El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prohibió que empresas de su país usen equipos de telecomunicaciones de compañías extranjeras vistas como riesgosas para la seguridad nacional, una medida que parece apuntar a China en plena tensión comercial con Pekín.
Trump declaró una "emergencia nacional" para emitir el decreto, que aplica en particular al gigante chino Huawei, en la mira de las autoridades estadounidenses desde hace tiempo.
“Restricciones irracionales interfieren con los derechos de Huawei”, denunció el grupo chino. Estas limitaciones “no harán a Estados Unidos más seguro y fuerte; en cambio, solo limitarán a Estados Unidos a alternativas inferiores y más costosas”, siguió Huawei en un comunicado.
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La Casa Blanca dijo que tomaba la decisión para proteger al país "de los adversarios extranjeros que están creando y explotando cada vez más las vulnerabilidades de la infraestructura y los servicios de tecnología de la información y las comunicaciones en Estados Unidos".
Para Pekín, se trata por el contrario de una maniobra desleal que distorsiona la competencia.
El decreto presidencial asegura responder a “actos maliciosos favorecidos por Internet, incluido el espionaje económico e industrial en detrimento de Estados Unidos y su población”.
Esta es la medida más severa tomada por el gobierno de Trump contra el sector de la tecnología chino, que está en rápida expansión, particularmente en los mercados emergentes de África, América Latina y Asia.
El desafío tecnológico domina actualmente la rivalidad comercial entre Pekín y Washington.
Las dos primeras economías del mundo están en conflicto con la imposición mutua de aranceles cada vez más altos, desde que Trump inició las hostilidades al hacer de China un objetivo clave de su campaña presidencial de 2016.
Caballo de Troya
“Este gobierno hará lo que sea necesario para mantener a Estados Unidos seguro y próspero”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Ante la posibilidad de que Trump emitiera un decreto así, las autoridades chinas ya habían denunciado un abuso de poder de parte de Washington con el fin de eliminar a las empresas chinas del libre juego de la competencia.
"Hace algún tiempo que Estados Unidos abusa de su poder para desacreditar deliberadamente a las compañías chinas y hacerlas retroceder a toda costa, lo que no es justo ni respetable", dijo Geng Shuang, un portavoz de la diplomacia china.
El funcionario acusó a Washington de recurrir al "pretexto de la seguridad nacional" para evitar que las compañías chinas inviertan y ganen participación de mercado en Estados Unidos.
Con el secretario de Estado, Mike Pompeo, en la línea del frente, Estados Unidos lleva desde hace meses una ofensiva contra Huawei, a quien acusa de espionaje en nombre de Pekín. El Pentágono también ha aumentado las advertencias.
Estados Unidos excluyó a la firma china del despliegue de tecnología 5G en su territorio e intenta convencer a sus aliados occidentales para que hagan lo mismo.
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Los estadounidenses advierten sobre los muchos peligros del espionaje en un mundo donde la quinta generación aumentará la cantidad de objetos conectados, desde vehículos hasta cámaras de seguridad.
Algunos ven a Huawei como un caballo de Troya del gobierno chino.
“Las compañías de telecomunicaciones chinas como Huawei sirven efectivamente como un brazo de inteligencia del Partido Comunista chino”, dijo el senador republicano Tom Cotton. “La administración tiene razón al restringir el uso de sus productos”.
Este miércoles 15 de mayo, el Departamento de Comercio estadounidense insistió en su postura al ubicar a Huawei en una lista de compañías sospechosas con las cuales solo se puede comerciar después de obtener permiso de las autoridades.
El arresto en diciembre de la directora de finanzas de Huawei en Vancouver, Canadá, a pedido de la justicia estadounidense, enturbió más las cosas.
Meng Wanzhou está acusada de haber mentido a varios bancos para que Huawei pudiera acceder al mercado iraní entre 2009 y 2014, en violación de las sanciones a Teherán impuestas por Washington. Podría ser extraditada a Estados Unidos
China critica medidas
El gobierno de China advirtió a Estados Unidos que “protegerá con determinación” a las empresas chinas, luego de que Washington etiquetó al gigante tecnológico Huawei de ser un riesgo de seguridad y de que impuso controles a las exportaciones norteamericanas.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, calificó las medidas de un "abuso en las medidas de control de las exportaciones”, luego de que el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden que exige a los vendedores obtener una autorización para comerciar con Huawei.
Huawei Technologies Ltd., el mayor fabricante de conmutadores para empresas de telefonía e Internet del mundo, lleva una década luchando contra las acusaciones de que facilita el espionaje chino.
