Hablar de celebridades esta semana implica un debate tecnológico. ¿Cómo se roban las fotos de las mujeres más famosas del mundo de plataformas a las que todo el mundo sube sus imágenes?
Durante el fin de semana se distribuyeron fotografías personales de estrellas como la ganadora del Oscar, Jennifer Lawrence. El Buró Federal de Investigación (FBI) estudia el caso.
Según el laboratorio Eset de Latinoamérica, los hackers cuentan con videos e imágenes, tanto de celebridades como de gente "de a pie", con las cuales comercian todos los días. El suceso es abrumador por lo común que se ha vuelto. Ariana Grande, Rihanna, Scarlett Johansson y Kim Kardashian ya habían pasado por lo mismo.
En el caso de las nuevas celebridades invadidas, la información se obtuvo desde un servicio asociado al móvil y no desde el dispositivo directamente. Precisamente, iCloud está en la mira.
La mayoría de teléfonos inteligentes comparten las fotografías privadas en la nube a modo de copias de seguridad. Android las guarda en Gmail y Apple en el iCloud. ¿Se ha preguntado quién puede ver esas fotos? Corrobore que el acceso no sea público y, en todo caso, desactive la copia automática de seguridad: solo envíe a la nube lo que realmente quiere guardar allí.
El laboratorio Eset recomendó, en un comunicado de prensa, utilizar el doble factor de autenticación. Establecer dos contraseñas para un mismo servicio puede parecer abrumador, pero es una práctica recomendable para proteger el contenido privado.
El descuido de los dispositivos también puede resultar fatal para los intereses privados de las personas. Si alguien le roba el celular, ¿cómo haría para borrar todo el contenido sensible que está allí adentro?
Es vital utilizar un código PIN pero también cifrar el contenido (la memoria del teléfono) de manera que lo pueda localizar y borrar remotamente en caso de pérdida o robo.
Esta última herramienta la ofrecen algunas empresas de antivirus.