La caída de la posición del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) en el mercado de telefonía móvil contrasta con la que este mismo operador público mantiene en Internet fijo, pero es una señal a la que sus autoridades deberán poner atención.
El fortalecimiento de los servicios y la posición de otros operadores en ambos segmentos crea diferentes trincheras donde avanzará el operador que establezca el mejor abanico de posibilidades para los consumidores, en especial si van de la mano de las tendencias a un mayor uso de servicios de datos y del streaming.
De acuerdo con las estadísticas del sector presentadas este 12 de julio por la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), el ICE (con su marca Kölbi) mantuvo su posición de liderazgo en el segmento de Internet fijo (29,8%) y la cedió en telefonía móvil (cayó al 38,6%), lo que implicó que fuera desplazado por Liberty (que obtuvo el 42,3%).
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La gerencia de telecomunicaciones del ICE respondió: “El mercado móvil está en constante movimiento. Como empresa, impulsamos el fortalecimiento de la oferta comercial de los servicios brindados por Kölbi, dado que este es uno de los motivos principales para la preferencia de los clientes”.
El Instituto sostiene desde 2021 que los datos de prepago entregados a la Sutel fueron depurados, lo que significó una reducción de 41% de las líneas, y que esto no genera impacto en sus finanzas “porque estos servicios no significaban ingresos”. “Tampoco afecta nuestra base de clientes, considerando que las líneas exclusivas no presentaban actualmente tráfico de datos”, reiteró el ICE en ese momento.
El comportamiento de la industria fue contradictorio durante el 2021. De acuerdo con Sutel, para el año 2021 el mercado de telecomunicaciones generó ¢728.269 millones de ingresos, una disminución del 0,01% en comparación al 2020 y la cual sería consistente con el comportamiento de la actividad productiva nacional en general durante este periodo.
Mientras tanto en la telefonía móvil se alcanzaron más de 7,8 millones de suscripciones e ingresos por ¢189.914 millones, lo que representa una disminución del 7,2 % en comparación con el año 2020.
La televisión por suscripción e Internet aumentaron los ingresos. En televisión pagada los ingresos totalizaron ¢167.722 millones, un incremento del 4%, pese a la disminución de las suscripciones. En el caso de Internet, sumaron ¢445.712 millones, un 4,5% más en comparación con el año 2020.
Ventajas heredadas
En Internet fijo la posición del Instituto se explica por la ventaja que lleva respecto a otros operadores en la expansión de su red y de sus servicios de fibra óptica al hogar (FTTH, por sus siglas en inglés), en un mercado que se está volcando a este tipo de conexiones. Según la Sutel, los enlaces de fibra aumentaron al 27,3% del total en el 2021.
Otros operadores como Cabletica (ahora Liberty) y Telecable mantienen, con diferentes ritmos, la expansión de sus redes de fibra óptica y Tigo sigue apostando a servicios de cable módem a nivel doméstico.
“Trabajamos en el fortalecimiento comercial de nuestra oferta dirigida a este segmento, con planes dúos y triples para que nuestros clientes disfruten de la red fija más veloz del país”, respondió la gerencia de Telecomunicaciones del ICE ante la consulta de EF.
El ICE y su marca tienen un posicionamiento histórico en el mercado, desde que la Junta Fundadora de la Segunda República lo creó como su “buque insignia”, al decir de Juan Manuel Campos, director general de Ciber Regulación. Antes de la apertura, con Kölbi, la entidad fortaleció su imagen de cara a enfrentar la competencia.
Existe un apego e identificación con el ICE que le habría ayudado a resistir en esta década de competencia en el mercado móvil y, junto con la extensión de las redes de FTTH en los últimos años, en Internet. ¿Será suficiente en adelante?
“El ICE ha sido históricamente una empresa exitosa gracias al dominio técnico de su personal, en particular para el despliegue y la operación de redes eléctricas y de telecomunicaciones fijas. Sin embargo, el mercado evolucionó de una forma muy diferente”, dijo Gilles Maury, especialista en telecomunicaciones y prospectivista.
