Jorge Bonilla Ramírez salió del trabajo que tenía en un banco estatal para tener su propia oficina de contabilidad. Vio una oportunidad para desarrollar software a hoteles y restaurantes, dejó la primera desarrolladora a sus socios y después fundó su propia firma tecnológica en este campo: Seven Suite. Nada de eso le fue fácil.
"Se ha invertido más de $1,5 millones desde el inicio a finales de los años 90 hasta hoy", estimó Bonilla.
Contador de profesión, ingresó al Banco Nacional de Costa Rica en 1986, con el sueño de llegar a la auditoría y hasta encabezarla. Tenía claro que para lograrlo le tocaba escalar. Empezó como digitador de cheques, luego fue oficial de cuentas corrientes y al poco tiempo pasó cajas.
Tenía de cajero seis años cuando, con otro compañero de universidad, inició un despacho de contabilidad, que se denomina Asesoría Tributaria Internacional. En ese momento estudiaba contaduría pública, se casó con Liceth Arana y necesitaba aumentar sus ingresos. Decidió, entonces, salirse del banco y dedicarse por completo a la oficina.
Durante tres años Liceth asumió la sostenibilidad del hogar, con su trabajo en el banco, pues Jorge recibía una tercera parte menos de lo que ganaba antes.
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Pedidos y nuevo negocio
Cuando empezaron a ganar clientes surgió una oportunidad a la que no se resistió.
En esa época algunos de sus clientes compraron computadoras a una firma estadounidense, que traía los equipos de segunda mano a bajo precio y luego se retiró del mercado, cuando vendió todo su stock.
Los clientes de contabilidad le solicitaron ayuda. Bonilla empezó a comercializar computadoras que adquiría con una firma mayorista local. Luego los clientes le pidieron que instalara redes para conectar esos equipos. Y luego un sistema de contabilidad.
Inicialmente negoció con una firma de software llamada Análisis, pero se decidió por desarrollar, con ingenieros propios, un programa en esta área. La cadena de casualidades no concluyó ahí: uno de los clientes estaba implementando un sistema para manejo de remesas familiares en Cuba y se decidió viajar a la isla.
Con ellos como socios, empezó a desarrollar un software para hotelería que conectaba contabilidad, reservaciones, puntos de venta y recepción, basándose en un manual que detalla los procedimientos, estándares, la metodología y las cuentas de este tipo de operaciones. Así nació Integra Hote y el software INN Suite.
El sistema llegó a instalarse en 75 hoteles. En uno de ellos la automatización implicó pasar de 16 a cuatro personas en el departamento de contabilidad. Antes de implementar el sistema, se tenía que procesar muchas operaciones que estaban en sistemas distintos y sin integración.
La desarrolladora expandió su planilla hasta 35 colaboradores.
En el 2007 Bonilla empieza a tener diferencias con sus socios en la desarrolladora y dos años más tarde cede su 40% de las acciones a cambio de las fuentes del sistema. "Era lo que quería", afirmó.
Levantarse, otra vez
Tras dos años de trabajo, manteniéndose ahora con lo que generaba la oficina de contabilidad y con dos informáticos, Bonilla siguió atendiendo a cuatro hoteles de La Fortuna y Guanacaste. Cuando tuvo listo el nuevo software, Seven Suite, empezó a comercializarlo y a actualizarlo.
Por esa época en el Hotel del Sur, en Pérez Zeledón, el software que usaban no terminaba de consolidar o integrar los distintos departamentos. Vieron el programa de Seven Suite y lo probaron.
"Se logró consolidar la contabilidad, alimentos y bebidas (restaurante, cocina e inventario) y recepción", afirmó Jorge Garro Zúñiga, gerente general de Hotel del Sur.
Así, cuando se hace la venta de un producto se tiene el registro correspondiente a nivel de inventario, en recepción para cuando el cliente va a cancelar y en contabilidad. Esto permite el control.
Al inicio el sistema se tenía instalado y actualmente se utiliza a través de la red, lo que facilita el Hotel pueda aprovechar las mejoras y actualizaciones. "Incluso les hemos hecho algunas sugerencias que hemos visto se han implementado", aseguró Garro.
En 2014 Seven Suite migró el software de lenguaje Visual Fox Pro a .Net, ambos de Microsoft, escogiendo una versión para tener el sistema en Web (que permite usarlo en redes locales tipo LAN) y permite trabajar desde multiples plataformas como iOS y Android.
Actualmente se están probando varios módulos a través de Amazon Web Services, para brindarlos como servicio en la nube probablemente en el segundo semestre.
El nuevo software ya no solo tiene los cuatro módulos básicos del anterior programa. Ahora incluye 14 funcionalidades tales como comunicaciones y activos, entre otros.
La firma atiende 55 clientes, la mayoría ubicados en Costa Rica y 10 de ellos en Nicaragua.
Ya está dando sus pasos para ingresar en Camboriú, en Brasil, un sitio turístico donde podrá atender a los clientes apoyándose en una firma aliada. También tiene en la mira el mercado de pequeños restaurantes y hoteles de Florida, Estados Unidos.
Por supuesto, en los planes está desarrollar aplicaciones móviles para automatizar la operación en ese tipo de negocios.
"No dejamos de desarrollar", dice Bonilla. "Vienen más innovaciones, vamos a habilitar facilidades de biometría y pago sin contacto (con tarjetas o móviles)".