Hoy día, la economía de Costa Rica genera más servicios de software (como paquetes informáticos, apps y animaciones digitales) que exportaciones de café.
El crecimiento de este sector, basado en el conocimiento, ha sido constante y exponencial en los últimos 10 años y con altos grados de sofisticación tecnológica. A futuro, su potencial es elevado en un mundo que se puebla de sensores y dispositivos móviles.
En el 2002, el sector vinculado a los servicios de software aportaba un 0,28% al Producto Interno Bruto (PIB), según cifras del Banco Central. Una década después, el peso de este sector en la producción local equivale a un 1,31% del PIB; es decir, ¢21.808,32 millones.
En este periodo, el aporte a la economía de las empresas que desarrollan y comercializan sistemas y aplicaciones de software en el país creció 594%en términos reales, equivalente a más de un punto porcentual del PIB.
Con ello, la industria de servicios de sistemas informáticos representó en el 2012 una cuarta parte de la producción agrícola (5,7%) en la economía y superó las exportaciones de café (1%).
El crecimiento del sector de servicios de software se ha mantenido constante, con un pico en el 2010 de un 53,95% con respecto al año anterior.
Este efecto podría deberse a la valoración del colón frente al dólar y al ingreso de siete empresas multinacionales y nacionales vinculadas a las tecnologías de la información y comunicación.
En ebullición
Los cálculos de la autoridad monetaria se basan en los datos recaudados de todas las empresas ubicadas en el régimen de zona franca y una muestra representativa de aquellas que operan fuera del régimen.
Se trata de un registro de más de 1.400 empresas que realizan unas 30 actividades vinculadas al sector de servicios de software . Entre ellas, actividades de programación informática, servicios de diseño y desarrollo de aplicaciones, sistemas operativos, software de red, bases de datos, juegos en líneas y servicios de alojamiento web.
Empero, el tamaño de la industria tiende a ser mayor, si se toma en cuenta que la Dirección General de Tributación del Ministerio de Hacienda registra 7.600 contribuyentes registrados en actividades económicas vinculados con software .
Son personas físicas y jurídicas cuyos ingresos provienen directamente de encadenamientos de esta industria o por medio de ella. Entre ellos, consultores en informática, diseñadores de páginas web, comerciantes al por mayor de paquetes informáticos y diseñadores de software .
La contribución de este grupo al fisco con el impuesto a la renta creció en un 70% entre los años 2008 y 2012, al pasar de ¢2.436,25 millones a ¢4.141,78 millones.
“Estos son números grandes que dejan ver el potencial del ecosistema digital. Estamos hablando de un incremento de casi 470% en 10 años, sin ningún tipo de subsidio estatal”, comentó Alexander Mora, presidente de la Cámara de Tecnologías de la Información y Comunicación (Camtic).
Empero, Mora advierte que las cifras del Banco Central no muestran todo el aporte de la industria a la economía.
Por ejemplo, el desarrollo de animaciones digitales en un medio de comunicación y de apps de un banco quedan fuera de la contabilización de la producción nacional, porque la actividad central de las empresas no está vinculada a la industria de software .
“Se necesita de política pública para actualizar la forma en que se contabiliza el ecosistema digital”, dijo Mora. Una tarea que está en proceso por parte del Central.
Dimensionar su tamaño pasa por adaptar las herramientas del Central a la transformación tecnológica y del modelo de negocios del sector. Y es que la industria de servicios de software no está en línea con el esquema de producción agrícola. A esto se suma nuevos subsectores como el diseño de apps y animaciones digitales que mezclan ingeniería y diseño.
También el modelo de negocios del sector ha sufrido un cambio en los últimos años. Las empresas pasaron de vender paquetes de software a comercializar servicios en la nube.
Aprovechar la ola
La industria de software en el país se empezó a formar en la década de 1960, cuando empresas como IBM y Burroughs (Unisys) ingresaron y enseñaron a programar sus equipos a los jóvenes que contrataban. Quienes adquirían estos equipos eran las grandes instituciones del Estado para el manejo de sus planillas y facturas.
Crear software era una profesión que solo se enseñaba en el extranjero hasta que la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Instituto Tecnológico (TEC) integraron este la enseñanza de este campo en su oferta en la década de 1970.
En la actualidad, las carreras vinculadas con la computación están entre las profesiones más solicitadas en las universidades.
Del 2006 al 2011, se egresaron de la carrera de computación 9.256 estudiantes (un promedio de 1.851 personas por año) de universidades públicas y privadas, según datos del Consejo Nacional de Rectores (Conare). En tanto, en la carrera de ingeniería de software se egresaron 2.615 alumnos entre 2010 y 2012.
Lilliana Sancho, socia de Advansys, empresa del Grupo Babel, explicó que la industria tica ha sabido aprovechar los momentos de desarrollo tecnológico y las necesidades de otras industrias por modernizar sus procesos. Ejemplo de ello fue el cambio del milenio, que generó una demanda interna para actualizar y cambiar los sistemas informáticos en las empresas e instituciones que empleaban la variable de la fecha. “Esto generó nuevos negocios y el nacimiento de más empresas”, dijo Sancho, quien es profesora del TEC.
Y es que, a diferencia de otras actividades productivas, el sector de servicios de software ha estado ligado a la demanda interna de estas tecnologías.
Por ejemplo, un 43% de la producción de servicios de software en el 2012 se exportó, mientras que un 57% tuvo demanda interna, según el Banco Central. Lo anterior muestra que el sector ha acompañado la maduración tecnológica del parque empresarial del país.
Por su parte, Anabel González, ministra de Comercio Exterior, comentó que las exportaciones en tecnologías de la información y comunicaciones de Costa Rica lideran en América Latina en términos relativos y absolutos. Aseguró que el sector tiene mucho potencial y crece de manera importante.
Ignacio Trejos, rector de la Universidad Cenfotec, opinó que el sector tiene el potencial de crecer más y de manera exponencial. Esto dependerá de factores con redes de comunicación que permitan navegar a mayor velocidad y el dinamismo para bajar y subir contenido a la nube, entre otros.