Sí, sus fotos se ven tiernas y/o graciosas. Sí, a mí también me dan ganas de acariciarles y sacurdirles la barriga y complacer su holgazanería a más no poder. A mí también me pasa... y eso que no tengo una mascota.
Pero, gente, con ellas pasa igual que con nosotros: “las mascotas necesitan comer una dieta adecuada y hacer mucho ejercicio para vivir una vida larga, saludable y feliz”, afirman en el sitio PDSA, organización benéfica veterinaria en el Reino Unido.
De hecho, según el sitio de la Asociación para la Prevención de la Obesidad en Mascotas (APOP), cuando una mascota pesa más de lo que debería, es seguro que desarrollará afecciones y comorbilidades secundarias, como artritis, presión alta, inflamación crónica, osteoartritis, diabetes tipo 2, enfermedades respiratorias, cardíacas, renales, cáncer y menor esperanza de vida... sin mencionar que todo esto se traduce en una carga económica importante para los propietarios.
Mascota, ¿estás pasada de peso?
Como sucede con los humanos, puede haber una afección médica que esté causando el exceso de peso, como el hipotiroidismo, el hiperadrenocorticismo o la enfermedad de Cushing.
“Debido a que tienden a holgazanear más, es fácil pasar por alto las enfermedades, ya que atribuimos su letargo a su ‘pereza normal’. Recién estamos aprendiendo cuán serio y amenazador pueden ser unos kilos de más tanto para los humanos como para nuestras mascotas”, explican en APOP.
También en la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA) afirman que algunas mascotas son más propensas a ser obesas debido a factores propios como su raza, la edad, el estar esterilizados, el hecho de ser ser hembras.
Hay un factor adicional que influye en el sobrepeso de su mascota: el dueño. Un artículo publicado en Frontiers in Veterinary Science encontró una correlación entre el sobrepeso en perros y sus dueños.
“Los propietarios obesos pueden tener más probabilidades de tener perros obesos, tal vez porque es menos probable que hagan ejercicio a su perro o porque son menos capaces de reconocer la obesidad”, coinciden en la RSPCA.
El gran problema, añaden en la APOP, es que la obesidad en las mascotas se complica aún más por el hecho de que los animales domésticos son incapaz de hacer elecciones de dieta y alimentación.
De hecho, en el sitio de la organización benéfica veterinaria en el Reino Unido (PDSA) listan, entre las razones por las que las mascotas no logran bajar su sobrepeso, que sus dueños ceden cuando estas ruegan por comida, que estas personas gustan de complacerlas con golosinas o que se sienten inseguros sobre la alimentación en general.
Tampoco la pandemia está jugando a favor de la estadística. Según la última encuesta clínica de APOP, casi seis de cada 10 gatos y perros a nivel mundial fueron clasificados como clínicamente con sobrepeso. Lo más preocupante, indican, es que una quinta parte de ellos tienen sobrepeso a los 6 meses de edad. Y entre más joven empiecen a almacenar libras de más, más jóvenes serán cuand desarrollen las enfermedades relacionadas a ello.
¿Qué hacer?
¡Les cuento en el próximo post!