Nueve años están en las espaldas de Impesa, una de las empresas de financial techonology (tecnología financiera, conocidas como fintech) en el ámbito costarricense. En ese periodo han desarrollado la aplicación Monibyte, que permite a los usuarios controlar el gasto mediante tarjetas de crédito y débito, o Layla, una plataforma de chatbot para entidades financieras, entre otras.
A ellas se sumó a finales de abril CryptoWallet, una nueva funcionalidad de Monibyte mediante la cual se podrá almacenar, comprar y vender criptomonedas, en la que es la primera aplicación con esta característica hecha en Costa Rica. Ahora, Impesa pone sus ojos en los mercados latinoamericanos con el fin de robustecer su presencia en la región.
Tras la actividad de lanzamiento de CryptoWallet, EF tuvo una conversación con Mario Hernández, CEO de Impesa, con el foco puesto en el panorama de la industria fintech en Costa Rica.
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El Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) inauguró el Centro de Innovación Financiera (CIF), muy enfocado en fintech. ¿Cómo valora esa iniciativa?
—Me parece un buen inicio. La única parte que me quedó debiendo es que es un centro sumamente consultivo y las opiniones no son vinculantes, entonces eso significa que lo que diga el CIF no necesariamente va a hacerse. Creo que el tener ese canal abierto le permite a una industria que está naciendo, como la fintech, tener un canal de comunicación con el Conassif, el Banco Central y los reguladores.
¿Cómo visualiza el ecosistema fintech en Costa Rica actualmente?
—Está creciendo de una forma saludable. Hay un buen ecosistema, buen conocimiento, buenas bases. Tenemos todos los ingredientes para una buena receta: alta penetración de Internet y dispositivos móviles, alta bancarización y conocimiento de las personas en uso de Internet.
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¿Cuáles son los principales aportes de este sector para la economía costarricense?
—El segmento fintech creo que puede traer beneficios al país desde dos puntos de vista: generación de empleo e inversión. Impesa, por ejemplo, ha traído al país más de $8 millones de inversión y hemos generado empleos. El único tema que hay que tomar en cuenta es que los inversionistas necesitan un crecimiento grande y Costa Rica no nos da eso. Lamentablemente muchos se han ido a países grandes porque los nuestros todavía son pequeños. Hay que trabajar en eso.
Usted dice que en las instituciones hay conocimiento, pero al mismo tiempo han mantenido una posición fría y el Banco Central se ha desmarcado de las criptomonedas. ¿Hace falta más involucramiento o regulación?
—Yo creo que están haciendo las cosas bien. La posición de ellos es de una tolerancia vigilante. Es básicamente dejar que la industria se desarrolle y asegurarse de que, una vez que empieza a nacer, ponerle los controles para que no haya una afectación en seguridad, estafas, etc. Pero hay que dejar que el chiquito nazca, empiece a gatear, a caminar, antes de cortarle las posibilidades de crecimiento. Detrás del desarrollo y la innovación viene la parte regulatoria.
¿La falta de una ley fintech es un obstáculo o no es necesaria?
—En los países donde han sacado una ley fintech se ha retrasado el proceso de innovación, como México. Porque ponen un montón de requisitos que muchas empresas no pueden cumplir entonces no las dejan prosperar, ni siquiera nacer. ¿Es necesaria? Yo creo que no. Lo he manifestado en varios foros, incluso en uno en el Banco Central, donde yo les dije que, si había que regular algo, eran tres cosas: que la empresa fintech se asegure de tener medidas de antilavado de dinero, ahí no se puede escatimar; en la seguridad de la información, uno no puede abrir una fintech en el garaje en servidores locales porque hoy te hackean y te roban la información; y el tercero, que no esté haciendo intermediación financiera, porque si no sería un banco.
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Siendo un mercado pequeño, ¿qué otras características tiene Costa Rica que son apetecibles?
—Hay que trabajar en un paquete de incentivos, temas de impuestos; zonas francas ayuda pero todavía hay muchas trabas. Hay que facilitar la vida a los inversionistas. Aparte de eso, todos los ingredientes están.
Viendo el contexto de las fintech, apostando por la innovación, las criptomonedas también. ¿Cuál es el futuro que le espera a la banca tradicional?
—A ver, yo creo que los banqueros tradicionales tienen que entender lo que está pasando y el problema es que no están entendiendo el cambio fundamental que puede pasar. Si las empresas como Walmart o Starbucks hoy día empiezan a aceptar cripto, todos esos fondos no van a estar en los bancos, van a estar en una billetera. Creo que los bancos tienen que comprender porque están en riesgo de que su industria sea interrumpida.