Tras más de una década como producto estrella de la electrónica de masas, los fabricantes de smartphones buscan en el Congreso mundial de la telefonía móvil de Barcelona (MWC) captar nuevamente la atención de un mercado aletargado, pese a la falta de innovaciones espectaculares.
“2023 será un año difícil”, alerta el gabinete Canalys, después de que las ventas mundiales de teléfonos inteligentes cayeran un 11,3% en 2022 hasta los 1.210 millones de unidades, según la agencia especializada IDC.
Las causas de este panorama hay que buscarlas en la guerra de Ucrania, que disparó la inflación y redujo el poder adquisitivo de los hogares, menos abiertos ahora a renovar sus terminales.
Con unos hábitos de compra que van hacia teléfonos de cada vez mayor gama, algunos fabricantes tratan de contrarrestar estos afectos ofreciendo mecanismos para facilitar adquirir nuevos productos, como por ejemplo recoger el antiguo móvil o permitir el pago en plazos sin gastos, explicó a la AFP François Hernández, vicepresidente al cargo de los móviles en Samsung.
En 2023, los líderes del mercado -Samsung y Apple- siguen sin embargo como los "mejor situados para transitar por las incertidumbres actuales gracias a su dominio de la gama alta", como ocurre con los modelos iPhone Pro del gigante estadounidense o el "segmento premium del nicho" que trabaja la compañía surcoreana con su gama Fold de modelos plegables, pronostica Le Xuan Chiew, analista en Canalys.
Por el contrario, los fabricantes chinos (Xiaomi, Oppo, Honor...) "son vulnerables a los vientos contrarios del mercado internacional y a un mercado interior muy competitivo", añade el analista.
El lanzamiento de los nuevos smartphones, objetos electrónicos convertidos en básicos en la vida cotidiana, no suscita ya la misma atención que en el pasado, influido también por una disminución de las innovaciones tecnológicas espectaculares, como el paso de la 3G a la 4G, la introducción de las pantallas táctiles o la emergencia de nuevos modelos plegables.
“Efectivamente, hay menos innovación de ruptura”, subraya a la AFP Thomas Husson, analista en Forrester. Hay una percepción de conjunto que es relativamente compartida, que señala: “Del Samsung S22 al S23, del iPhone 13 al iPhone 14, no hay un gran salto en materia de innovación’”.
En realidad, "hay innovaciones que se perciben porque destacan y otras que ven menos. Pero, hoy en día, los procesadores o la cantidad de pantallas son mucho mejores que lo que encontrábamos" antes, indica François Hernández de Samsung, citando también la continua mejora de las cámaras de foto.
En un sector continuamente en busca de nuevas fronteras, y a la espera de que surjan nuevos usos permitidos para el 5G, el auge del internet espacial -principalmente con el impulso de la red Starlink de la estadounidense SpaceX- debería favorecer el desarrollo de la funcionalidad "satphone" (contracción de "satélite" y "teléfono inteligente") en los próximos móviles.
Apple ya adelantó a sus competidores integrando la posibilidad de enviar SOS por satélite en sus nuevos iPhone 14.
Xiaomi, Honor, Motorola, Nothing, Oppo y Vivo respondieron, por su parte, anunciando este lunes en Barcelona que "trabajan" con el fabricante de chips electrónicos Qualcom para desarrollar "smartphones con capacidades de comunicación por satélite".
Mientras Samsung invierte $20.000 millones al año en investigación y desarrollo, François Hernández estima que la “próxima frontera” será “una integración todavía más fuerte de la inteligencia artificial” en el ecosistema que interconecta los teléfonos inteligentes con otros aparatos electrónicos (relojes conectados, auriculares....).
"Creo que estamos lejos de haber llegado al final de la historia", apoya el analista Thomas Husson, citando la creciente llegada de los "sensores" a los teléfonos móviles.
“De una cierta manera, el teléfono inteligente ya ha comenzado a convertirse en un sexto sentido y eso puede tomar amplitud (...), lo que deja entrever nuevas experiencias y nuevos servicios”, añade.