Las aplicaciones de entregas colaborativas llegaron para quedarse y no solo por las facilidades que le brindan a los clientes, sino también porque estimulan el ecosistema del e-commerce.
Estas firmas se posicionan como una de las tendencias que potenciarán las ventas en línea debido al servicio de logística de entregas que ofrecen, el talón de Aquiles de muchas marcas.
Los comercios, principalmente los más pequeños, encuentran mayores beneficios al asociarse con estas aplicaciones ya que se unen a una plataforma que ofrece una pasarela de pagos segura, una especie de menú digital y las entregas a domicilio.
Las grandes marcas también encuentran réditos al despreocuparse por el mantenimiento de una flotilla exprés y la atención a clientes a través de call center.
Aplicaciones como Go Pato, Glovo, Hugo, Moovin y Uber Eats aseguran que hay mercado para todas y que sus números en el país son positivos.
Ahora están enfocadas en expandir paulatinamente las zonas de cobertura y para lograrlo necesitan enganchar a más comercios.
Relación ganar-ganar
La explosión de aplicaciones y servicios por Internet desde dispositivos móviles representa una oportunidad para las empresas que buscan nuevas formas de comercializar sus productos.
El gancho principal de estas aplicaciones fue la entrega de comidas a domicilio, pero hoy incentivan los servicios que generen mayor fidelidad y una relación de confianza con el cliente como las compras en supermercados, farmacias, veterinarias, entradas a eventos y mandados en general.
Pedir comida de forma exprés puede ser confiado a diferentes empresas, pero enviar la mascota al veterinario o solicitar las compras del supermercado requiere de un vínculo de confianza.
En este aspecto es que las apps de entregas y los comercios unen fuerzas para capturar a su clientela a la vez que fortalecen su canal de e-commerce.
Esta es la apuesta de Go Pato, startup costarricense que opera en el país desde el 2015.
“Desde los inicios de Go Pato, ha existido la parte de servicios para compañías más que consumidor final, a medida que evoluciona el mercado las compras en línea se extienden a las diferentes industrias”, afirmó Israel Tejada, encargado de comunicación de la app.
La clave para hacer parte a un negocio de este ecosistema es diseñar una solución para la realidad de cada negocio, según los patos.
Cuando un negocio se hace parte de este portafolio, en la startup se encargan de generarle los datos de sus entregas con la finalidad de diseñar estrategias comerciales para ser más eficientes con las ventas en línea.
Los “patos” (encargados de entregas) están en todo el casco metropolitano, Tamarindo y El Coco (estos dos últimos en Guanacaste). A inicios de diciembre habilitarán cobertura en Heredia.
Hugo, app que comenzó operaciones en noviembre pasado, tiene como afiliados a gran variedad de comercios que van desde restaurantes, food trucks, tiendas de conveniencia, supermercados, floristerías, retail, farmacias y boleterías.
Esta empresa es de capital salvadoreño y cuenta con el apoyo de diferentes fondos de inversión internacionales. Opera en Centroamérica con 1.400 comercios afiliados en total.
“Trabajamos de la mano con nuestros proveedores en desarrollar estrategias de mercadeo para aumentar sus ventas. Básicamente, nos convertimos en su mano derecha de logística, servicio al cliente y departamento de mercadeo. A un muy bajo costo, nuestros comercios afiliados cuentan con una sucursal en línea en la que pueden acceder a más de 400.000 usuarios”, señaló Alejandro Argumedo, CEO de Hugo.
Moovin es una compañía costarricense que trabaja con 250 comercios afiliados al servicio de entregas.
El valor agregado que le ofrece esta firma a sus partners es el soporte multicanal inmediato, garantías sobre la mercadería, datos agregados que les ayudan a tomar decisiones estratégicas de negocio y envíos multipunto.
Con el fin de crecer de forma conjunta –la app y comercios– elaboran estrategias comerciales y promociones conjuntas, dijo María Castro, gerente de mercadeo de Moovin.
Mientras tanto, Glovo es una startup de capital español que comenzó a operar en abril de este año.
Su modelo de negocio es el multidelivery on-demand que le permite al usuario comprar, recibir y enviar casi cualquier producto dentro de la misma ciudad.
En Glovo se pueden solicitar entregas de comida, compras del supermercado, encargar un regalo y con la opción anything el cliente puede ordenar prácticamente cualquier servicio de entrega.
En los primeros cuatro meses de operación, Glovo registró más de 30.000 descargas y 100 repartidores asociados a la plataforma, indicó Toni Riera, gerente país de Glovo para Centroamérica.
Actualmente, el servicio está disponible en San José, pero la empresa tiene un plan de expansión para cubrir toda la Gran Área Metropolitana.
Recientemente Uber Eats comunicó que, además de brindar el servicio de comidas, también trabajará con Farmavalue para la entrega de medicamentos.
Uber Eats opera en el país desde diciembre del 2017 y cuenta con más de 1.000 restaurantes afiliados.
Cambio de paradigma
Antes de estas aplicaciones no existían muchas plataformas en las cuales la gente tuviera la confianza de ingresar sus datos personales y de tarjetas de crédito y débito para hacer compras en línea.
Actualmente esta práctica se vuelve más normal e incentiva el nacimiento de más emprendimientos tecnológicos.
Con un bajo costo los comercios pueden contar con una sucursal en línea, un procesador de pagos y un sistema automatizado de logística; además de una flotilla y agentes de servicio al cliente.
Este fenómeno de entregas es mundial. Grandes empresas como Ford, ya manifestaron su interés de entrar en este negocio.
El auge de compras en línea, el caos vial y la necesidad de urgencia hacen que estos servicios sean apetecidos.
Globalmente, los inversores colocaron el año pasado $6.200 millones en startups de entregas de comida y mandados, un 32% más de lo recaudado en todo el 2017, según datos de la empresa de investigación CB Insights.
En la región empresas como la colombiana Rappi, que también se dedica a esta industria, ya fue catalogada como unicornio, es decir, está valorada en más de $1.000 millones.
De momento estas apps se perfilan como una solución de e-commerce que puede ser complementada con una estrategia digital robusta y especializada.