Elon Musk irrumpió en la campaña presidencial de Estados Unidos cuando mostró abiertamente su apoyo a la candidatura del republicano Donald Trump. Ahora ese apoyo se transformó en una inesperada afinidad que va más allá de ser un financiador o consejero.
Trump confirmó esta evolución cuando le encomendó a Musk, hace unos días, la dirección del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). Ahora nacen nuevas dudas sobre cuál es la influencia que ejercerá Musk en el nuevo gobierno republicano.
Mientras se despejan esas cuestiones, lo cierto es que Trump no es el único ganador del proceso electoral, sino que Musk también salió fortalecido.
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¿Cómo queda la figura de Musk?
Desde que se unió a la campaña de Trump, la figura de Elon Musk, la persona detrás de compañías como Tesla, SpaceX y la red social X, ha tomado relevancia. El multimillonario emergió como una figura influyente en la órbita del presidente electo.
Las señales de estos últimos días presagian que Musk tendrá una inesperada y aún desconocida influencia política en el próximo gobierno del republicano.
El triunfo de Trump sobre la demócrata Kamala Harris ya dejó beneficios al empresario. Medios estadounidenses han reportado que el precio de las acciones de Tesla subió más del 12% el miércoles tras la noche electoral en Estados Unidos. Además, la fortuna personal de Musk creció en $15.000 millones desde ese día.
The people of America gave @realDonaldTrump a crystal clear mandate for change tonight
— Elon Musk (@elonmusk) November 6, 2024
Los analistas consultados en diferentes medios coinciden en que Musk podría beneficiarse de diferentes políticas que el gobierno republicado pretende sacar adelante.
Por ejemplo, Tesla podría cosechar ganancias de una administración de Trump, quien aboga por una menor carga regulatoria. Otra de sus empresas, SpaceX, que ya domina el negocio de enviar satélites gubernamentales al espacio junto con la National Aeronautics and Space Administration (NASA), podría ampliar sus contratos públicos.
Esto se suma a que Trump se ha comprometido a reducir los impuestos a las corporaciones.
“Una de las áreas más obvias en la que podría influir para beneficio de sus empresas es en la imposición de aranceles a la importación de productos al mercado estadounidense, especialmente en lo relativo a la importación de vehículos eléctricos”, señaló Miguel Martí, periodista, escritor y profesor de Filosofía y Ética Empresarial en Lead University.
La empresa china BYD superó a Tesla como principal fabricante mundial de esos vehículos y es una fuerte competencia para la compañía de Musk.
“Cuando Trump ejerció la presidencia demostró que no le preocupan los conflictos de interés”.
— Miguel Martí, profesor de Filosofía y Ética Empresarial.
Posible influencia
La influencia de Musk en el gobierno de Trump ya se ha dejado ver. El empresario de origen sudafricano se ha hospedado en Mar-a-lago, la residencia personal de Trump. Algunas fuentes han dicho a medios estadounidenses que ha tenido participación en la conformación del gabinete.
Un caso visible fue la designación de Elise Stefanik como embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Luego de este anuncio, Musk expresó en X su inconformidad con el nombramiento.
“Elise es increíble, pero podría ser demasiado arriesgado perderla de la Cámara, al menos por ahora”, publicó el lunes de esta semana.
No obstante, la señal más evidente de que la influencia de Musk se mantendrá es que el empresario liderará el Departamento de Eficiencia Gubernamental, un nuevo órgano del gobierno estadounidense que Trump creará. El magnate estará acompañado de Vivek Ramaswamy, excandidato en las primarias del Partido Republicano.
Este anuncio despertó dudas sobre posibles conflictos de intereses, en vista de que empresas de Musk tienen contratos gubernamentales.
Aún están poco claras las funciones de este departamento. Trump dijo que “ofrecería asesoramiento y orientación desde fuera del gobierno”. Sin embargo, algunos comentarios previos de Musk dejan ver cuál podría ser el rumbo.
El empresario dijo durante la campaña electoral que propondría una reducción masiva de las regulaciones gubernamentales, de las que se ha quejado durante mucho tiempo.
El CEO de Tesla y SpaceX también ha propuesto un sistema de evaluación que amenaza con despidos a los empleados derrochadores y generosos paquetes de indemnización a los trabajadores gubernamentales despedidos.
Medios de Estados Unidos informan sobre la posibilidad de que Musk ayude a reformar el gobierno o que promueva el recorte de $2 billones de gasto gubernamental.
En otros temas, la influencia de Musk podría llevar a estándares de seguridad más estrictos para la inteligencia artificial, pues el empresario ha advertido antes que el desarrollo desenfrenado de la IA podría ser catastrófico para la humanidad. Su crítica va especialmente hacia la inteligencia artificial general (IAG), la que se encarga que crear software con inteligencia similar a la humana y con la capacidad de autoaprendizaje.
“Creo que si Elon logra que Trump escuche los problemas de la IA, es más probable que obtengamos algún tipo de estándares de seguridad, algo que impida la IAG”, dijo Max Tegmark,científico que ha trabajado con Musk, al diario inglés The Guardian.
Anteriormente, Musk se separó de sus pares tecnológicos y apoyó una propuesta de ley en California que obligaba a las empresas de IA a hacer pruebas de estrés a grandes modelos de IA antes de lanzarlos, un proyecto vetado por el gobernador de California por temor a que expulsara a estas empresas del estado.
También se espera que Musk influya en el marco regulatorio de las “big tech”.
“Estos dos maravillosos estadounidenses allanarán el camino para que mi administración desmantele la burocracia gubernamental, elimine las regulaciones excesivas, recorte los gastos innecesarios y reestructure las agencias federales”, dijo Trump en un comunicado.
En su cuenta de X, Musk ha tornado su discurso más político que nunca. En uno de sus últimas publicaciones, criticó el exceso de gasto público y afirmó que esta es la causa de la inflación.
The excess government spending is what causes inflation!
— Elon Musk (@elonmusk) November 14, 2024
ALL government spending is taxation. This is a very important concept to appreciate.
It is either direct taxation, like income tax, or indirect via inflation due to increasing the money supply. https://t.co/ypG9hm940Z
Musk no ha sido el único empresario tecnológico en mostrar públicamente su apoyo a Trump.
El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, expresó su intención de trabajar con el nuevo gobierno. Mientras tanto, el CEO de Amazon, Andy Jassy, felicitó a Trump por lograr la victoria y también se mostró abierto a colaborar en “temas importantes para nuestros clientes, empleados, comunidades” y para el país.
El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, y el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, son otros que han expresado palabras positivas hacia la elección de Trump, todos enfocados en que EE. UU. mantenga su liderazgo y que existan espacios de colaboración.