¿Qué obstaculiza el avance de las conexiones a Internet de banda ancha? Para el gerente país de la firma Ufinet, Eduardo Palacios, el factor determinante es la falta de infraestructura adecuada en Costa Rica para telecomunicaciones.
No solo son los problemas en las obras viales o en los centros de ciudades y barrios, ni la negatividad de algunas municipalidades.
Son también las dificultades para llevar un enlace de fibra óptica dentro de los condominios o centros comerciales.
“En Costa Rica hay un déficit de infraestructura importante”, recalcó Palacios, en una entrevista con EF. “Eso afecta los precios de los servicios”.
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Ufinet es una multinacional de origen español, que nació a mediados de la década de 1990 en el seno de la compañía de energía Unión Fenosa, la cual ahora es Naturgy.
Inicialmente era la división de telecomunicaciones encargada de la conexión de sus operaciones, hidroeléctricas y subestaciones ubicadas en sitios de difícil acceso.
Pronto empezó a brindar servicios a operadores de telecomunicaciones y, cuando Unión Fenosa ingresó en América Latina en el 2000, Ufinet dio el salto a Guatemala, Nicaragua, Panamá y Colombia. Actualmente tiene presencia en 13 mercados de la región.
“A Costa Rica llegamos a finales del 2010”, recordó el ejecutivo.
Ufinet brinda servicios en el mercado mayorista de telecomunicaciones. Sus clientes son otros operadores, para los que no es sencillo realizar las inversiones exigidas por el avance tecnológico y que deben concentrarse en desarrollar su oferta de servicios al usuario final.
“Ufinet pone la tubería y los operadores el agua”, explicó el ejecutivo.
Compras
En el país la firma tiene su propia red de transporte.
“Creo que es la segunda red más grande el país después de la del ICE y un poco mayor que las que tienen Cabletica y Millicom”, aseguró Palacios.
Inicialmente se tenía a disposición la red de Transtelecom, donde Ufinet poseía una participación del 30% de la propiedad de la fibra óptica.
En 2015 Ufinet adquirió a la firma Redes Inalámbricas de Costa Rica. Los clientes corporativos fueron cedidos a la empresa Redes Integradas Corporativas Limitada.
Dos años más tarde Ufinet adquirió la sucursal local de la compañía panameña RSL Telecom y el resto de la propiedad sobre la red de fibra óptica que poseía Transtelecom.
Con la compra de RSL, Ufinet obtuvo la participación en el cable submarino Maya, ubicado en el Caribe, para establecer la conexión entre Miami, Honduras, Costa Rica, Panamá y Colombia.
“Esa operación sigue operando como si fuera independiente: nosotros le compramos capacidad en el cable submarino”, detalló Palacios.
Actualmente la Sutel tramita una solicitud de autorización para que Ufinet adquiera Super Wireless T.D.T S.A. Esta es la firma propietaria de los derechos de paso de la red de fibra óptica que pertenecía a Transtelecom.
El mercado mayorista fue declarado en competencia efectiva por la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) y ha estado muy animado con varias concentraciones desde hace algunos años.
La empresa Promitel fue adquirida por Lazus y ésta por Columbus en el 2014, la cual a su vez fue comprada por Cable & Wireless en 2015. Finalmente Liberty adquirió a Cable & Wireless en el 2016.
“El mercado mayorista está maduro. Lo que vemos ahora es el proceso de concentración en el minorista”, vaticinó Palacios.
En el país a nivel se dio la compra de Cabletica por Liberty Latin America. También Tigo compró a Cable Zarcero y Cable Max (Cañas). Y Telecable compró una red en Guanacaste de Técnicos de Telecomunicaciones SAL y a Cable Costa, en Turrialba y Jiménez.
El efecto sería una mayor competencia, lo que se estaría demostrando con los movimientos de tarifas en los servicios de Internet y televisión por suscripción.
Palacios considera que la Sutel tiene el poder de evitar que surja un operador dominante, como se vio cuando le negó a Millicom la compra de Telecable. Ahora se estaría enfocando en promover la competencia.
Lo que viene
El mercado se mueve con rapidez hacia aplicaciones de inteligencia artificial e Internet de las cosas, basándose en redes de fibra óptica y de tecnología de quinta generación (5G).
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El imperativo para los operadores es responder a las altas demandas de servicios en hogares y empresas. Pero el despliegue de las redes enfrenta múltiples obstáculos.
“En los hogares ahora se quiere tener toda la oferta de canales y los últimos estrenos. En las empresas se evoluciona a más aplicaciones de nube”, explicó.
Para las conexiones a los cables submarinos en el Caribe únicamente se cuenta con las redes instaladas en la ruta 32 a Limón.
No solo falta una vía alterna. En esa ruta las redes están expuestas a que la maquinaria o los camiones rompan los cables, pues no hay ductos.
“Es un riesgo muy grande que tiene el país”, afirmó Palacios.
El control del ICE sobre las conexiones a los cables submarinos, que le permite establecer el precio para que los otros operadores instalen sus enlaces, también afecta el costo de la conectividad.
Ni las redes terrestres que atraviesan el istmo ni las conexiones a cables submarinos en el Pacífico alivian la situación.
“El problema no es la capacidad de las empresas para desplegar las redes. Eso ya está superado”, reiteró el ejecutivo. “El cuello de botella es la infraestructura”.
Palacios reconoció los esfuerzos del Viceministerio de Telecomunicaciones en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas y Transporte para establecer la obligación de incluir las necesidades para redes de datos en los proyectos de construcción y reparación de vías.
Otro esfuerzo que destacó es el que hace el Viceministerio con las municipalidades para que comprendan que las telecomunicaciones impulsan el desarrollo y la economía local.
También el Colegio de Ingenieros y Arquitectos avanza para reglamentar que los proyectos de construcción contemplen los requerimientos de infraestructura para telecomunicaciones, en especial para acceso en condominios y en centros comerciales.
“En muchos condominios no hay por dónde llevar la fibra óptica a las casas. En muchos centros comerciales hay que colocar la tubería para llevar un enlace a un cliente”, ejemplificó.
En las edificaciones que sí contemplan en sus diseños las necesidades de infraestructura se debería más a la iniciativa del propio desarrollador.
“Como durante muchos años lo hizo, se pensó que el ICE iba a construir siempre la infraestructura. Ahora el mismo ICE tiene dificultades para desplegar sus redes. Eso afecta precio de los servicios”, afirmó Palacios.