El comercio internacional brinda réditos al país, a noviembre del 2018 el monto exportado fue de $10.480 millones, lo que representó un crecimiento del 6,63% con respecto al mismo periodo del año anterior.
El dinamismo se da pese a un viraje en la política de comercio exterior desde el inicio de la administración Solís Rivera. Desde el 2013 Costa Rica no firma tratados de libre comercio de manera bilateral y se resiste a ingresar a la Alianza del Pacífico.
Aún con ese crecimiento, el país no puede descuidarse porque el sector enfrenta una serie de desafíos, uno de ellos es el comportamiento que podría tener el tipo de cambio durante el 2019.
LEA MÁS: La OMC vive una encrucijada sin precedentes
Con la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, el Gobierno baraja una propuesta para la emisión de bonos de deuda externa, lo que revive los temores del sector exportador.
Otro elemento que pone presión es la inestabilidad política de Nicaragua, socio comercial fundamental para las transacciones comerciales en la región. A noviembre, las ventas hacia el país del norte cayeron 10% con respecto al mismo mes del año anterior, de acuerdo con datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Dinamismo a pesar del proteccionismo
Las exportaciones representan uno de los mayores ingresos para la economía nacional. Durante el 2018 las transacciones de bienes y servicios aportaron el 33,6% del Producto Interno Bruto (PIB), según estimaciones del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
No obstante, en momentos cuando se requiere de reactivación económica, el país carece de una política para firmar nuevos acuerdos comerciales, lo que ha generado reclamos recurrentes de la Cámara de Exportadores (Cadexco).
LEA MÁS: Sector exportador creció 7% impulsado por las zonas francas
El país cuenta con 14 acuerdos comerciales vigentes y en el largo plazo solo un tratado se podría sumar a la lista, el TLC entre Centroamérica y Corea del Sur.
El pacto se firmó en tierras asiáticas en febrero del 2018 y meses más tarde comenzó su trámite en la Asamblea Legislativa.
A pesar de que el acuerdo representa un nuevo horizonte para los productos nacionales, Costa Rica no estrechó relaciones por iniciativa propia, sino que lo hizo de manera multilateral.
El último tratado bilateral se remonta a hace más de un lustro, el TLC con Colombia, que se firmó en el 2013 y que entró en vigencia tres años más tarde.
Desde la administración Solís Rivera el país trazó una política menos abierta y se mantiene hasta el momento. Ejemplo de ello es el congelamiento de cualquier aproximación con la Alianza del Pacífico (AP).
Los intentos de adherirse se remontan a la administración de Laura Chinchilla, sin embargo, el proceso pegó contra pared durante el gobierno de Solís.
“En mayo del 2013, durante la VII Cumbre de la AP, se firmó el compromiso de iniciar el proceso de aceptación de Costa Rica a la organización y conformamos un grupo de trabajo para negociar los términos y condiciones de nuestro ingreso”, escribió la expresidenta, Laura Chinchilla en un artículo para EF.
Años más tarde, el proceso de adhesión sigue en pausa a pesar de que las autoridades reconocen los beneficios del bloque conformado por Chile, Colombia, México y Perú.
La administración no descarta vincularse, solo que ahora enfoca sus esfuerzos en finalizar el proceso de integración a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
A criterio de la jerarca “el ancho de banda” del Ministerio de Comercio Exterior no da para implementar dos incorporaciones a la vez.
Eurobonos afectaría competitividad
La posible emisión de $6.000 millones en eurobonos en el mercado internacional le quita el sueño a los empresarios exportadores.
Si el proyecto “Autorización emisión de títulos valores en el mercado internacional y contratación de líneas de crédito” se aprueba en la Asamblea Legislativa, impactaría el tipo de cambio.
Esto se explica porque al existir más cantidad de dólares en el mercado, el precio de las divisas tendería a disminuir.
Por eso el sector teme que los eurobonos afecten sus resultados. Durante la pasada colocación de $4.000 millones de eurobonos por cada dólar que se exportó el sector recibió menos colones, según Laura Bonilla, presidenta de Cadexco.
“Entendemos la situación fiscal del país pero lo que no compartimos es que esto venga a financiar y a solucionar el gasto corriente del Estado. Esto viene a distorsionar la política cambiaria del país, generando de nuevo un impacto en la competitividad de los exportadores”, indicó Andrés Gamboa, director ejecutivo de la cámara.
Las autoridades del Ministerio de Hacienda consideran que la colocación de deuda externa podría estabilizar la deuda pública.
Desde el cuarto trimestre del año anterior, el dólar ha mostrado un comportamiento al alza, lo cual se traduce en beneficios para el sector.
El incremento en el valor de la divisa se tradujo en un respiro en la recta final del año, momento en que los empresarios desembolsan más dinero para el pago de aguinaldos y el Impuesto sobre la Renta.
El desafío regional
La inestabilidad política de Nicaragua representó un gran reto para las exportaciones hacia Centroamérica, el tercer mercado en importancia para el país.
La mayor afectación se dio en junio, cuando las transacciones cayeron 51,11% con respecto al mismo periodo del año anterior, de acuerdo con el portal estadístico de Procomer.
Durante el 2018 el monto exportado fue de $23.982, mientras que un año antes las transacciones fueron de $49.055.
Nicaragua es un socio fundamental tanto para la exportación de productos hacia el Triángulo Norte como para la importación de materias primas a suelo nacional.
La contracción de ese mercado impactó cerca de 700 empresas exportadoras, la mayoría de ellas pymes, que comercializan más de 2.200 productos en tierras nicaragüenses, según Pedro Beirute, gerente general de Procomer.
A pesar del impacto, las ventas a Centroamérica se compensaron con el dinamismo en Honduras, Guatemala y El Salvador. En noviembre del 2018 el mercado tuvo un crecimiento del 2% con respecto al año anterior.
Sin embargo, con la volatilidad que vive Nicaragua, las autoridades no pueden bajar la guardia y deben de priorizar otras opciones para el transporte de mercaderías, como el ferri.
El sector exportador mostró resultados en un año de incertidumbre marcado por la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, el Brexit y la huelga nacional.
A pesar del entorno, América del Norte continúa como el más importante socio comercial del país con un monto exportado de $4.627 millones y 44% de participación.
Le sigue Europa con $2.260 millones y con un peso del 22%, y en tercer lugar está Centroamérica, con $2.246 en ventas, mercado que abarca el 21% del total de las transacciones.