Para la segunda mitad del 2025 se espera que los siete operadores que participaron en la subasta de frecuencias para redes de quinta generación (5G) tengan las bandas de frecuencias disponibles y desplieguen su servicios en esta tecnología. Hay retos a superar, empero.
Están los desafíos institucionales para el despliegue de la infraestructura y programas para reducir la brecha digital, así como en cobertura, acceso y precio. Pero hay un mayor desafío.
El principal reto es aprovechar soluciones y aplicaciones a nivel productivo y empresarial para agricultura de precisión, automatización en la manufactura, pago electrónico en transporte público, telemedicina y educación en línea.
“La gran promesa de 5G es habilitar el entorno productivo y soluciones para diferentes sectores empresariales”, dijo José Pablo Rivera, director de comunicaciones de Liberty.
“5G no es 4G más una generación agregada“, dijo Andrés Oviedo, vicepresidente de la Cámara de Infocomunicación y Tecnología (Infocom). “Lo que esperamos es que se maximicen los beneficios de la tecnología en el sector industrial”.
Rivera y Oviedo participaron en el foro “5G: las posibilidades y los retos de las nuevas redes y servicios” realizado por El Financiero con el patrocinio de Coopeguanacaste y Liberty publicado en YouTube este jueves 20 de marzo.
A nivel global hay más de 340 redes de 5G desplegadas, de las cuales 15 se ubican en América Latina. Todavía son redes en proceso de maduración.
Según Deloitte, para el año 2030 la nueva tecnología generaría hasta $3,6 billones en ingresos para la cadena de valor y hasta $13,2 millones de beneficios en 2035 a nivel global.
Eso será producto de la mayor eficiencia operativa, la reducción de costos, la capacidad de innovar con nuevos productos y servicios, la automatización, la digitalización de procesos industriales, el aumento de la productividad y mayor competitividad. El éxito de 5G proporcionará, además, una base sólida para las futuras redes 6G.
Sin embargo, Deloitte adviernte que todavía en Latinoamérica las redes 5G no alcanzan su máximo potencial debido a los desafíos existentes.
¿Se parte de nada?
La promesa de desarrollos a nivel productivo vino con las redes anteriores. Existen, de hecho, aplicaciones en 4G como el pago electrónico en buses, taxis y pequeños negocios que utilizan el móvil como datáfono. También hay proyectos de agricultura de precisión.
Los operadores móviles Liberty y Claro también habilitaron servicios de prueba de 5G en el Gran Área Metropolitana (GAM) para servicios móviles a usuarios y ensayos de concepto a nivel corporativo.
Más operadores entrarán a escena para comercializar servicios de 5G, como Coopealfaroruiz, Coopeguanacaste, Coopelesca, Coopesantos y Ring Centrales CR a nivel regional.
Estos operadores esperan la ratificación del Poder Ejecutivo a los resultados de la subasta de espectro radioeléctrico, realizada por la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), y el refrendo a los contratos de la Contraloría General de la República.
A los servicios que ofrecerán los siete operadores en 5G se suman los del Grupo ICE. Radiográfica Costarricense S.A. (Racsa) desplegó un servicio 5G para hogares en el GAM y un sistema biométrico de acceso y análisis de datos en el Parque Industrial del Este.
La expectativa es que todos ellos cumplan las promesas de velocidad, cobertura, acceso y reducción de la brecha digital.
En el caso de la velocidad, con 5G teóricamente se alcanza hasta 1,7 Gbps. Sin embargo, en los países latinoamericanos donde funcionan estas redes, las velocidades llegan a 400 Mbps. Eso se debería a la cantidad de usuarios conectados que comparten las capacidades de la red en una misma zona.
Otra situación a considerar es la capacidad de los enlaces internacionales y de las redes de transporte y distribución locales que conectan las radiobases. Por eso son clave las facilidades de despliegue de la infraestructura que brinden las entidades públicas, en particular las municipalidades.
Aún así, 5G es 18 veces más que 4.5G LTE y los usuarios podrán descargar en segundos películas de dos horas (en 4G se tardan varios minutos) o jugar en línea sin problemas. Según Oviedo y Rivera, la experiencia será mucho mejor también para conexiones remotas del personal de las compañías.
Los operadores consideran que, con las bandas elegidas en la subasta, se podrá cumplir con la cobertura exigida en los carteles del concurso, al tiempo que la competencia de operadores y la demanda de dispositivos de 5G facilitarán precios competitivos y que faciliten el acceso de los usuarios.
“Si retrocedemos a hace unos 10 años, que fue cuando iniciamos los despliegues de red de 4G en el país, los costos de los dispositivos terminales eran mayores”, recordó Rivera. “El mercado se encarga de ir desarrollando dispositivos a menores costos”.
Lo mismo ocurriría en las aplicaciones corporativas. Pero los costos de los sensores, cámaras y otros dispositivos de Internet de las cosas (IoT) ya son “relativamente” bajos. ¿Por qué? “Lo que interesa es el servicio de datos”, explicó Oviedo.
Brecha digital
La Sutel insistió, en el momento de la subasta en enero anterior, que el diseño planteado en el cartel se enfoca en lograr la cobertura, llegar a zonas rurales y otras comunidades con problemas de conectividad, y atacar la brecha digital. ¿Será así? ¿Cuándo será?
“Esperamos que, apenas tengamos el visto bueno de las autoridades y el refrendo de los contratos, en algún punto a inicios del próximo semestre empecemos a desplegar la red 5G con mucha celeridad”, dijo Rivera.
El despliegue de las redes 5G y la disponibilidad de frecuencias en la segunda mitad del 2025 también permitirá mejoras en la infraestructura y los servicios de 4G, por lo que los usuarios de esta tecnología también experimentarán conexiones de mayor nivel. Hay más planes en proceso.
Los operadores instalarán más sitios, en primer lugar. Además, podrán optimizar el espectro a través de una gestión “más eficiente” de las frecuencia. Incluso tendrán servicios dedicados a nivel corporativo. Y al contar con bandas para servicios en sitios de alta concentración de personas, centros de población y grandes extensiones se abarcará todo el abanico de necesidades. Las preocupaciones son otras.
Se espera que, a nivel de las instituciones públicas a cargo, se habiliten las condiciones y la política pública para que toda la población pueda aprovechar la tecnología.
“No vamos a lograr nada si llevamos 1 Gpbs o 1.7 Gpbs de velocidad a una comunidad, pero no hay conexión ni infraestructura interna en la escuela o los estudiantes no tienen equipos. Eso es parte de las tareas que quedan pendientes”, advirtió Oviedo.
En ruta a 5G
