El reloj inteligente Basic, creado por Intel, tiene sensores en la parte posterior para registrar el ritmo cardíaco (sin necesidad de una correa para el pecho) y para seguimiento de su actividad diaria de forma automática, incluyendo actividades deportivas mediante aplicaciones.
Además, recibe notificaciones de textos, llamadas, correo electrónico y calendario.
Este smartwatch registra calorías quemadas y cantidad de pasos; identifica paseos, carreras y cuando el usuario duerme sin tener que pulsar un botón; y detecta la duración, etapas y la calidad del sueño.
A través de un motor óptico determina la temperatura y la respuesta galvánica de la piel. Es resistente al agua, por lo que se puede usar en natación; tiene pantalla táctil de navegación sencilla y su batería dura hasta cuatro días de uso. También se sincroniza con el iPhone o móviles Android mediante Bluetooth.
Este fue uno de los dispositivos de tecnología del vestir o wearables mostrados por Intel la semana pasada en su sede de San Antonio de Belén, junto a los audífonos SMS Audio BioSport y el Compute Sick, los cuales por sus características están aumentando la curiosidad de los usuarios.
“En la región estamos abriendo canales para wearables y estamos por empezar a testear los mercados”, dijo Steve Long, gerente regional de mercadeo de Intel. “Hay mucho interés y más bien tenemos más demanda”.
La firma también presentó computadoras portátiles con procesadores en cuyo desarrollo han participado ingenieros locales.
“En la quinta generación de chips –utilizada cada vez más en dispositivos– participaron los ingenieros costarricenses con un 40% de propiedad intelectual. Adicionalmente, todos los dispositivos con Atom también cuentan con participación de 100% de ingenieros costarricenses”, dijo Katherine Martínez, gerente de mercadeo para Centroamérica.
Intel mantiene en Costa Rica un centro de servicios y un centro de investigación y desarrollo, que incluye un laboratorio para prueba de nuevos productos que este fabricante prepara para lanzar al mercado global.
Poco a poco
Los dispositivos de tecnología del vestir que Intel mostró podrían estar en las tiendas locales a finales del presente año.
Actualmente los usuarios interesados pueden comprar el smartwatch de Samsung y en setiembre próximo empezaría la venta del Apple Watch.
“De manera exclusiva lo vamos a tener en las tiendas Plus (Multiplaza Curridabat y Escazú) y a partir de la liberación oficial lo vamos a tener en todas nuestras tiendas”, informó Maricela Jiménez, encargada de mercadeo de Industrias de Computación Nacional (iCon). Agregó que todavía no cuentan con precios definidos del dispositivo.
Por su parte, Intel estableció una alianza con varias firmas como Google, fabricantes de lentes y de relojes, y otras de productos para deportistas, para expandir el portafolio de wearables y dispositivos con sensores para Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), que muestran crecimientos anuales entre 15% y 20%.
Tanto la fabricación de wearables y de dispositivos para IoT van de la mano con el desarrollo de aplicaciones y su popularización en el mercado.
Intel, por ejemplo, realizó un concurso de desarrolladores del que surgió Nixie, una pulsera que se eleva como un drone para captar fotografías y selfies . El dispositivos fue dado a conocer en el CES Las Vegas, en enero pasado.
Las aplicaciones y dispositivos para ejercicios, salud y monitoreo (de bebés, enfermos y adultos mayores) son las que abren camino para que los usuarios estén cada vez más receptivos a estas tecnologías.
La idea es que también se pueda avanzar al uso de sensores en diferentes actividades productivas, incluso en pequeñas empresas para controlar procesos.
Recientemente Chris Kuntz, gurú de IoT y vicepresidente de ThingWorx, quien estuvo invitado hace unas semanas por el Colegio de Profesionales de Informática y Computación, mostró cómo en las actividades agrícolas se puede monitorear la maquinaria, las cosecha, los sistemas de riego, la humedad de los suelos y las áreas donde se han aplicado fertilizantes, por ejemplo.
Según Kuntz, estos datos se podrían combinar con las predicciones meteorológicas –mediante una aplicación– para que el agricultor pueda determinar qué hacer ante los hechos que se pueden presentar.
Para posicionarse, tanto los wearables como con los sensores y dispositivos de IoT deben resolver alguna situación específica de los usuarios y de las empresas. “De nada sirve que se tenga todos esos datos si no se puede utilizar para resolver alguna situación”, recalcó Long.