Elevar oferta de informáticos requerirá de un esfuerzo adicional en la academia

Ademar Díaz, socio fundador de Grupo Divisoft, dice que si logran el acuerdo para firmar un contrato de implantación del software de BPM –para automatizar procesos– en una empresa de San José necesitaría emplear unos 15 informáticos.

Ya tiene “mapeados” unas cinco o seis personas, pero tiene claro que tanto para contratarlos como para reclutar a otros, deberá saber atraerlos, en especial si apareces ser buen prospecto. “Hay gente calificada, pero hay que competir ofreciendo un mejor salario”, aseguró Díaz.

El 2016 empezó con una buena cantidad de anuncios de vacantes así como de incrementos de planilla por parte de desarrolladoras locales y de firmas internacionales como Intel, Prodigius y Accenture.

La demanda de personal en tecnologías y servicios preocupa al sector, en especial por el desbalance con la cantidad de informáticos que están formando las universidades. Aunque hay claridad en lo que debe hacerse para aumentar la oferta de recursos a largo plazo, el sector no encuentra respuestas satisfactorias para atender las exigencias de talento en el corto plazo.

Otto Rivera, director ejecutivo de la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic), afirmó que no han visto resultados de las iniciativas de generación de informáticos.

Sí han visto frutos en los proyectos implementados con Avancemos, Empleate y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) a raíz de las mesas de trabajo organizadas con el Gobierno y la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado. “Nos hemos centrado en lograr mayor presencia de técnicos”, dijo Rivera.

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¿Cuántos faltan?

Camtic afirma que en el país faltan 8.000 informáticos.

El cálculo surge de un estudio de la oferta y la demanda en el sector que se realizó hace algunos años con cooperación canadiense, que relacionó la oferta de estudiantes de las universidades y la demanda.

La escasez la confirman el Mapeo Sectorial presentado por Camtic el 2015 y los resultados de los estudios del Programa de la Sociedad de la Información y el Conocimiento (Prosic), que pertenece a la Universidad de Costa Rica (UCR), así como del proyecto Costa Rica Specialist (que determinó la demanda de técnicos).

La demanda real podría cambiar dependiendo de las contrataciones que logren las firmas locales e internacionales, que tienen altas expectativas para este año en especial por el crecimiento del mercado de computación en la nube, Internet de las cosas, big data y analítica, entre otras áreas.

Los empresarios locales aducen, además, que la oferta de puestos de las firmas internacionales ubicadas en Costa Rica crea una burbuja salarial que impacta los costos. A esto se une la escasez de personal con nivel técnico.

Rivera alegó que el problema no es nuevo. “Hemos planteado esto desde el año 2000”, afirmó. “Hemos propuesto mejoras curriculares, hemos dado perfiles curriculares y hemos colaborador en esto. Algunas academias los han tomado, otras no. (...) No hemos visto un gran aumento en la cantidad de profesionales en los últimos años”.

En algunos casos la respuesta depende de la comprensión y la voluntad de las autoridades académicas superiores y a nivel de las escuelas universitarias. La principal limitación es de recursos y presupuesto para fortalecer las carreras de informática.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) plantea aumentar 50% de la matrícula para obtener más graduados.

El plan no podría implementarse rápidamente y el sector tampoco percibe una reacción política a favor de esa propuesta, la cual debe plasmarse en políticas públicas para fortalecer la educación en tecnologías digitales.

Sobraron candidatos

Lo que parece no faltar son estudiantes interesados en las carreras de informática.

A la Universidad Nacional (UNA), por ejemplo, llegaron 3.000 jóvenes con interés en estudiar computación. Por la falta de recursos solo se puede admitir a 385 en la sede central en Heredia.

“Somos víctimas de nuestro propio éxito”, afirmó Alberto Salom, rector de la UNA. “Generamos profesionales que son absorbidos prácticamente de inmediato por el sector laboral”.

Las universidades destacan sus esfuerzos para responder a la presión, con programas a nivel técnico, bachillerato, licenciatura y posgrado, y de actualización y especializaciones.

En los planes está la apertura de algunas carreras. Pero, como en el caso de la Universidad Cenfotec, se depende de la agilidad con que sean aprobadas las carreras por el Consejo Nacional Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup).

En lo cuantitativo se plantean también algunas iniciativas, aunque parecen más de cuentagotas.

La UNA abrió la carrera de informática en sus sedes regionales (Liberia, Nicoya, Pérez Zeledón, Coto, Sarapiquí y la interuniversitaria Alajuela), donde tiene 297 estudiantes. Esta cantidad y los de la sede central suman 682 matriculados.

El Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) también incrementó la oferta de cupos de 170 a 282. De este último total hay 162 en las sedes de San José, Alajuela, San Carlos y Limón.

La UCR ofertó para este 2016 un total de 664 cupos, lo que equivale a más del 7% del total de espacios de primer ingreso ofrecidos este año por la Universidad.

Cenfotec, por su parte, anunció un incremento del 50% en su población. “Creceríamos a 1.500 estudiantes a final del año”, dijo Paula Brenes, directora de mercadeo de Universidad Cenfotec.

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Más orientación

Los centros también están planteando iniciativas para atraer estudiantes y orientarlos sobre cuáles áreas tecnológicas seguir.

Por ejemplo, Cenfotec trabajó en el 2015 con 25 colegios y realizó talleres abiertos a las comunidades.

Andrés Marín, director de la Academia de Tecnologías de Información de la Ulacit, dijo que a nivel país es necesario fortalecer los programas que acerquen a los estudiantes a la tecnología desde pequeños.

“Se requiere un trabajo articulado entre el INA, colegios técnicos y universidades para atender a todos los jóvenes interesados en esta disciplina”, dijo Luis Paulino Méndez, vicerrector de docencia del ITCR.

Con algunos centros universitarios, no obstante, habrá que realizar un esfuerzo adicional para lograr una mayor comprensión del déficit del país, en especial para el corto plazo.

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“Si a través de un diálogo informado con actores relevantes en el campo de la informática se demostrara la necesidad de emprender más acciones en ese sentido, ello sería considerado con toda la atención que merece. A la fecha, sin embargo, no nos ha llegado solicitud formal ninguna en este sentido” afirmó , afirmó Bernal Herrera, vicerrector de Docencia de la UCR.