Taipéi, Taiwán. En medio del sopor del verano taiwanés, siempre disminuido por una máquina de frío, cientos de caras asiáticas se reúnen en un comedor gigante, chopstick en una mano, celular en la otra.
Son los ingenieros de una de las corporaciones de chips sin fábrica más potentes del mercado de smartphones , Mediatek, basada en el parque científico de Hsinchu, Taiwán.
Lograr que cada persona en el mundo tenga un celular en su mano, como ellos, no es una tarea fácil, pero es la función principal de estos ingenieros.
Su trabajo de todos los días es crear chips para celulares tan sofisticados y competitivos como el iPhone 6 o el Samsung S6 pero a precios mucho más bajos.
También, otros muchos más asequibles para que todas las personas del mundo puedan tener el propio. Una revolución tecnológica que podría cambiar al mundo.
Desde hace dos años, la empresa que se había dedicado típicamente al mercado de los feature phones o celulares sencillos, ingresó al mercado de los teléfonos inteligentes con la clara tarea de disminuir su precio promedio.
Lo que cuesta un celular
¿Por qué un smartphone es mucho más caro que otro aunque ambos sirvan prácticamente para lo mismo?
La respuesta no se puede limitar a la calidad o a la marca del producto (“claro, ¡es que Apple cobra por todo!”).
Son las unidades más pequeñas del cerebro del celular, los circuitos integrados o chips, los que protagonizan la trama.
Desde los chips se puede controlar cuánto se puede llegar a calentar la batería, cómo se verán las imágenes desde la pantalla del dispositivo, cuánto potencial de la cámara se puede aprovechar y hasta cuántos programas se pueden ejecutar al mismo tiempo.
El precio de un smartphone depende, desde su origen, de esos factores microscópicos que no se ven, pero se sienten.
Tras ellos, se tejen agresivos modelos de negocio que determinan su eficiencia y su adaptabilidad al hardware y software , lo que los vuelve no solo más baratos sino más fáciles de utilizar para una compañía incipiente.
La historia del chip
Hace diez años, en los tiempos del revolucionario celular con foco, Nokia diseñaba y producía sus chipsets en sus propias fábricas, pasándole por encima a otros fabricantes de chips para celulares, como Mediatek.
De vuelta al futuro, sus destinos se unen. El costo de mantener una fábrica de chips es tan alto que cada vez son menos las que se atreven a incurrir en semejantes gastos.
Para cada nuevo chip, las máquinas prácticamente tienen que reinventarse y eso puede costar unos $3.000 millones, explica Harry H. Chen, ingeniero sénior de Mediatek.
Su corporación no incurre en esos gastos directamente ni tampoco sus clientes.
Su función es crear el chip y conseguir que sus aliados estratégicos saquen los lotes necesarios de producción. Un modelo escalable que los vuelve mucho más asequibles.
Mediatek trabaja con unas 200 compañías chinas de componentes de hardware para asegurarse de que el chip será compatible con todas las partes del celular.
Una relación que construyó durante sus primeros 16 años de existencia en el mercado electrónico, y que empezó con routers , televisores y DVD.
Su entrada al mercado de los teléfonos inteligentes era tardía y debían ofrecerle algo distinto al mercado para ganar terreno.
“Para ser sinceros, teníamos que ofrecer algo especial, porque estábamos entrando tarde”, cuenta el director de ventas corporativas de Mediatek para Latinoamérica, Russ Mestechkin.
Para diferenciarse, no se limitaron a crear chips sino que comenzaron a recomendar el hardware que le acompaña: fabrican el celular completo y lo dejan a disposición de sus clientes.
A grandes compañías como Lenovo, Alcatel y Acer, el modelo las ha capturado. A otras que fueron pequeñas, como Xiaomi Technology, les ayudó a crecer en el enorme mercado asiático, uno de los más codiciados en el mundo.
El de Mediatek es un modelo de llave en mano que podría entenderse como una franquicia: el producto se entrega terminado y la marca de celulares solo debe detallar los toques finales y personalizarlo.
Eso le facilita la tarea y les ahorra los costos de diseño y de pruebas de compatibilidad. Con todo listo, se dedican a su verdadero negocio, que es agregar valor y vender.
Es algo que, para el dueño de una de las franquicias más destacadas del año por la revista Entrepreneur , Tariq Farid, deben comenzar a entender todas las empresas, pero principalmente las franquicias.
“El punto de la tecnología es hacer la vida fácil, así que los franquiciados pueden centrarse en hacer crecer su negocio en vez de hacer crecer la gestión de su negocio”, dice Fariq.
Los resultados
Aunque muy por detrás de Qualcomm, su rival directo que se queda con el 25% del pastel del mercado de los chips para celulares en el mundo, el crecimiento de Mediatek es acelerado. Mientras el de Qualcomm en el 2014 fue de un 11%, el de Mediatek alcanzó el 23%, según cifras de la empresa.
Su éxito es tal que, en tan solo en dos años, la corporación logró robarse una porción del mercado del 15%, según datos proporcionados por Strategy Analytics al primer cuatrimestre del 2014.
La plataforma tiene una lógica interna compleja y una estructura que necesita un soporte difícil de obtener en el corto plazo.
“No es tan fácil para otros. Nosotros nacimos así, tuvimos el mismo modelo desde el día uno”, explica el gerente general de Ventas Internacionales, Finbarr Moyniham.
Contar la historia
Los medios especializados en negocios y economía que reportan sobre el éxito del modelo lo consideran uno de los secretos mejor guardados de la industria tecnológica.
Eso acabó hace poco menos de un año, cuando la compañía decidió, por fin, comenzar a mercadearse a lo interno, con réditos desde ya en medios internacionales de prestigio como Forbes y Business Insider.
“En gran parte es gracias al sistema en el chip (SoC de Mediatek) que el precio promedio de un smartphone caerá de $314 a $267 en el 2018”, reza un artículo de Business Insider, basado en datos de la firma de proyecciones IDC.
Su reto ahora es ganarle la batalla a Qualcomm en Estados Unidos, uno de los mercados más difíciles de conquistar, pues las operadoras de telecomunicaciones les exigen una serie de requisitos para ingresar al país que se toma hasta dos años completar.
Es una necesidad cada vez más urgente, pues el crecimiento del mercado chino comienza a desacelerarse en la medida en que se vuelve maduro.
Según cifras de IDC, el primer cuatrimestre de este año los envíos de celulares se contrajo en un 4% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Es la primera vez en seis años que se contrae su crecimiento y eso reta a los fabricantes asiáticos a moverse a otros destinos. Mediatek le apuesta a Indonesia y a India.
Su campaña titulada “Everyday Genious (un genio cotidiano) pretende que en unos años cada persona del mundo pueda tener, como sus empleados, el tenedor en una mano y el celular en la otra.