Londres. Una carta que la primera ministra británica Theresa May envió esta semana a su aliado norirlandés DUP provocó la ira de este pequeño partido que la acusa de sacrificar la unidad de Reino Unido para obtener un acuerdo sobre el Brexit.
En la misiva, enviada a los líderes del Partido Unionista Democrático (DUP) y revelada por el diario The Times, May explica que la Unión Europea insiste para que Irlanda del Norte conserve la misma regulación que la vecina Irlanda, país miembro del bloque, y evitar así reinstaurar una frontera entre ambas partes de la isla.
Esta solución, bautizada “backstop” o “red de seguridad”, se aplicaría hasta que el Reino Unido y la UE alcanzaran un acuerdo sobre su futura relación comercial.
May asegura en la carta que “nunca aceptaría” una solución que “divida el Reino Unido”.
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Pero lejos de tranquilizar a su aliado clave, del que depende para tener mayoría absoluta en el parlamento, suscitó la ira del DUP, contrario a que la provincia británica de Irlanda del Norte tenga un trato diferente al resto del país.
“La carta de la primera ministra es una señal de alarma para quienes acuerdan importancia a la integridad de nuestra unión y para quienes desean un verdadero Brexit para todo el Reino Unido”, tuiteó el viernes la líder del DUP, Arlene Foster.
Es una “traición completa”, fustigó en el canal de televisión Skynews el responsable del DUP a cargo del Brexit, Sammy Wilson.
Ante las fuertes divisiones internas de su Partido Conservador, Theresa May, que espera concluir las negociaciones con Bruselas rápidamente para que el parlamento británico pueda votar un acuerdo antes de las vacaciones de fin de año, necesita desesperadamente el apoyo de los 10 diputados del pequeño partido norirlandés para que el texto pueda ser aprobado.
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El número dos de Downing Street, David Lidington, esperó que Londres y Bruselas puedan concluir un acuerdo “en las próximas semanas” y que eso desencadene “una nueva dinámica” en el parlamento.
"Creo que la gente debería preguntarse que es lo mejor para los intereses" de los británicos, "y creo que podremos obtener una mayoría parlamentaria", afirmó Lidington en rueda de prensa con motivo de una cumbre británico-irlandesa en la isla de Man.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, también dijo esperar un acuerdo en las próximas semanas. “Lo más importante”, afirmó, es evitar una frontera “dura” en la isla de Irlanda.
Más allá de la cuestión irlandesa, parece haber otros puntos de fricción.
El diario Daily Telegraph aseguró que Bruselas pide, a cambio del “backstop”, que los pescadores europeos puedan seguir faenando en aguas británicas, lo que provocó la indignación de los pescadores británicos, que votaron masivamente a favor del Brexit con la esperanza de que Reino Unido retomase el control de sus aguas territoriales.