“Urgimos a Estados Unidos a que detenga su enfoque equivocado”, dijo el portavoz Kang. "China tomará más medidas necesarias para proteger con determinación los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas”.
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Lu no dio detalles, pero los analistas advirtieron que los controles de exportación amenazan con empeorar un conflicto entre Estados Unidos y China por la tecnología y el comercio.
La restricción es “una grave escalada con China que, como mínimo, pone en duda la perspectiva de que continúen las negociaciones comerciales”, dijeron los analistas de Eurasia Group.
“A menos que se maneje con cuidado, es probable que esta situación ponga a las empresas estadounidenses y chinas bajo un nuevo riesgo”, agregó la firma.
El decreto emitido por Trump declaró una emergencia económica nacional que faculta al gobierno a prohibir el uso de tecnología y servicios de “adversarios extranjeros” considerados “riesgos inaceptables” para la seguridad del país, incluidos los que puedan servir al ciberespionaje y el sabotaje.
No nombró países ni compañías en específico y le dio al Departamento del Comercio un plazo de 150 días para presentar regulaciones.
Bofetada
En una clara bofetada a Huawei, el Departamento también puso a la compañía y sus filiales en una lista que las obliga a solicitar la autorización del gobierno de Estados Unidos cuando pretendan comprar tecnología estadounidense.
Actualmente Washington y Beijing están enfrascados en una guerra comercial que refleja, en parte, una disputa por el dominio económico y tecnológico a nivel mundial, y las medidas adoptadas el miércoles incrementan las tensiones.
La orden ejecutiva atiende las preocupaciones del gobierno estadounidense de que el equipo de proveedores chinos podría representar una amenaza de espionaje a la infraestructura de internet y telecomunicaciones de Estados Unidos.
Huawei es percibido como un peligro entre los círculos estadounidenses de seguridad nacional durante buena parte de la última década.
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Funcionarios judiciales y de los servicios de inteligencia aseguran que el espionaje económico y el robo de secretos comerciales en China son comunes.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses no han presentado evidencia de que algún equipo Huawei en Estados Unidos o en alguna otra parte del mundo haya sido alterado por el fabricante para facilitar el espionaje de Beijing.
Huawei rechaza firmemente cualquier involucramiento con el espionaje chino.
Un alto funcionario del gobierno estadounidense, que solicitó el anonimato, dijo a la prensa en una llamada telefónica que la orden “no tenía dedicatoria a compañía o país alguno” y tampoco sería retroactiva.
Las autoridades dijeron que prevén “controles provisionales” previos a las normas definitivas, aunque no fueron claros en este punto.
“Es una señal para los amigos y aliados de Estados Unidos de lo lejos que Washington está dispuesto a ir para bloquear a Huawei”, dijo Adam Segal, director de seguridad cibernética en el Consejo de Relaciones Exteriores.
Muchos en Europa se han opuesto a la fuerte campaña diplomática de Estados Unidos por implementar una prohibición total al equipo de la compañía china para la instalación de redes inalámbricas 5G.
Medida necesaria
El senador demócrata Mark Warner, vicepresidente de la Comisión de Inteligencia del Senado y exejecutivo de telecomunicaciones, describió el decreto como “una medida necesaria” en un comunicado que ratifica la aseveración del Departamento de Estado de que la ley china obliga a Huawei a actuar como un agente del estado.
Sin embargo, advirtió que su puesta en marcha no “daña ni paraliza” las actividades legítimas de negocios.
Las principales operadoras de telefonía inalámbrica y proveedores de Internet en Estados Unidos se han comprometido a no utilizar equipo fabricado en China después de que la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes publicó un informe en 2012.
En el documento se señaló que Huawei y ZTE, la segunda mayor compañía de telecomunicaciones de China, deberían ser excluidas por permitir el espionaje ordenado por Beijing.
El año pasado, Trump firmó una medida que prohibía al gobierno estadounidense y a sus contratistas utilizar equipo de los proveedores chinos.
La Comisión Federal de Comunicaciones elabora una norma que cancelaría los subsidios a las compañías que utilicen cualquier equipo prohibido que represente una amenaza a la seguridad nacional.
Los teléfonos móviles de Huawei son prácticamente inexistentes en Estados Unidos, y la semana pasada la comisión rechazó la solicitud de una compañía telefónica china para proveer servicios en el país.
Apenas 2% del equipo de telecomunicaciones comprado por las empresas de telefonía en Norteamérica en 2017 fue fabricado por Huawei.
Las consecuencias económicas internas se limitarán principalmente a las pequeñas empresas de telefonía rural para las que los equipos de Huawei son atractivos debido a su bajo costo.
Esto podría hacer más difícil ampliar el acceso a Internet rápido en las zonas rurales.