Si bien la industria de telecomunicaciones resintió el débil crecimiento económico de los años anteriores, el mercado empieza a mostrar síntomas de madurez y los indicadores apuntan a una mayor competitividad y dinamismo con diversidad de ofertas comerciales y paquetes de servicios.
Las estadísticas de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) muestran que los ingresos totales se estancaron en el 2019, el año de la crisis fiscal, y cayeron en el 2020, con la pandemia. Solo Internet fijo y televisión por paga aumentaron su efectivo en el 2020.
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En suscripciones de telefonía fija y voz por Internet (VoIP) se mantuvo la tendencia de disminución de clientes y también cayeron las suscripciones de telefonía móvil y televisión por paga. El único servicio masivo que creció fue Internet fija, reflejando —junto con el aumento del tráfico de datos— la demanda desde los hogares durante la pandemia.
“Después de 10 años de apertura, el mercado de las telecomunicaciones ha entrado en la etapa de madurez, donde las suscripciones llegan a un punto máximo y tienden a desacelerarse. Esta desaceleración de suscripciones llega a afectar directamente al mercado en donde los ingresos se estabilizan o se reducen”, explicó Walther Herrera, director de mercados de Sutel.
La reducción de ingresos en general y de suscripciones en varios de los servicios refleja también los cambios de consumo (más streaming que televisión por paga), el impacto de la situación laboral en el país y los esfuerzos en tarifas, planes, paquetes y promociones de los operadores, incluyendo acceso a Internet sin gasto de datos móviles.
Isaac Vargas, de la unidad de productos y servicios de telecomunicaciones del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), argumentó que en telefonía móvil prepago hay una disminución del ingreso promedio por usuario desde 2016 de un 40%, atribuido a estrategias de retención de clientes mediante duplicación de saldos que no generan ingresos.
El ejecutivo apuntó también a varios fenómenos del mercado móvil: usuarios que mantuvieron líneas móviles de varios operadores y terminaron definiéndose por uno, así como el comportamiento de los “cazadores de promociones” en prepago, que estarían inflando las bases de suscriptores y que después deben depurarse.
En Internet fijo y televisión por paga el Instituto habría aumentado sus suscriptores, pero la cuota de mercado disminuyó levemente. “Es producto de un mercado altamente competitivo”, confirmó Vargas.
Los cambios en el mercado son más profundos, sin embargo. Desde hace uno o dos años se subraya el paso de clientes de prepago a postpago, la mayor demanda de datos móviles y conectividad, y tarifas decrecientes.
“En el corto y mediano plazo esto es muy beneficioso para los usuarios, tienen acceso a más y mejor conectividad y a un mejor precio, lo cual ocurre tanto en pospago como en prepago pero efectivamente deviene en una presión financiera y un reto para la sostenibilidad de las inversiones presentes y futuras”, dijo José Pablo Rivera Ibarra, gerente de regulación, comunicación y relaciones institucionales de Telefónica de Costa Rica.
Claro indicó que las inversiones en infraestructura para incrementar la red y el lanzamiento de nuevos productos le permitieron mantener su base de clientes y la estabilidad en los ingresos.
Mayor competencia
En medio de ese panorama, de acuerdo al reporte de Sutel sobre el 2020, el Herfindahl e Hirschman Index (HHI, por su sigla en inglés) muestra una menor concentración (y por ende, una mayor competencia) en los diferentes mercados, lo cual también se estaría reflejando en menores tarifas.
“La principal razón de esta disminución obedece al gran esfuerzo que hemos realizado con el desarrollo de más y mejores ofertas comerciales a los costarricenses, lo que ha permitido mayores opciones de elegir”, afirmó Carlos Ríos, director de Claro Costa Rica.
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La menor concentración ocurre por la reconfiguración de las participaciones de mercado, mayor equilibrio en las cuotas de participación con la disminución del operador incumbente (el ICE) y el crecimiento de los otros operadores, como en telefonía y datos móviles, y una dinámica más competitiva en televisión por paga e Internet fijo.
Ningún operador cuenta con poder de mercado suficiente como para subir los precios y que no le afecte. “Con tales niveles de competencia, los operadores deben innovar en su oferta y esto termina beneficiando al usuario”, recalcó Rivera, de Telefónica.
La fragmentación y competencia es más evidente en el mercado de televisión de paga, con nuevos servicios de contenido y un cliente más decidido sobre el canal de entretenimiento que utiliza.
“La concentración disminuyó producto de operadores emergentes, de una oferta más diversificada y competitiva, donde los clientes cuentan con una amplia gama de oportunidades que lleva a los operadores a buscar nuevas formas de atraer suscriptores”, sostuvo José Gutiérrez, gerente de regulación, comunicación y relaciones públicas de Cabletica.
Para atender la demanda (por las nuevas formas de hacer negocios, trabajo y educación virtual) los operadores debieron incrementar su infraestructura y capacidades en servicios de banda ancha, lo que se reflejó en el incremento de suscriptores de Internet fija.
En televisión por paga los operadores lanzaron nuevos servicios para intentar cumplir con las expectativas de los suscriptores, como en el caso de Cabletica y Tigo.
A pesar de la disminución de suscriptores, los ingresos de televisión por paga aumentaron debido a las estrategias de profundización del consumo con paquetes y plataformas de entretenimiento, que implican que el cliente vaya más allá del servicio básico de canales.
Desde el punto de vista regulatorio, los mercados minoristas de telecomunicaciones fueron declarados en condiciones de competencia con la consecuente eliminación de los controles tarifarios y la configuración de distintas ofertas y estrategias comerciales. Queda pendiente la telefonía fija, pese a la competencia de los servicios VoIP.
Rivera apuntó también en la necesidad de que el Estado facilite las condiciones de inversión mediante reglas simplificadas para la instalación de nueva infraestructura y esquemas razonables de asignación de nuevo espectro, entre otras.