El déficit financiero del Gobierno Central, la diferencia entre ingresos y gastos, alcanzó el 5,1% del Producto Interno Bruto, lo que evidencia un aumento de 0,43%.
El crecimiento en el déficit se deriva de la fuerte caída de los ingresos tributarios durante este período y el aumento en el pago de los intereses de la deuda, un hecho que presionó los gastos al alza.
Los intereses de deuda que crecieron más fueron los de deuda interna (24%) mientras que los intereses de deuda externa aumentaron 5,4%.
A octubre el pago de intereses creció 0,36%, representando el 2,97% del PIB.
De los gastos totales, los intereses fueron el rubro que más creció.
Los ingresos tributarios, que están entre las principales fuentes de financiamiento del Gobierno, mostraron un crecimiento de 1,9% con respecto al año previo, mientras que el año pasado el incremento fue de 5,4%
Según el Ministerio de Hacienda, la reducción en los gastos, sin incluir los intereses, se le atribuye a las medidas de contención de gasto aplicadas por el Gobierno.
Las transferencias y las remuneraciones, que son parte de los gastos del gobierno, aumentaron 4,55% y 4,50%, respectivamente.
Ingresos a la baja
Los ingresos del Gobierno mostraron en octubre la tasa de crecimiento más baja de los últimos cinco años.
Mientras que en el 2013 la variación acumulada de los ingresos corrientes fue de 8,24%, en el 2018 la tasa descendió a 2,10%.
Entre el 2017 y el 2018, los ingresos cayeron 3,09 puntos porcentuales.
Según Hacienda, la caída es explicada por la menor importación de vehículos, que representa ¢19.500 millones menos con respecto al 2017 y por los menores ingresos provenientes del impuesto general sobre las ventas, producto de la desconexión entre el crecimiento económico y la recaudación de impuestos.