El Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) es como un niño que está aprendiendo a andar, pero que pronto lo quieren ver correr.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) ambiciona robustecer los programas del fondo y dirigirlos hacia el aumentos en las velocidades de Internet y promover una alfabetización digital que vaya más allá de aprender a usar una hoja de cálculo en Excel.
Uso de impresoras 3D, Internet de las Cosas, innovación y fomentar conocimientos relacionados con la nueva revolución industrial, son parte de los objetivos que quieren abarcar desde lo que han bautizado como Fonatel 4.0.
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El compromiso del fondo es acabar con la brecha digital para el 2021. De cumplirse la meta para ese año en todo el territorio nacional habrá acceso a Internet.
Para cumplir con esta meta, se establecieron cuatro programas: Comunidades conectadas, Hogares conectados, Centros públicos equipados y Espacios públicos conectados.
Mientras los recursos abultan el fondo han surgido dudas y cuestionamientos acerca de la eficaz ejecución de los proyectos. Entre 2013 y 2017 —según estados financieros de Sutel en su página web— su patrimonio pasó de ¢101.629 millones a ¢206.706 millones.
Los “deseos” del Fondo son claros, pero los resultados son turbios. El mismo Micitt ha señalado las tareas que quedan pendientes año tras año.
¿Pisar el acelerador?
El Micitt es el rector del sector de telecomunicaciones y vela por los lineamientos de política pública que debe seguir Fonatel, y este año decidió que el foco debe estar en el aumento de la velocidad con que se navega en Internet y una alfabetización digital más sofisticada.
Así la velocidad mínima para la conectividad en los hogares en situación de vulnerabilidad pasará a ser de 4 Mbps y de enlace asimétrico.
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Para el caso de los Centros de Prestación de Servicios Públicos, se contempla que la velocidad mínima de acceso y servicio universal sea definida según la cantidad de usuarios para garantizar una buena conectividad.
Mientras que del lado de la educación, la meta es crear Centros Comunitarios Inteligentes (Cecis) donde las personas logren desarrollar habilidades y conocimientos que estén acorde a la demanda laboral, explicó Paola Vega, viceministra de Ciencia y Tecnología.
Con ayuda de los recursos de Fonatel se pretenden crear tres tipos de Cecis: uno que sirva como estímulo para elegir carreras científicas y tecnológicas orientado para niños y jóvenes.
El segundo en donde se instalarán laboratorios de innovación social que estarán dotados de tecnología y conocimientos de la industria 4.0 para resolver problemas de la comunidad. Otros que servirán como laboratorios empresariales y tendrán el objetivo de introducir las tecnologías a los sectores productivos.
“Todo está enmarcado dentro de la Estrategia de Transformación Digital, de cómo transformar los Cecis para que no sirvan solamente para acceder a Internet, sino ir un poco más allá para llevar sofisticación con algunas impresoras 3D, dando cursos que sean más allegados a la cuarta revolución industrial”, explicó Luis Adrián Salazar, jerarca del Micitt.
Más allá de la buenas intenciones, si el historial de Fonatel deja dudas por sus constantes deudas en ejecución, ¿cómo se hará para que la versión 4.0 se convierta en realidad?
Desde el Micitt y la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) afirman que han tenido reuniones constantes para fortalecer sus capacidad de coordinación.
“La idea es que se logre asimilar este concepto con acciones específicas. Cuando hablamos temas de transformación y gobierno digital depende del esfuerzo de todas instituciones", añadió Salazar.
Prioridades de Fontel 4.0 |
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Aumento de velocidades de acceso a Internet: Sutel realiza análisis técnicos y financieros para aumentar las velocidades en los programas: Comunidades Conectadas, Hogares Conectados y Centros Públicos Equipados. |
Aumentar la capacitad de conexión Internet de Cecis: Se pretende brindar una mejor conexión en estos espacios para la instalación de laboratorios de innovación, capacitación y empresariales. |
Red Educativa del Bicentenario: La rectoría lidera una comisión integrada por diversos actores involucrados como el Ministerio de Educación Pública y se trabaja en definir el diseño técnico de esta red. |
Alfabetización digital: Está definido como el sexto programa de Fonatel y el objetivo es brindar capacitaciones en temas avanzados de digitalización y tecnologías emergentes. |
Fuente: Sutel. |
A media máquina
El fondo se estableció por ley en el 2008 y se estableció tres años después con la primera subasta de espectro radioeléctrico a los operadores privados. Desde ese momento, se han gestionado proyectos con variados niveles de eficiencia.
En mayo del 2017 Fonatel anunció el concurso para su programa Espacios públicos conectados y al finalizar ese año no se había instalado ni una sola de las 515 zonas digitales de conexión gratuita a Internet.
No es el único proyecto que quedó pendiente para el 2018. Hasta octubre del 2017 solo se había ejecutado el 55% de los $29,4 millones presupuestados para proyectos del fondo, cuyos recursos se gestionan mediante un fideicomiso con el Banco Nacional. Entre ese mes y diciembre anteriores el avance esperado era de apenas 2%.
Las limitaciones de la capacidad de ejecución de Fonatel ya habían sido advertidas en setiembre del 2016 por la Contraloría General de la República, en un informe que cuantificaba a esa altura una implementación de apenas el 3%.
Al volver a ver más atrás, el 2017 también comenzó con pendientes en los proyectos. Al terminar ese año solo se había ejecutado el 70% de los egresos.
Las cifras Fonatel corresponden a una tendencia de comportamiento que se repite en el tiempo: los ingresos siempre superan los gastos. Así se demuestran en sus estados financieros.
El rosario de alertas no son ignoradas por el Micitt, de hecho la misma institución ha señalado faltas como carencia de estados financieros auditados, dudas con respecto a la distribución del dinero para proyectos, vacíos de información y falta de claridad de zonas de cobertura.
“Estamos esperando el informe del segundo semestre del 2018 y validar el proceso que ha tenido Fonatel. Por ley ellos tienen que mandar cada seis meses el informe”, acotó Salazar.
El impacto directo para los habitantes es que existe un atraso en las metas para llevar conectividad a las zonas vulnerables.
A esto se le suma que el mercado de telecomunicaciones de Costa Rica no invierte al nivel de otros países en la región, ni en términos absolutos ni relativos, lo que ha causado que el despliegue de redes sea insuficiente para cubrir todo el territorio bajo criterios de calidad, según datos del 2017 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
La iniciativa de Fonatel 4.0 requiere de inversión, ejecución y proyectos que sean palpables por la población. ¿El Fondo será capaz de correr en la era digital?