En un país en el que existe mayor posibilidad de que un gerente general se llame Carlos en lugar de Karla, tres mujeres lograron romper el techo de vidrio en la industria tecnológica.
El sector padece a nivel mundial y local de una baja participación femenina. Es un fenómeno que se nota desde las aulas universitarias.
De las diez especialidades técnicas con mayor graduación femenina, solo cinco se relacionan con las 10 que más demandan las empresas que corresponden a electrónica industrial, tecnologías de la información y comunicación (TIC), idioma para centros de servicios y contabilidad.
Mientras que los hombres se alinean más con esas oportunidades, pues ocho de las 10 especialidades en que más se gradúan coinciden con las más demandadas, señala la plataforma Hipatia del Programa Estado de la Nación.
A pesar de este panorama, en EF entrevistamos a tres mujeres que lograron superar las barreras salariales, de género y de especialización al llegar a ocupar puestos de alta gerencia. Ellas son Ineke Geesink, gerente país de Microsoft; Andrea Corrales, gerente de terminales de Huawei Costa Rica y Johanna Escobar, directora país de Telefónica.
LEA MÁS: "Las mujeres debemos ser disruptivas, necesitamos trascender"
Con equidad los negocios ganan
Basada en su experiencia, las tres concuerdan en que la equidad de género y diversidad de pensamiento resultan ser ventajas competitivas para los negocios.
Ineke Geesink es una ejecutiva con una trayectoria de casi 20 años en Microsoft y con experiencia en el desarrollo de estrategias de producto, ventas y marketing tanto para Costa Rica como para América Central, América del Sur y Caribe.
Las posibilidades de esta ejecutiva comenzaron a despegar gracias a las políticas de inclusión de Microsoft.
LEA MÁS: “Las sociedades pierden cuando las mujeres no se insertan en los negocios”
En esta compañía cuentan con programas que incluyen asignaciones adicionales para entrenarse y aprender funciones de puestos superiores. También se aseguran de la participación femenina en las vacantes dentro de la compañía.
Andrea Corrales, llegó a Huawei en 2013 cuando la compañía contaba con tan solo tres personas para Costa Rica. En ese momento ella ocupó el puesto de gerente de ventas.
Dos años después ella fue nombrada como la directora de la división Consumer Business Group. Corrales es la única mujer que ocupa este puesto a nivel mundial en Huawei.
“Yo como gerente creo en un equipo balanceado. Es un mito que somos iguales, lo que sí es cierto es que estamos en igualdad de capacidades, pero aportamos cosas diferentes. Un equipo tiene que estar compuesto por hombres y mujeres en alta gerencia”, dijo Corrales.
En Telefónica también consideran la equidad de género en puestos de mando, así lo dijo Johanna Escobar, directora país de esta firma.
Escobar tiene 20 años de trabajar en Telefónica. Ella es guatemalteca, máster en administración de empresas y recursos humanos.
Asumió la dirección de la compañía para Costa Rica en el 2016 y anteriormente se desempeñó como directora de experiencia de clientes para Telefónica Centroamérica.
“Tenemos un compromiso en la alta dirección para aprovechar el género. Consideramos que la diversidad es algo estratégico y es parte del plan responsable de la compañía”, afirmó Escobar.
En Telefónica garantizan que en todos los puestos vacantes dentro de la firma haya al menos la presencia de una mujer para efectuar el proceso de reclutamiento.
Diseñar un plan de carrera
Las tres coinciden en que sus nombramientos no fueron una cuestión fortuita, sino que desde el diseño de su plan profesional ya contemplaban llegar a un puesto de alto mando.
Las mujeres tienen la responsabilidad en saber a qué aspiran, conocer sus habilidades y comunicarle a sus jefes que les interesa llegar a un puesto de gerencia, recomendó Geesink.
La crianza es un factor que resulta clave a la hora de efectuar un plan de carrera debido a que normalmente al hombre se le estimula el pensamiento creativo y científico con juguetes como dinosaurios, legos, astronautas... Mientras que a la mujer se le fomenta el cuido con cocinas y muñecas.
En Costa Rica, datos de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) señalan que las áreas con mayor demanda de empleo son las ingenierías, y según Hipatia, las mujeres son apenas el 26% de los profesionales en informática, 32% en ingeniería industrial, 11% en ingeniería eléctrica y electrónica, y el 7% en ingeniería mecánica.
Uno de los ejemplos que brindó Corrales está en su experiencia de contratación de personal. Ella afirmó que tiene un plaza vacante y solo ha recibido solicitudes de hombres; esto complica elevar la participación femenina.
Dejar atrás la timidez
Para aspirar a un puesto gerencial, estas mujeres líderes dicen que es necesario dejar la timidez y apostar por el mayor crecimiento profesional.
“El cielo es el límite”, fue una frase que usaron las tres.
Ellas en su día a día están acostumbradas a liderar procesos de reclutamiento y han visto cómo los hombres, en la mayoría de los casos, son más arriesgados.
Si un hombre ve que de cinco requisitos solo cumple tres, no le importa y de igual forma participa para obtener un ascenso. Si una mujer cumple con solo cuatro, decide quedarse en su puesto.
“No todo se le puede achacar a las empresas, muchas veces somos las mujeres. Necesitamos cambiar el pensamiento, ser más arriesgadas y también para las mujeres que ya hemos llegado a puestos gerenciales, tenemos que tenderle la mano a las que vienen”, agregó Corrales.
En la experiencia de estas mujeres, han tenido que ser firmes con su criterio y demostrar doblemente sus capacidades para llegar a liderar.
“En Costa Rica ya hemos superado la meta, más del 50% de puestos son liderados por mujeres. Esperamos que podamos ser un ejemplo para ayudar a otras organizaciones para innovar y abordar el tema de género”, dijo Barrantes.
En el país urge una mayor articulación entre políticas sociales y políticas educativas, de empleo y de competitividad, como por ejemplo, implementar iniciativas de orientación vocacional que motiven a las muchachas a escoger una formación técnica que aumente sus probabilidades de insertarse en el mundo laboral, dijo María Santos, coordinadora de Hipatia.
La importancia de incorporar más mujeres en las áreas de Ciencia y Tecnología no es solo un asunto de equidad.
Los impedimentos para que más mujeres se formen en estas disciplinas privan a la sociedad costarricense de talento calificado, que ya de por sí es escaso.
Se necesita conformar una sociedad más inclusiva para alcanzar la excelencia científico-tecnológica.