¿Cuántas veces le ha sucedido que necesita trasladarse solo para firmar un documento?
Presas, ajustes en la agenda, filas y tramitomanía son momentos que muchos viven con tal de validar su gestión.
Justamente esas son las situaciones de estrés con las que la firma digital quiere acabar.
Con una tarjeta que tiene un pequeño chip insertado y un lector que se conecta a la computadora, el usuario puede validar sus documentos.
Actualmente el 2,32% de la población mayor a los 18 años cuenta con su certificado digital, según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Todavía faltan esfuerzos para que esta herramienta sea adoptada por más personas, pero no es un panorama tan oscuro. Aunque ha sido a un ritmo sigiloso, la firma digital avanza.
Promulgar los beneficios de la herramienta, asignar mayores recursos al desarrollo de aplicaciones y capacitar al personal técnico dentro de las instituciones, son parte de los retos que tiene el país para fomentar que las personas firmen digitalmente.
LEA: Entidades de Gobierno operan CompraRed y Sicop para compras públicas
De la mano de una opción verde
¿Por qué optar por la firma digital? Porque estimula el ahorro de papel, evita el uso de vehículos y por ende ayuda a la reducción de emisiones de dióxido de carbono.
El término de certificación digital se remonta a un proyecto de ley presentado por el Ejecutivo a la Asamblea Legislativa en 2002.
Fue el 22 de agosto del 2005 cuando el proyecto fue aprobado y en el 2009 se comenzaron a expedir los certificados digitales . Desde entonces ha ido en aumento la adopción.
El BCCR indica que hace siete años se emitieron tan solo 620 certificados, pero para el 2010 esta cifra se disparó a 6.213.La tendencia de crecimiento se ha mantenido, a excepción del 2015, año en el que se registró una leve caída. Para el 2016, el Central espera un repunte que llegue a los 44.632 certificados digitales entregados.
En el país existen 54 entidades que permiten realizar gestiones a través de esta herramienta.
Además, hay 104 aplicaciones disponibles que admiten el uso de estos certificados.
En las instituciones estatales se ha implementado para agilizar trámites entre los mismos funcionarios, como por ejemplo la firma de correspondencia y registro de reglamentos.
El sector financiero también la aprovecha. El Banco Nacional, Banco de Costa Rica, BAC San José y Lafise están entre los que admiten el uso de la firma digital en sus trámites.
Los aires de avance en el sector financiero en cuanto a la firma electrónica se ven venir. Según la Resolución SGF-R-1557-2016 de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), todos los bancos deberán ofrecer la opción de utilizar la firma digital en sus servicios a partir del 2017.
Las municipalidades no se quedan atrás. En el ayuntamiento de Heredia se puede firmar digitalmente para declarar bienes inmuebles, solicitar certificaciones, declaraciones juradas y trámites de usos de suelo.
El viceministro de Telecomunicaciones, Edwin Estrada, explicó que la firma digital es una herramienta clave en el rompecabezas de habilitadores tecnológicos para el desarrollo del Gobierno, el comercio y la banca electrónica.
Ruta de digitalización
Los primeros pasos ya están dados y las entidades que emiten estos certificados se han diversificado y han trabajado en hacer que este trámite sea más rápido de solicitar y de ser entregado.
Ahora las entidades tardan en promedio 15:48 minutos en darle su tarjeta al usuario, mientras que en el 2010 era de 20:09 minutos.
A esto se le suma el crecimiento en el número de oficinas en las que se puede solicitar la firma. Actualmente son 42.
LEA: 11 trámites que puede hacer un emprendedor con la firma digital
Entre ellos se encuentran Banco Nacional, Banco Popular, Banco de Costa Rica, BAC San José, Promerica, Scotiabank, Mutual Alajuela, Instituto Nacional de Seguros (INS), BCCR y Coopeande No.1, entre otros.
La firma digital tiene vigencia de cuatro años y según datos del BCCR el 65,5% de los usuarios renueva el servicio.
Retos a la vista
Si el país quiere continuar con el uso de aplicaciones virtuales que ayuden a despejar las calles, agilizar trámites y ayudar con el medio ambiente, entonces tiene tareas importantes por hacer.
Carlos Melegatti, director de la División de Sistemas de Pago del BCCR, señaló que se debe consolidar la estrategia de emisión, es decir estar preparados para la masificación.
Además, se debe asignar mayores recursos para el desarrollo de aplicaciones que utilicen la firma digital.
De nada vale una infraestructura robusta para facilitar la firma digital si no hay una educación del tema.
Los ciudadanos deben estar informados acerca de los alcances de la herramienta.
El personal técnico dentro de las instituciones también deben estar capacitados para sacar mayor provecho a la firma.
Melegatti añadió que es importante crear una centro de evaluación para garantizar la calidad de las implementaciones y sacar de las organizaciones la complejidad y costos para el desarrollo de la firma.