El crecimiento de usuarios y de la penetración de servicios de telecomunicaciones en Costa Rica tuvo un impacto desigual en la última década, con avances en telefonía móvil y deudas en Internet.
En telefonía móvil se pasó de la posición 123 a la 23 a nivel global entre el 2005 y el 2015. El país cayó en Internet fija (76 a 83) y en Internet fija de alta velocidad o banda ancha (86 a 93), de acuerdo con los datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
La UIT es el órgano de las Naciones Unidas especializado en este sector, y publica las estadísticas en julio de cada año.
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La caída en el ranking de Internet se explica porque otros países avanzaron más en conectividad. Entre tanto, en el país las dificultades en infraestructura y las altas tarifas estarían frenando la demanda de servicios fijos de Internet de alta velocidad.
La situación podría cambiar, dependiendo de los efectos del despliegue de redes de fibra óptica y servicios de contenido que han venido realizando varios operadores. Además, la rectoría del sector impulsa un plan de infraestructura para resolver varios cuellos de botella.
“Si queremos ser un país conectado, debemos tener infraestructura y recursos compartidos”, dijo Edwin Estrada, viceministro de Telecomunicaciones.
A nivel mundial, en 2015 había 7.216 millones de suscriptores a servicios móviles, para una penetración del 99%. En Internet banda ancha fija había 820 millones suscriptores y una penetración del 11%.
Según la UIT, en los países desarrollados la penetración era del 126% en móvil y 87% en banda ancha. En los países en vías de desarrollo esas tecnologías alcanzaban al 93% y al 35% de la población, respectivamente.
“Natural”
En telefonía móvil el país dio un gran salto a nivel de penetración del servicio, así como en el ranking del mundo y el continente.
“Antes de la apertura, el país tenía una penetración móvil relativamente baja y un rezago considerable, por lo que había mucho espacio para crecer rápidamente”, explicó Oscar Emilio Barahona, presidente de la Cámara de Infocomunicación y Tecnología.
En el 2000 solo había 211.614 suscriptores móviles en el país y una penetración del 5% de la población. Del 2005 al 2015 se pasó de 1,1 millones a 7,5 millones de suscripciones y la penetración alcanzó el 151%.
El avance empezó a darse con los esfuerzos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) para defender su posición, ante los nuevos competidores, y con el ingreso de los operadores Movistar y Claro en el 2011.
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“Costa Rica puso un mayor énfasis en cerrar la brecha en móvil celular por el rezago en la apertura”, afirmó Juan Manuel Campos, director de telecomunicaciones de la alianza Facio & Cañas y Ciber Regulación.
Es “natural” que el mayor avance se produjera en móvil, como sucedió también con la reforma en otros mercados.
Las redes celulares son de más rápido despliegue, de menor costo y de mayor rentabilidad incluso en zonas alejadas en comparación con los servicios alámbricos. Además, para los usuarios es más fácil comprar un celular gracias a las opciones de financiamiento.
Barahona agregó que el Estado privilegió el acceso a las tecnologías móviles para los diferentes sectores, con la idea de impulsar después la banda ancha.
De acuerdo con las estadísticas de la UIT, en el país el acceso a la web para hombres y mujeres es prácticamente similar.
Tanto el Gobierno como la industria destacan los esfuerzos que se realizan a través del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) para alcanzar a las poblaciones más alejadas.
Al final de ese periodo hubo una caída en el ritmo de crecimiento de la telefonía celular, atribuido al alcance obtenido y a las limitaciones para crear nuevos tipos de planes y servicios. Esas restricciones tendrían que ver con el actual esquema de tarifa plana para el servicio de datos, según los operadores.
PendienteLos servicios de Internet y de banda ancha crecieron en penetración. En el 2015 el 60% de la población tenía acceso a Internet fija y solo 11% a banda ancha con conexiones de más de 2 Mbps.
No obstante, el país cayó en el ranking global y del continente.
El problema es que el ritmo de crecimiento en Internet no fue constante y en los últimos años la banda ancha apenas mostró signos vitales.
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En este mercado la competencia entre operadores fue tímida al inicio de la apertura. A esto se unen los problemas de despliegue de la infraestructura (falta de “reglas claras” y los conflictos entre empresas dueñas de la postería y los operadores).
El sector y la rectoría confían que el Plan de Acción de Infraestructura de Telecomunicaciones (PAIT) y las estrategias definidas ayuden a facilitar el despliegue de radiobases celulares y de redes de fibra óptica en cantones, vías públicas y área residenciales.
El Viceministerio de Telecomunicaciones cree que su acercamiento con las municipalidades, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo y el Instituto Costarricense de Ferrocarriles ayudarán.
El factor que podría incentivar el interés por Internet de alta velocidad (con tecnología de fibra óptica o de Docsis, en el caso de las cableras) es la demanda de servicios de contenido, como los de video streaming en los hogares y para varias pantallas.
Los mismos operadores locales ya tienen disponibles paquetes de servicios de video por demanda, lo que los habría preparado para cuando sus clientes dejen de consumir televisión y se inclinen por el streaming.
El problema actual es el precio que se cobra por los enlaces de alta velocidad, que frena a los usuarios. Para servicios de 10 y 20 Mbps los usuarios deben desembolsar unos ¢25.000 y ¢50.000 por mes, respectivamente.
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La reducción en las tarifas podría venir de la competencia entre los operadores, la paulatina masificación de las conexiones de banda ancha y de si la Superintendencia de Telecomunicaciones declara al mercado en competencia. Esta resolución está pendiente de estudio y es muy esperada tanto por las firmas de telefonía celular como por los operadores de Internet.
Lo que en definitiva provocaría el cambio en el mercado sería la demanda de contenidos, sobre todo si se evoluciona a video de alta definición o de ultraalta definición con tecnologías como 4K.
“El cambio en el patrón de consumo impulsaría a los operadores a dar una respuesta al mercado”, anticipó Gilles Maury, gerente de tecnología, medios y telecomunicaciones de Deloitte. “Los operadores están listos y no compiten con fuerza porque no ven la reacción de los usuarios”.
Otro factor que empujaría la demanda de alta velocidad tiene que ver con las actividades productivas de las empresas
Aunque ha sido evidente que el mercado se inclina hacia Internet móvil, pues los usuarios recurren a este servicio antes que adquirir un enlace fijo, la generación de contenidos y servicios empresariales requiere de altas velocidades, que sean simétricas y a través de redes fijas.
El crecimiento de estos años en Internet móvil y fijo, sin embargo, no deja de ser bien valorado.
“Hoy es posible usar Uber por los avances en Internet”, resaltó Carlos Gallegos, socio director de servicios de asesoramiento de la firma EY.
Datos en clave
Las estadísticas de la UIT se publican a mediados de cada año y reúnen la información de cada mercado a diciembre anterior.
Los datos corresponden a 228 mercados, que incluyen países, colonias y otras regiones geográficas con base en la información emitida por los organismos nacionales respectivos, incluidos los reguladores locales.
Para banda ancha, la UIT considera las conexiones a Internet desde 2 Mbps. El organismo muestra los datos de los servicios Internet fijo con esa velocidad.
Fuente UIT.