Washington. La Reserva Federal Fed de Estados Unidos quedará este miércoles envuelta en la cargada atmósfera política con un probable aumento de las tasas de interés acompañado de fuertes señales de que hará una pausa hasta un nuevo incremento.
La Fed abrió el segundo y último día de discusiones de política monetaria pero su desenlace parece el más incierto en una década. Un notoriamente bajo 75% de agentes del mercado apuesta a que la Fed suba las tasas federales que son la referencia para los préstamos y créditos al consumo.
Una sorpresa es posible pero la probable decisión de la Fed ciertamente enojará al presidente Donald Trump, quien ha cargado con furia contra la entidad por el simple hecho de considerar el cuarto aumento del tasas de 2018.
Empero, señales de que la economía de Estados Unidos pudo haber llegado a su techo hicieron tambalear a los mercados en las últimas semanas y Wall Street borró lo ganado en el año. Lo que los analistas e inversores quieren es confirmar si la Fed hará en 2019 un pausa en su política de endurecimiento monetario.
En tanto las condiciones económicas “no hayan cambiado lo suficiente como para enlentecer dramáticamente el crecimiento” de la economía, “se espera que la Fed anuncie un ‘cauteloso’ aumento”, dijo Jim O’Sullivan, de High-Frequency Economics
Eso supondría elevar las tasas a 2,5% desde 2,25% pero esta vez sin reiterar la idea de prometer "nuevos aumentos graduales".
La Fed divulgará también los pronósticos trimestrales, los cuales probablemente mostrarán que para 2019 podría haber solo uno o dos aumentos de tasas cuando antes se habían previsto tres.
La economía de Estados Unidos sigue mostrando solidez con un desempleo de 3,7%, el menor casi medio siglo. Al mismo tiempo la inflación es de apenas 2% y la confianza de los empresas sigue siendo elevada.
No obstante, varios economistas advirtieron que la economía estadounidense ya llegó a su máximo; especialmente desde que el mercado inmobiliario ha tendido a caer en los últimos meses.
Las guerras comerciales provocadas por Trump y las señales de que China aminora su crecimiento, han agregado más incertidumbre.
En recientes comentarios, el titular de la Fed, Jerome Powell, ha indicado que la entidad considera suspender los aumentos de tasas a la espera de nuevos datos de la economía.
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A mediados de noviembre dijo que la Fed está igual que una persona que debe caminar en un cuarto oscuro y lleno de muebles. “¿Uno que hace? Camina despacio y probablemente se detiene hasta sentir que está en camino. Esto no es muy diferente”, ilustró.
Desde diciembre de 2015 la Fed ha subido ocho veces su principal tasa, llevándola a 2,25% tras casi ocho años en casi cero para ayudar a Estados Unidos a salir de la Gran Recesión de 2008-2009.
Trump prefiere que la Fed haga una pausa ahora y lo ayude a impulsar el crecimiento de la economía. En su último ataque a la Fed en Twitter dijo que la entidad estará cometiendo “otro error” si este miércoles sube los intereses.
Una y otra vez Trump ha ignorado la práctica de los presidentes de no criticar a la Fed para evitar comprometer la independencia de ese organismo que funge como banco central.
Analistas y ex miembros de la entidad han dicho que las presiones de Trump podrían hacer que la Fed suba las tasas, aunque quiera hacer una pausa, para no parecer sometida a las presiones de la Casa Blanca.
“Lleva mucho tiempo ganar reputación pero ésta puede perderse muy rápidamente. Estamos bastante seguros de que Jay Powell no quiere pasar a la historia como el jefe de la Fed que fue presionado por un presidente económicamente ignorante”, dijo Ian Shepherdson, de Pantheon Macroeconomics.