiera que sea la habilidad que decida mejorar, aproveche todas las oportunidades para practicarla, sin importar cuán pequeña sea.
Adaptado de Boost Your Emotional Intelligence With These 3 Questions, de Daniel Goleman y Michele Nevarez.
Mientras más trabaje desde casa, más necesitará crear relaciones con sus colegas
Trabajar desde casa puede ser un beneficio codiciado (¡No hay que ir al trabajo! ¡Nadie interrumpe!), pero también puede distanciarle de sus colegas y sus amigos de la oficina. ¿Cómo se puede combatir la soledad cuando trabaja de forma remota? Primero, asegúrese de ver a sus colegas cara a cara algunas veces. En vez de realizar llamadas telefónicas, utilice videoconferencias para que pueda ver a la otra persona. Esto sirve para leer el lenguaje corporal, lo cual genera una conversación más natural. Segundo, no evite las charlas triviales. Cuando trabaje desde tu casa, tal vez no quiera “desperdiciar el tiempo” manteniendo una conversación sobre temas del trabajo. Sin embargo, las charlas triviales son el cemento que crea la compenetración. Así que, antes de que empiece una reunión, pregúntele a sus colegas sobre sus vacaciones recientes, los deportes que practican sus hijos o sus próximos planes de boda. Estos pequeños detalles pueden crear relaciones más profundas que son tan gratificantes a nivel personal como benéficas a nivel profesional.
Adaptado de How to Avoid Loneliness When You Work Entirely From Home, de Dorie Clark.
Haga un poco más personal el mensaje que deja cuando se ausenta de la oficina
Para avisar que no estaremos en la oficina, la mayoría de nosotros escribe los mensajes cuando estamos corriendo hacia la puerta para salir de vacaciones o por un viaje de negocios. No obstante, pensar mejor qué dirá el mensaje puede servir para construir relaciones con la gente que intente ponerse en contacto con usted mientras está ausente. En vez de solo incluir las fechas en las que no estará y a quién escribir un correo electrónico en su ausencia, considere compartir por qué no está. ¿A dónde va de vacaciones y por qué eligió ese lugar? ¿Qué va a aprender en la conferencia? También puede compartir un recurso que sea útil para su audiencia, como un artículo o un nuevo trabajo de investigación. Puede estar relacionado con tomar unas vacaciones (¡hay gran cantidad de estadísticas geniales que muestran por qué descansar es tan importante!) o algo que pudiera interesarles a los clientes potenciales. Un mensaje personal –pero a la vez profesional– permite conectar de un nuevo modo con colegas, clientes y proveedores.