Posiblemente hace más de dos décadas no existía tanta incertidumbre, como hoy, acerca de lo que pasaría con la situación económica del país.
El 2018 inició con un problema fiscal creciente y a lo largo de este año se fueron añadiendo condiciones que hicieron de este tema el más importante en los tres poderes de la República.
¿Qué sucederá en el 2019? Es una interrogante frecuente y cuyo efecto en las empresas y personas puede ser la inacción, el congelamiento de planes de inversión a la espera de obtener señales más concretas, ya sea ante una posible reactivación o una crisis.
Este 20 de noviembre, en el evento “Posibles escenarios económicos para el 2019”, las autoridades del Poder Ejecutivo y del Banco Central explicarán a los asistentes los posibles caminos que puede seguir la economía costarricense.
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Sobre esas opciones El Financiero entrevistó a Rocío Aguilar, ministra de Hacienda, quien tendrá a cargo una de las conferencias.
—¿Qué podemos esperar para el 2019 con la reforma fiscal o sin ella?
—Lo primero que planteo es en qué contexto –nacional e internacional– vamos a tener el año 2019.
En el contexto local, la variable más importante va a ser la aprobación o no del expediente de la ley de fortalecimiento, y no solo la aprobación sino la oportuna aprobación porque si de la Sala Constitucional saliera un de esas resoluciones que implica más plazo, casi que tiene el mismo resultado que no aprobarla. ¿Por qué afirmo esto? En primer lugar, porque hay que concluir el financiamiento del 2018. Y lo que me falte a mí por captar en diciembre va a ser muy diferente con uno u otro escenario.
"Si el escenario es de aprobación, básicamente es continuar más o menos en los términos en que está previsto el presupuesto del 2019, que como comprenderá, asume que no hay todavía ingresos producto de una reforma. Quizás lo que no haya previsto ese presupuesto del 2019 es que nos tengamos que mover en un escenario de un mayor costo del dinero producto de la Reforma.
"Con reforma, me parece que para los siguientes pasos va a ser terriblemente importante clarificar el tema de la Reforma Procesal Laboral, porque sí hay que continuar con la ley de empleo público –que es lo que está previsto en la agenda–; sin una reforma en la ley de empleo público, se van a dificultar muchísimo lo siguientes pasos (…). Debería ser uno de los proyectos de ley más urgentes para evitar los riesgos en los que nos hemos metido.
"Habrá que hacer un poco más de ingeniería financiera en el 2019. Aún con la aprobación del proyecto, si el entorno internacional sigue por un camino con riesgos, tendremos efectos todavía más fuertes en tasas de interés y posiblemente en algunos mercados de exportación.
"En el escenario contrario, de no reforma, por supuesto no podemos seguir simplemente con el presupuesto que tenemos planteado para el 2019, así que habría que hacer una operación de reducción importante de ese presupuesto porque su financiamiento sería complicado y muy difícil.
"Habría que tomar decisiones valientes para ayudar a que el país pueda sortear la situación de la mejor forma. Sí implicaría un ajuste muy, muy, importante en el gasto.
“Lamentablemente las partidas que podrían sufrir más son las transferencias. Habrá que tomar decisiones en materia de remuneraciones, que ya de por sí estaban bastante ajustadas. Posiblemente habría que darle una revisión más cuidadosa a las pocas plazas en que se tenía previsto crecer”.
—¿Cuáles serían los niveles de afectación de las medidas que se tomarían en el caso de carecer de reforma fiscal?
—Teníamos previsto un número de plazas nuevas para el 2019; allí habría que tomar la primera decisión. Hay plazas vacantes y habría que profundizar más y poner en práctica otras decisiones de carácter administrativo que se puedan ejecutar.
“No me queda ninguna duda de que habría que presentar –tan rápido como sea necesario– un proyecto de reforma mucho más teledirigido a la materia de impuestos”.
—¿Pero sería hacia impuesto de ventas o a transferencias bancarias, por ejemplo?
— Sí, hay que escoger del menú. Si no tenemos reforma, no quiere decir que en ese momento se va a ver qué se hace. Es un escenario para el cual tenemos que estar preparados y hay un eje principal: garantizar la estabilidad macroeconómica. En el equipo económico tenemos clara esa misión; de ahí en adelante usar todo el instrumental por la parte de gastos y un proyecto rápido en la Asamblea.
— ¿Cómo se mantiene estabilidad si se genera un desempleo creciente?
Ese será el objetivo y habrá que tomar las decisiones necesarias para lograrlo. Vamos a tomar las decisiones en la parte de gastos y en la parte de ingresos para que el impacto sea el menor posible.
— Aunque pase la reforma, ¿lograremos una mejoría en el 2019?
No tenemos una reforma para estabilizarnos en el 2019, nos permite generar las condiciones para iniciar el proceso de estabilización, porque recuerde que la reforma no genera ingresos automáticos, excepto los provenientes de la amnistía tributaria.
Lo que sí cambia de inmediato es la confianza; entonces en las empresas las decisiones que hoy se están posponiendo pues ya se van a poder tomar, los inversionistas tendrán mayor confianza en la posibilidad de repago de sus acreencias.