En el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) no solo hay una larga lista de tareas pendientes, prioritarias y urgentes.
Lo que más hace falta es que la rectoría de este sector alcance la credibilidad, el liderazgo y la visión necesarias para retomar y ejecutar las acciones que demanda la industria y, en especial, que demanda una economía y una sociedad cada vez más conectada.
“No ha habido un liderazgo fuerte en el sector, aunque no dudamos de las intenciones de los jerarcas que han pasado”, dijo Fabio Masís, director ejecutivo de la Cámara de Infocomunicación y Tecnología (Infocom).
Así, será clave la idoneidad en la escogencia del nuevo jerarca del Micitt y del viceministro de Telecomunicaciones, cargos vacantes desde mediados de abril, y de los directores de espectro, concesiones, tecnologías digitales y evaluación y mercados, cuyos nombramientos vencieron el pasado jueves.
Débil y desenfocado
Desde 2008, la rectoría de telecomunicaciones –por ley corresponde al ministro– pasó por dos ministerios (primero el de Ambiente y Energía; luego Micitt) y seis jerarcas.
La estabilidad de haber tenido solo tres viceministros en siete años se quebró con la crisis que llevó a la destitución de Allan Ruiz, junto con la ministra Gisela Kopper, por parte del presidente Luis Guillermo Solís.
En su primera etapa, la rectoría avanzó, sobre todo, en la apertura de la telefonía móvil, la estructuración del Viceministerio, la definición del primer Plan Nacional de Desarrollo de las Telecomunicaciones (PNDT) y del Plan Nacional de Banda Ancha, y del cronograma de transición a la televisión digital.
Más recientemente, se logró el establecimiento de las bases para el segundo PNDT, la reelección de Costa Rica en la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT, perteneciente a Naciones Unidas y que se encarga de este tema a nivel global) y la realización del diálogo regional de gobernanza de Internet, realizado hace dos semanas en el país.
Son los resultados de una rectoría que, sin embargo, tenía una estructura en formación y con pocos recursos, y que simultáneamente fue perdiendo su escaso músculo político bajo la sombra de ministros y gobiernos que no le dieron importancia suficiente.
“No ha existido claridad, por cuanto el liderazgo que corresponde por ley no ha sido asumido con la fuerza y el conocimiento técnico requerido”, dijo Luis Carlos Chaves, presidente de la Cámara de Tecnología de Información y Comunicación (Camtic).
Finalmente, el Viceministerio se enfocó en atender tareas administrativas, con una agenda cargada y con escasa coordinación con el regulador, la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), para la implementación de buena parte de los proyectos.
“Llevamos ya siete años desde que se promulgaron las leyes sectoriales de telecomunicaciones”, recordó Juan Manuel Campos, socio de Ciber-Regulación. “Si bien existen los elementos principales para el ejercicio de la rectoría, se puede concluir que una buena parte del tiempo transcurrido se lo llevó la curva de aprendizaje y la consolidación de las instituciones”.
Manejo político y conocimiento
La preocupación está centrada en la cantidad, la urgencia y la complejidad de tareas que deben ser implementadas.
Dejar que solo el viceministro las atienda ya no es opción.
“La rectoría debe ejercerse por un jerarca con conocimiento y capacidad de manejo político demostrada, dispuesto a asumir como prioridad máxima el sector”, advirtió Hannia Vega, quien fue viceministra de Telecomunicaciones del 2008 al 2012.
Una de las trabas para avanzar anteriormente ha sido el excesivo temor a la judicialización de los procesos.
Tanto para Campos, de Ciber-Regulación, como para Elías Soley, director del área de telecomunicaciones de Soley Saborío & Asociados, este es un riesgo que puede darse, pero que debe evitarse para que no impida la adopción de las decisiones.
“Las empresas no ganan con litigar”, dijo Soley. “Es importante que las autoridades y los agentes de derecho privado convivan en un ecosistema de telecomunicaciones que promueva la competencia y considere la judicialización como un último recurso”.
Esto implicará avanzar en las tareas y procesos pendientes con mayor capacidad de diálogo con la Sutel, con las empresas, con los usuarios y con la sociedad civil mediante foros que favorezcan la toma de decisiones con mayor objetividad y transparencia.
Los espacios para escuchar a los diferentes actores deben ser complementados con la capacidad para distinguir el grano de la paja y tomar decisiones oportunas. Pero no es una labor para dejarlo a las jefaturas intermedias.
Camtic insiste en que será indispensable el involucramiento político del más alto rango, pues reiteran que se trata de un sector y de temas donde son trascendentales el conocimiento técnico y el liderazgo.
Infocom coincide en que la habilidad política es necesaria, junto al conocimiento técnico, si se quiere concretar las metas en materia de telecomunicaciones.
Asunto de competencias gerenciales o no, para los sectores es claro que la rectoría de telecomunicaciones deberá salir de la timidez que caracterizó el periodo antes de la apertura y asumir el rol y el peso político que urge para que el país no se quede rezagado.
Lista de pendientes
1
Plan Nacional de Desarrollo de Telecomunicaciones: El Micitt había elaborado un borrador que recibió 135 observaciones y que quedó en el despacho de la otrora ministra Kopper.
2
Declaración de competencia efectiva: La industria reclama la lentitud para declarar mercados en competencia efectiva en sectores donde claramente hay una dinámica competitiva y variedad de actores.
3
Despliegue de infraestructura: Se debe avanzar en solución de conflictos con gobiernos locales y empresas de electrificación regionales para despliegue de torres celulares y redes de fibra óptica.
4
Ley de Radio y Televisión: Sectores señalan la necesidad de modernizar la ley de 1956 con un proyecto respetuoso de la libertad de expresión y de ejercicio del periodismo, que no regule contenidos.
5
Televisión Digital: Se debe avanzar en la transición de la televisión análoga a la digital, que implica la modernización de las televisoras, la preparación de la población y el desarrollo de servicios adicionales.
6
Plan Nacional de Atribución de Frecuencias: Es uno de los pendientes —derivado de la falta de Plan de Telecomunicaciones— es la actualización de la regulación y asignación eficiente de espectro.
7
Concesión de bandas para telefonía móvil: Está pendiente la concesión de 70 MHz en telefonía móvil, para atender parte de la demanda en datos móviles, y para mayor equilibrio entre operadores.
8
Adecuación de títulos habilitantes: El proceso de actualización de títulos habilitantes a concesionarios de frecuencias también es uno de los procesos inconclusos y con escaso avance.
9
Plan Nacional de Banda Ancha: Derivado del Plan de Telecomunicaciones, se debe actualizar el plan y las metas para impulsar la banda ancha, incluyendo la definición de velocidades mínimas.
10
Fonatel: Es un tema de agenda conjunta con Sutel y que requiere agilizar y mejorar la implementación de los proyectos para reducir la brecha digital, especialmente en zonas con más dificultades.
11
Tarifas de Internet: Quedó estancada la definición del modelo de tarifas para Internet móvil, entre las propuestas de cobro por descarga y tarifas planas basadas en velocidad de conexión.
12
Otras tareas: Los sectores tambien señalan pendientes en definir un plan de gobierno digital y de compras públicas, así como la introducción del 0800 en el Plan Nacional de Numeración.
Fuente Infocom, Camtic, Soley Saborío & Asociados, Ciber-Regulación y Hannia Vega.