La inteligencia artificial generativa (IA) despierta en Francia preocupación en el sector de la cultura, comenzando por el sector del doblaje, que a menudo trabaja para los países francófonos.
Nos dirigimos a un estudio de doblaje en la región parisina, cuyo nombre omitiremos por razones de confidencialidad. Al fondo de la sala oscura, con las paredes cubiertas por tela azul, una pantalla proyecta extractos de una serie de animación japonesa.
Ante el micrófono se encuentra Bruno Méyère, actor de doblaje en francés para varios personajes. “Puedes ir hasta ‘crudo’ … así, eso, así está muy bien”, aplaude la directora artística Brigitte Lecordier, voz emblemática del mundo del doblaje francófono,
“Soy conocido principalmente por mi voz en los dibujos animados: Oui-Oui y, sobre todo, Dragon Ball”, dice sonriendo esta mujer que es la voz de Son Goku, niño de la legendaria serie de dibujos animados japonesa.
El surgimiento de la IA le ha producido una profunda aprensión. “No estamos contra la IA, pues esta tecnología puede aportar cosas desde el punto de vista técnico y en términos de herramientas”, admite. “Pero estamos muy preocupados. Queremos seguir creando, queremos seguir siendo artistas. No queremos ser reemplazados por una cosa que solo crea en la medida en que primero nos ha robado. Sí, porque roban nuestra voz para generar la IA y también para hacernos decir cosas que no habíamos escogido decir”.
![Un robot representando la IA observa una pantalla en la que se muestra la palabra Prompt](https://www.elfinancierocr.com/resizer/v2/JDGYXOFN3BEYRC35NT2WRU74QA.jpg?smart=true&auth=89db3ec64e295ef1497bd1b4608892645a48a20d1c363827f19c875577e3fd1d&width=500&height=334)
El mundo del doblaje se vio conmocionado por un extracto de la última película de Sylvester Stallone, Armor, en el que la voz francesa histórica del actor estadounidense fue modelada por una IA.
No solo el resultado fue considerado deficiente por el sector, sino que Alain Dorval, la voz francesa de Sylvester Stallone, falleció en febrero de 2024, lo que plantea muchas cuestiones éticas ante los ojos de los actores de doblaje.
La hija de Dorval, Aurore Bergé —actual ministra ministra de la Igualdad entre Mujeres y Hombres y de la Lucha contra las Discriminaciones— reconoce haber dado su consentimiento para una prueba, pero desmiente haber autorizado su difusión.
Acelerar el doblaje
Estos temores de los actores de doblaje son legítimos, nos dice bajo condición de anonimato un profesional del sector que, sin embargo, subraya que la IA puede ser útil para acelerar la preparación y la postproducción.
Incluso para modificar una palabra en caso de error. El desafío económico es considerable para estas empresas, pues en Francia un minuto de doblaje puede costar entre 280 y 400 euros, o incluso más, dependiendo del tiempo que se le dedique.
El tema es muy sensible, ya que se están llevando a cabo negociaciones entre los sindicatos, los estudios, las grandes productoras estadounidenses, los canales de televisión y las plataformas, para dotar a Francia de un marco más protector para los oficios del doblaje en este ámbito. El largo movimiento social de los guionistas en 2023 en Hollywood está presente en todas las mentes.
Peligro: clonaje de voces
En todo caso, ya el volumen de trabajo para algunos actores de doblaje se ha reducido.
Por ejemplo, ya hay menos “maquetas y otros elementos que se grababan y por los cuales recibíamos una remuneración a pesar de que no fueran difundidos, sobre todo en el sector publicitario”, dice Patrick Kuban, miembro de la asociación Lesvoix.fr y de United Voice Artists (UVA), que agrupa asociaciones de 35 países movilizadas en torno a la IA y las voces.
Algunas empresas de IA, con sede en Francia, clonan las voces de los actores de películas de animación, sin solicitar previamente su consentimiento.
“Lo que pedimos es que nuestro trabajo no sea recuperado y que nuestra voz y nuestro rostro sean protegidos. El problema es que hay plataformas en Dubai, Estados Unidos e Israel que se han desentendido del reglamento europeo sobre la protección de datos (RGPD) y proponen en territorio francés libros de audio o servicios de doblaje con voces robadas”, dice Patrice Kuban, haciendo eco a las denuncias que ya ha hecho la intersindical, que participa en las negociaciones en Francia.
Las discusiones avanzan lentamente. Los humanos tienen “una ventaja artística” frente a las IA, que aún son “muy robóticas”, según Patrick Kuban.
Los trabajadores del sector, en todo caso, cuentan con un argumento sólido para hacerse oír en las negociaciones: casi 9 de cada 10 espectadores en Francia ven las películas y telefilms en versión francesa.