TikTok, filial de la sociedad china ByteDance, pidió a la justicia estadounidense que derogue la decisión de prohibir desde este domingo 20 de setiembre la descarga de su aplicación en Estados Unidos.
El gobierno del presidente Donald Trump atribuyó su decisión a razones de seguridad nacional pero TikTok alega que “las razones son políticas”, según la acción presentada la noche del viernes en un tribunal de Washington.
La compañía china asegura también que la prohibición viola el derecho constitucional a la libre expresión así como el derecho a un justo proceso, también garantizado por la constitución estadounidense.
Si la interdicción es mantenida, destruirá “en forma irreversible” la actividad de TikTok en Estados Unidos, donde esa aplicación cuenta con 100 millones de usuarios, de acuerdo con la demanda.
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En un nuevo paso de su enfrentamiento con China, Estados Unidos decidió el viernes prohibir la descarga de TikTok y también de WeChat, una plataforma que permite transmitir mensajes y realizar compras y pagos, entre varios servicios. WeChat es utilizada por 19 millones de habitantes de Estados Unidos.
Le medida fue tomada en momentos en que ByteDance negocia a ceder parte de sus actividades a una firma estadounidense.
China denunció la “intimidación” de Estados Unidos y en represalia adoptó el sábado un mecanismo que restringe las actividades de empresas extranjeras.
Limitada funcionalidad
La prohibición que regirá desde el domingo prohíbe descargar TikTok, una red socia de videos que tiene mucho éxito en Estados Unidos; y WeChat, una aplicación china que, entre otros servicios, permite intercambiar mensajes, comprar y pagar.
Las funciones de WeChat serían afectadas inmediatamente en cuanto rija su bloqueo aún cuando algunos de los servicios podrían seguir funcionando, dijeron funcionarios estadounidenses.
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TikTok dejará de funcionar el 12 de noviembre, pero hasta entonces los usuarios estadounidenses no podrán descargar sus actualizaciones.
La medida eleva la presión sobre ByteDance, casa matriz de TikTok, para que llegue a un acuerdo con un socio estadounidenses que alivie las preocupaciones de Washington sobre la seguridad de los datos. Oracle, un gigante de Silicon Valley, está en conversaciones para operar TikTok en Estados Unidos.
Fragmentación en la web
Las prohibiciones estadounidenses generarían más grietas en el sistema mundial de internet al permitir que los gobiernos puedan bloquear servicios a su antojo, afirman expertos.
“Es probable que la decisión de Trump fragmente aún más internet”, indicó Darrell West, director del centro de innovación tecnológica de Brookings Institution.
“Alentará a otros países a tomar represalias contra compañías estadounidenses y plantea sus propias preocupaciones de seguridad para empresas extranjeras. El resultado podría ser muchas internets diferentes basadas en el país de origen”, añadió.
Adam Mosseri, ejecutivo de Instagram, propiedad de Facebook, dio cuenta de las mismas preocupaciones. “Una proscripción de Estados Unidos a TikTok sería bastante mala para Instagram, Facebook y, más ampliamente, para toda la internet”, señaló en Twitter.
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Mosseri agregó que “la mayoría de las personas que usan Instagram están fuera de EE.UU. al igual que la mayor parte de nuestro potencial crecimiento. Los costos de largo plazo... en países que hagan demandas agresivas y nos prohíban en la próxima década, superarán los de frenar actualmente a un competidor”.
TikTok y WeChat presentaron demandas judiciales contra las medidas estadounidenses.
Vanessa Pappas, jefa interina de TikTok, declaró que el desafío “es ciertamente mayor que la app”.
“Este momento tendrá un profundo impacto en nuestra industria y dará forma a la internet de los próximos años”, tuiteó Pappas.
El profesor de la derecho constitucional de la Universidad de Texas, Robert Chesney, estimó que las demandas enfrentan una batalla cuesta arriba ya que los tribunales normalmente admiten a los presidentes ejercer poderes de emergencia para imponer embargos.
Chesney agregó que hay elementos de la Primera Enmienda en las demandas pero las prohibiciones relativas a transacciones comerciales de empresas tecnológicas aún están sujetas a revisiones de seguridad nacional.
“Tienen derecho a la libertad de expresión pero eso no les da derecho a montar un negocio utilizando la infraestrcutura de Estados Unidos”, concluyó el especialista.