El paso a la virtualidad fue improvisado y repentino en marzo de 2020. Ahora las empresas, instituciones y centros educativos pueden planificar mejor de qué forma y con cuáles tecnologías facilitar el trabajo y la educación remota y la presencialidad.
Las empresas, instituciones y centros educativos saben que sus colaboradores, proveedores, clientes y usuarios aprendieron a desenvolverse y a apreciar el funcionamiento en la virtualidad, aunque persisten los retos de cultura laboral, gerenciales y hasta del modelo de negocios y la forma de generar valor.
En las empresas que aprendieron a operar en forma virtual con modelos flexibles no se aprecia un regreso a la situación de prepandemia por la pérdida de competitividad que eso implicaría. Incluso, la virtualidad permite atraer talento de localidades lejanas sin obligar a procesos de traslado y migración que afectan calidad de vida y a las familias..
“Lo tradicional se quedó fuera”, dijo Francisco Vargas Navarro, fiscal del Colegio de Profesionales en Informática y Computación (CPIC).
La disyuntiva es mayor ante el desafío de retener talento y clientes que también prefieren la compra en línea. Si no hay ajustes en el modelo puede ocurrir una pérdida de productividad y competitividad.
“El problema no es el modelo de trabajo flexible”, advirtió Fernán Gallegos, socio de Nework, una firma asesora en este campo. “El problema es que hay ineficiencias en el modelo actual y no se puede esperar que el modelo presencial anterior funcione igual en uno más remoto”.
9 de cada 10 de las firmas tienen colaboradores trabajando de forma remota
— Estudios de Cisco y de PwC en 2021
El Reporte Cisco: Costa Rica Digital 2022 indica que el 90% de las empresas costarricenses implementan un esquema de trabajo híbrido en los trabajos teletrabajables y al menos 60% de las compañías tienen más del 40% de su fuerza laboral trabajando de forma remota, especialmente desde sus hogares.
Un estudio de PwC publicado también al final del 2021 mostró que 89% de las firmas tiene colaboradores trabajando de forma remota, lo que incluye un 17% de empresas que tienen la totalidad de su personal en ese modelo y casi la mitad de las empresas con 25% de puestos en teletrabajo.
Los puestos gerenciales, de supervisión y profesionales operan mayoritariamente bajo la modalidad remota (entre 55% y 91%) y de dos a más días (76%), en contraposición a las posiciones técnicas y operativas.
Para Kathleen Nanne, Jorge de Mezerville y Victoria Scott, ejecutivos de PwC, el principal reto será mantener la integración entre la virtualidad, la agilidad y lo humano, al tiempo que las posiciones de liderazgo deben adoptar nuevas formas de trabajo.
La Encuesta de Tendencias Globales de Capital Humano 2021 de Deloitte indica que el porcentaje de ejecutivos que esperan modificar su enfoque de optimización y rediseño del trabajo del futuro cambió del 29% en la época de prepandemia al 62% en el año anterior.
Recursos
Las empresas, las instituciones y las organizaciones en general aprendieron a utilizar las tecnologías para cumplir tareas y funciones laborales en forma remota. Ante los problemas encontrados, tanto en educación como en las empresas con la virtualidad, la opción es enfocarse en superar las barreras y mejorar los resultados.
El trabajo remoto y los cursos virtuales dejaron de ser una ventaja para las empresas que los ofrecían como beneficio laboral diferenciador. En todos lados las personas se acostumbraron a sus ventajas de la virtualidad y ahora hay mayor presión para desarrollar ofertas que resuelvan las nuevas demandas.
“Esto diverge de la situación prepandémica donde la virtualidad era la excepción”, dijo Ulises Agüero Arroyo, rector de la Universidad Cenfotec. “Muchos ambientes físicos de trabajo serán sustituidos paulatinamente por ambientes virtuales multidimensionales que definirán una sociedad de trabajo diferente”.
El trabajo híbrido y el trabajo flexible son distintos. El modelo hibrido es un proceso para llegar a un nivel superior de madurez”
— Fernán Gallegos, socio de Nework
Lo anterior es consecuente con la tendencia global identificada por Cisco, en la que seis de cada 10 empleados en el mundo tiene la expectativa de trabajar no más de 10 días al mes en la oficina.
Será necesario avanzar en nuevas políticas, procedimientos y tecnologías habilitadoras con plataformas de comunicación, sistemas corporativos y herramientas que también permiten avanzar en la digitalización de las operaciones y servicios a los clientes.
Se deberá tomar en cuenta que en actividades que requieran mayor colaboración se preferirá lo presencial (lo que implica rediseño de oficinas para facilitar la creatividad y la innovación) y para labores operativas se preferirá trabajar desde la casa u otro sitio (lo que obliga a asegurar las condiciones básicas de trabajo remoto y el cumplimiento de las normas).
“Entendemos que la agenda digital no siempre es fácil de asimilar o adoptar por las empresas”, aseguró Luis Carlotti, líder de Cisco en Costa Rica. El Reporte Cisco indicó que en 2022 las empresas darán prioridad a la adopción de la nube, la gestión de la información (big data) y la seguridad informática.
Las herramientas y tecnologías son variadas. Están las aplicaciones y servicios de geolocalización o GPS que inicialmente se utilizan en el control y la seguridad de los vehículos; ahora se convierten en herramientas que brindan datos para optimizar rutas y acelerar el servicio de entrega de los pedidos en línea a los clientes.
“La tecnología en la nube terminará de fortalecerse”
— Gerald Barrientos, gerente del área digital y de analítica de PwC
Las plataformas de comunicación y sistemas de soporte de toma de decisiones (GDSS, por sus siglas en inglés) también deberán agilizar la colaboración y la participación de los grupos de trabajo.
A nivel de gestión de talento se podrán utilizar herramientas de reclutamiento que combinan la virtualidad y la presencialidad, sistemas de evaluación de desempeño para monitorear el cumplimiento de los colaboradores y modelos que impulsen la autonomía y la migración del rol de los supervisores a facilitadores.
Las empresas deberán analizar cómo optimizar tareas mediante facilidades de programación de operaciones en tablas de cálculo, automatización robótica de procesos (RPA), gestión de las relaciones con los clientes (CRM), sistemas ciber-físicos (CPS) para control de objetos y las relacionadas con la gestión y la ciencia de datos para disponer de información.
Los sistemas de realidad virtual y aumentada podrán aplicarse para entrenamiento, reuniones de negocio, y comunicación internas y externas, ofreciendo experiencias más integrales. Se le suman los bots y otras soluciones basadas en inteligencia artificial.
Todas las herramientas se podrán disponer medienta computación en la nube. “La tecnología en la nube terminará de fortalecerse”, anticipó Gerald Barrientos, gerente del área digital y de analítica de PwC.
Las herramientas son solo eso, sin embargo. Juan Pablo Pacheco, gerente de consultoría de Deloitte, indicó que las empresas deben contar con una dinámica que facilite el teletrabajo.
El trabajo híbrido es un paso a la flexibilidad y la autogestión, además. “Son dos cosas distintas, pero el modelo hibrido es un proceso para llegar a un nivel superior de madurez”, dijo Gallegos.