El camino elegido por la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) para determinar la competencia efectiva en los mercados locales, y con ello liberalizar las tarifas, no convence. Es criticado por lento y hasta enfrenta un recurso en contra interpuesto por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
La Sutel había anunciado que el proceso –dividido en cinco etapas– estaría listo al final del 2015.
Mientras a los operadores les preocupa –desde diferentes trincheras– la parsimonia, el ente regulador se antrichera en la necesidad de ejecutar el proceso establecido en una resolución del 1.° de junio anterior (la RCS-082- 2015) y de completar tres estudios.
El primero –adjudicado el pasado 30 de julio– es una encuesta nacional para valorar “la sustituibilidad entre servicios de telecomunicaciones”. Aquí se contrataron servicios estadísticos para una encuesta a hogares con el propósito de analizar el acceso y uso de los servicios de telefonía móvil, fija e internacional, y el acceso a Internet móvil y fijo.
El segundo es un estudio comparativo de mercados internacionales, para cuya adjudicación se recibieron las ofertas el 4 de agosto pasado.
Este bechmarking internacional facilitaría a la Sutel comparar los indicadores internos y tener referencias de otros países “con igual y superior grado” de desarrollo del sector de telecomunicaciones.
Así, se tendría una referencia de la evolución, el comportamiento y el grado de competencia del sector de telecomunicaciones para evaluar la situación local.
Para ambos estudios, se tiene un presupuesto de ¢98 millones.
El tercero es el análisis final del mercado. “La Sutel no contratará ninguna empresa para que realice este estudio, sino que lo ejecutará con personal propio”, dijo Gilbert Camacho Mora, presidente de la Superintendencia.
Todo esto pese a que el mismo regulador reconoce que hay cambios en el sector. Es una transformación que evidencian sus mismas estadísticas –publicadas durante dos años consecutivos– sobre la cantidad de operadores, clientes y cuotas de las compañías en telefonía móvil, Internet, televisión por paga y líneas dedicadas.
Ya antes la Sutel había contratado en el 2014 a Telecommunications Managemente Group Inc. para que revisara el documento donde se proponía la metodología de análisis de competencia efectiva, según se detalla en la misma resolución RCS-082-2015.
Los operadores están ansiosos por que se declare la competencia efectiva en sus mercados, ya que les permitiría fijar los costos (se elimina el actual modelo de tarifas máximas) y las estrategias para innovar en sus paquetes de ofertas. La intervención del regulador se daría solo cuando se presenten situaciones abusivas.
Más dinamismo
Claro, ICE y Telefónica coinciden en que el mercado cambió y que por esa razón la Sutel debe actuar con más dinamismo.
¿En qué dirección?
Claro indica que hay una “obligación” adoptada por el Estado costarricense en los tratados internacionales, ratificada en la Ley General de Telecomunicaciones, de establecer el modelo de competencia efectiva.
Insiste en que ningún operador puede obstaculizar ese modelo, en referencia al recurso del ICE contra la resolución de la Sutel del análisis del mercado.
“Las condiciones para la competencia efectiva corresponden a una obligación adoptada por el Estado de Costa Rica como prerrequisito de la apertura y la dominancia del ICE en todos los mercados relevantes, incluyendo el de roaming internacional, no es un condicionante para el cumplimiento de dicha obligación”, dijo Víctor García, gerente de asuntos regulatorios de Claro.
Telefónica pide que el análisis sea más ágil, en especial en lo que respecta a las tarifas y con independencia de si hay uno o dos operadores dominantes.
Para esta firma la fase inicial de transición ya fue superada y las cifras de penetración móvil prueban que el mercado tiene la madurez necesaria para que se declare que existen condiciones de competencia efectiva.
“Estamos hablando de avanzar en la dirección que la ley plantea”, dijo José Pablo Rivera, gerente de regulación de Telefónica.
El ICE, por su parte, trata de alterar la visión de que es el operador dominante y – temiendo las limitaciones, y los costos adicionales que eso implica– quiere que se les dé esa calificación también a Claro y Telefónica por su presencia en el mercado de la región.
Incluso señala que si la Sutel se basa en el control de instalaciones esenciales debería declarar como dominantes también a los otros operadores, siguiendo la misma lógica con la que procedió a rechazar la adquisición de Telecable por Tigo en abril pasado.
Esas son las razones que esgrime en su recurso contra la Superintendencia. El Instituto afirma que no es posible decir que todos los operadores tienen las condiciones para competir en el mercado de telecomunicaciones.
“Es de vital importancia para la salud y adecuado desarrollo de la competencia, que el análisis inicie por los mercados mayoristas y no por los minoristas, como pretende la Sutel”, dijo José Luis Navarro, director de relaciones regulatorias del Instituto.
Reconocimiento
En la resolución RCS-082-2015 donde define la metodología para el análisis del grado de competencia efectiva en los mercados de telecomunicaciones la misma Sutel reconoce:
Que existen indicios “positivos de evolución y crecimiento del sector de telecomunicaciones” que indican que el nivel de competencia de los mercados ha mantenido una tendencia creciente, lo cual es validado por diversos hechos.
Entre esos hechos se cita que se ha autorizado a más de 100 nuevos operadores y proveedores desde el inicio de funcionamiento de la Sutel.
Además, los nuevos operadores aumentaron número de usuarios y cuota de mercado; además, los ingresos en el sector crecen y casi todos los servicios tienen más suscriptores.
Fuente Sutel, Resolución RCS-082-2015.