La inteligencia artificial (IA) empieza a utilizarse y a convertirse en un avanzado asistente en los hospitales y universidades de medicina en Costa Rica para la atención de pacientes y para capacitación de estudiantes en esta profesión.
También se está recurriendo a androides de última generación y a la realidad aumentada.
En el caso de la IA, por ejemplo, con una radiografía, tomografía computarizada (TAC), resonancia magnética o ultrasonido, el algoritmo del sistema recrea la imagen en forma tridimensional (3D).
Ahí el médico observa hasta el mínimo detalle para detectar situaciones desconocidas, confirmar diagnósticos anteriores y decidir la intervención o tratamiento a seguir.
“Esta tendencia hace la medicina más segura, más económica y más rápida”, recalcó Christian Blanco, decano de la facultad de medicina de la Universidad de Iberoamérica (Unibe).
La Unibe tiene desde hace un año con una plataforma de IA desarrollada por un consorcio sueco-japonés. Además, cuenta con robots de simulación.
La IA también se utiliza en el Hospital La Católica, mientras en la Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed) hay un centro de simulación con androides y el Hospital Clínica Bíblica anunció que introducirá estas tecnologías, incluyendo un simulador 3D con realidad virtual, “en un futuro cercano”.
“De momento se están realizando inversiones en mejorar la tecnología de manejo de imágenes médicas que sirvan para estas tecnologías”, aseguró Kenneth Rojas, coordinador de la dirección médica del Hospital Clínica Bíblica.
En la Caja Costarricense del Seguro Social y el Hospital Metropolitano respondieron que no hay proyectos con estas tecnologías.
Las inversiones de los hospitales y universidades van desde $20.000 en soluciones puntuales como los chatbots que se usan para la atención de clientes, hasta más de $100.000 en los robots de simulación.
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Recreación
Con la imagen en 3D, el sistema de IA puede mostrar el detalle de una lesión de huesos, un tumor, la distancia de los órganos o la presencia de gases.
El médico sabrá así lo que encontrará y determinará si solo se requiere una incisión o si la gravedad del caso hace innecesaria una operación quirúrgica.
El principal beneficio para el paciente es, aparte del diagnóstico más exacto, que se evita cirugías invasivas, dolorosas, riesgosas y de larga recuperación.
La plataforma también realiza recomendaciones de tratamientos, pues aprende de otros casos.
En el caso del sistema que tiene la Unibe se alimenta de datos de una red global que integra a otros centros de Canadá, Europa, Suramérica y Asia.
En la red no se comparte información de los pacientes, según la normativa de confidencialidad y privacidad de los datos personales.
La imagen se puede profundizar para realizar observaciones a nivel de piel, músculos, órganos y esqueleto, según se requiera.
Hasta el paciente puede verlas y conocer su situación.
La facilidad de la plataforma es tal que en una sala de cirugía la pantalla se coloca de manera horizontal y los especialistas observan las imágenes que les ayudarán en la intervención quirúrgica.
La Unibe puso este sistema a disposición –sin costo– de los centros hospitalarios del país para diagnósticos. Al mes se reciben hasta 15 casos en promedio.
El Hospital La Católica posee equipos que incorporan patrones de inteligencia y robótica. Es el caso de un angiógrafo, un equipo especializado para realizar cateterismos cardiacos.
“En un futuro no muy lejano, la inteligencia artificial será aplicable en muchos entornos médicos y de atención clínica de pacientes”, dijo Oscar Eduardo Sánchez, vocero del Hospital La Católica.
La firma Fuxion, con sede en Perú y con oficina de servicios en Costa Rica, había anunciado en setiembre anterior que utilizará –en alianza con Cognitiva– el sistema de IA de IBM, Watson, para realizar diagnósticos de riesgos de enfermedades.
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Entrenamiento avanzado
Aparte del avance en IA, los hospitales y las universidades como Ucimed y Unibe están incorporando nuevas generaciones de androides.
Los robots para simulación se utilizan a nivel local desde hace casi una década para entrenamiento, capacitación y formación de personal médico.
Los nuevos vienen con sensores, redes neuronales, materiales y diseños más avanzados.
Con estos robots se recrean los síntomas de presión arterial, vómitos, temperatura u cualquier padecimiento y se simulan cirugías, extracciones de orina y exámenes de endoscopia o colonoscopia.
En la Unibe se cuenta con un androide –se llama Irene– que puede simular un parto y con el cual se puede entrenar a los médicos en prácticas para evitar la depresión postparto o la violencia obstétrica.
La Ucimed también acaba de incorporar simuladores de realidad aumentada en oftalmoscopia (para examen del fondo o parte posterior del ojo).
En la realidad aumentada se combinan imágenes físicas y virtuales.
Todavía se debe explorar más con el uso de la realidad virtual para entrenamiento. En esta tecnología se utilizan imágenes y acciones generadas con informática.
María Calvo y Pablo Guzmán, coordinadora del centro de simulación y rector de Ucimed, respectivamente, destacaron que los simuladores preparan a los estudiantes de medicina y farmacia a enfrentar escenarios de alta complejidad en un futuro con pacientes reales.
Además, en esas situaciones, podrán brindar atención con mayor seguridad.