La demanda de servicios de Internet de alta velocidad se disparó obligando a las empresas de televisión e Internet por cable a acelerar la migración de las conexiones al hogar a fibra óptica, con enlaces simétricos (igual capacidad de subida y bajada de datos) y asimétricos (más para descarga).
Algunos de los operadores venían en el proceso de migración de HFC a fibra óptica al hogar (FTTH, por sus siglas en inglés) desde hace algún tiempo, pero este atípico 2020 cambió los planes.
“Desde hace dos años iniciamos con un proceso de transformación de servicios de HFC a servicios en fibra. Luego de la pandemia del COVID-19 el escenario cambió y hay una mayor demanda por servicios de mayor prestación”, explicó Edward Herrera, gerente de infocomunicación de la Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos (Coopelesca).
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La oferta de servicios de FTTH incluye a operadores como Coopeguanacaste, Coopesantos, Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), Fibra en Casa, Intellum, Cable Cartago, Junta Administrativa del Servicio Eléctrico de Cartago (Jasec) y próximamente a Cable Pampa en Guanacaste.
La diversidad reta especialmente al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) que ofrece velocidades asimétricas con el argumento de basarse en el uso de Internet en los hogares, pues argumentan que prevalece la descarga que la carga de datos.
La entidad brinda el servicio en una red que combina fibra óptica y cable de cobre; esta última no permite la simetría de velocidades de Internet. Aún así, se reconoce la necesidad de mejorar los atributos de su portafolio.
“Trabajamos en una nueva oferta de planes de Internet que tendría una simetría optimizada”, adelantó Isaac Vargas, jefe interino de la unidad de productos y servicios de telecomunicaciones del ICE.
Por partes
Los operadores cuentan con redes de fibra óptica a nivel de transporte y distribución, brindan enlaces de fibra óptica a nivel de empresas (desde pequeñas a grandes) y a nivel de hogares realizan instalaciones con cables coaxiales bajo el modelo Hybrid Fiber Coaxial (HFC).
Para la migración de HFC a FTTH a nivel residencial, cada uno sigue su ruta.
Cabletica realiza instalaciones de fibra óptica en nuevas zonas de cobertura (en noviembre en Guápiles y Naranjo), en nuevos condominios del Área Metropolitana (ya lo brindan en algunos de Heredia y Sabana) y en sitios donde las compañías de electrificación cambian postería (no se pueden usar las redes existentes y de una vez se realiza la migración).
En Cartago se instala FTTH a través de la red de Jasec y también realizan conexiones de HFC según cobertura y disponibilidad técnica.
La empresa no diferencia los servicios de fibra óptica de los coaxiales ni en precios ni en su mercadeo. “La estrategia es brindar la misma calidad y experiencia en diferentes infraestructuras”, reiteró José Gutiérrez, gerente de regulación, comunicación y relaciones públicas de Cabletica.
La firma también adelantó que se analiza el aumento de la velocidad de subida, aprovechando que hay un mayor uso de servicios digitales (en lugar de los analógicos) que dejan espacio en la red.
Coopelesca, por su parte, ya ofrece servicios simétricos de FTTH en los cantones de San Carlos, Sarapiquí, Río Cuarto y algunos distritos de San Ramón, con una cobertura del 60% de la población en la región. Durante lo que va del 2020 se han convertido de HFC a FTTH el 10% de los enlaces de suscriptores actuales. No se quedarán ahí.
El próximo año duplicarán las migraciones y esperan extender el servicio a la totalidad de la región. El 100% de los suscriptores contaría con el servicio en un plazo de cinco años. La red brinda servicios de hasta 200 Mbps, pero tiene capacidad hasta para 1 Gbps.
Coopelesca ofrece también los equipos que se requieran los clientes a nivel empresarial y doméstico, como routers, cableado estructurado, computadoras y televisores inteligentes, con opciones de financiamiento.
Al gusto
El cliente también puede escoger servicios con velocidades distintas o simétricas, según sus necesidades y presupuesto.
Telecable inició en 2019 la reconstrucción paulatina de la red para migrar a sus clientes a FTTH y brindar velocidades de 500 Mbps y más. Para este 2020 el operador definió tener una cobertura de fibra óptica en al menos 20 comunidades del país.
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Los accesos de fibra óptica están disponibles en San José (norte, este y sur), Santa Cruz, Nicoya, Nandayure, San Juan de Poás, Tucurrique, Paraíso y Chomes, entre otros. En lo que falta del año se habilitarán en San Ramón, Palmares y Pérez Zeledón.
“Así se continuará hasta alcanzar el 100% de cobertura nacional”, afirmó Ronald Jiménez, director comercial de la unidad residencial de Telecable.
Los clientes pueden optar por un enlace de FTTH “a un precio muy competitivo, el cual no representa un incremento relevante” respecto al servicio de HFC, y por servicios simétricos o asimétricos.
Por ejemplo, en la actualidad un servicio de 30 Mbps (con 3 Mbps de subida) tiene una mensualidad de ¢20.950. Con fibra óptica la opción asimétrica (con 10 Mbps de subida) tiene una tarifa de ¢32.850 y la simétrica (30 Mbps de subida y de bajada) de ¢36.750.
El de 300 Mbps (con 5 Mbps de subida) tiene una tarifa de ¢69.990. En fibra óptica el asimétrico (con 30 Mbps de subida) cuesta ¢82.950 y el simétrico ¢96.950.
Al igual que el ICE, la firma Millicom (que ofrece sus servicios con la marca Tigo) tendrá que revisar su oferta.
Tigo cuenta con una red híbrida de fibra óptica y coaxial con tecnología Docsis 3.0 para brindar “altísimas velocidades”. Actualmente ofrece conexiones de fibra óptica a empresas (hasta 100 Gbps) y a nivel residencial se brindaría “a mediano plazo”.
“Los planes que teníamos para este y los próximos años han variado debido a la situación económica y de pandemia que se está viviendo a nivel mundial”, argumentó Daniel Mizrachi, director de tecnología y operación de Tigo.
El ejecutivo explicó que la firma se orientó a atender las exigencias de sus 800.000 hogares suscritos, lo que incrementó los costos operativos. Al mismo tiempo, sus ingresos disminuyeron tanto por descuentos aplicados como por la contracción de la demanda de sus servicios.
La migración y los ajustes en las velocidades de las conexiones Tigo los realizará “de acuerdo con las necesidades de los clientes” y según sus patrones de consumo, aunque la firma admite que analiza el “caso local” y los movimientos en la región y a nivel global.
“A pesar del cambio de hábito de uso del servicio que hemos visto durante este periodo, sigue siendo completamente asimétrico en el hogar”, recalcó Mizrachi.