El peso del factor político
Por su rol icónico, el ICE está forzosamente en el corazón del debate político y lleva el peso de la politización de los temas de la agenda nacional. El resultado es que no ha podido concentrar sus energías en desarrollar una empresa de punta competitiva, contar con un equipo ejecutivo experimentado y atraer talento externo experimentado.
El peso de las diferencias entre las prácticas de los negocios de electricidad y de telecomunicaciones, más la rigidez de su estructura, inciden en su capacidad de adaptación a la evolución de los consumidores, como cuando sus altas autoridades han cuestionado —en diferentes momentos— para qué requieren más Internet los usuarios.
Campos indicó que el ICE empezó a “hacer aguas” con los problemas gerenciales y financieros, el envejecimiento de la planilla y su encarecimiento, y la falta de cambio generacional. “El claro ejemplo de que en portabilidad numérica el ICE es la fuente de traslado de clientes a las redes de Liberty y Claro es un indicador de que hasta en la política de retención de clientes ha fallado”, aseguró Campos.
El informe de Sutel muestra que el ICE perdió 866.512 suscripciones a través de la portabilidad entre diciembre de 2013 y diciembre de 2021.
La entidad ha tenido dificultades para cambiar su cultura. No basta dominar técnicamente la tecnología. Se requieren destrezas adicionales para seleccionar las mejores opciones y convertirlas en ofertas comerciales atractivas. También se requiere visión y músculo para negociar con proveedores globales, manteniendo la flexibilidad y limitando los riesgos en las inversiones.
La innovación tampoco es su fuerte. El mercado de telecomunicaciones tiene una dinámica donde se alternan las inversiones y la agilidad en la innovación. El ICE, pese a la concentración de las frecuencias de bandas claves para redes de quinta generación (5G), no ha tenido la capacidad para acelerar estos servicios y más bien, como estrategia de defensa, se ha resistido a ceder bloques de espectro que se requieren para lanzar un concurso público en el que participen otros operadores.
En su agenda tampoco están las alianzas con actores complementarios y concretar esfuerzos con otros actores de la región, dominado por cierta prepotencia monopolística. Menos los desafíos que acechan a la industria de telecomunicaciones desde otras firmas tecnológicas, como Amazon, Google, Tesla, Microsoft, Meta y otros, que se apropiaron de los contenidos y poseen las poderosas plataformas de inteligencia artificial que mueven las redes y las nuevas tecnologías.
“Estamos hablando del Instituto Costarricense de Electricidad, no del Instituto Costarricense de Telecomunicaciones”, afirmó Maury. “Cambiar la cultura de una organización es de lo más difícil, y el ICE nunca logró realmente esta transformación”.
El ritmo de la competencia
Con la apertura del sector de telecomunicaciones, el mercado local se dinamizó con servicios, cobertura y facilidades de comercialización que no se habían experimentado antes de 2011. Algunos de los operadores también tuvieron un periodo de adaptación, aprendizaje y, en especial, de posicionamiento.
Movistar (hoy Liberty) empezó a consolidar su tendencia al alza de la operación móvil a partir de 2015 con una oferta que combinó mejoras en innovación, experiencia en red y atención al cliente, lo que le permitió ganar posiciones. Ahora la firma se plantea afianzarlos.
Sutel indicó que Liberty se convirtió en el mayor receptor neto de clientes que trasladaron su número de un operador a otro a través de la portabilidad.
En Internet y televisión por suscripción, la operación de Cabletica (también integrada a Liberty) soportó el embate de Telecable y consolidó la segunda posición. La firma trabaja en robustecer su red y sus planes de Internet fijo creciendo en FTTH y ampliando las capacidades de la red coaxial, así como apostando a la exclusividad de la Copa Mundial de la FIFA 2022 a nivel móvil.
“Estamos presentando una oferta de entretenimiento cada vez más orientada a contenido premium y de consumo, tanto en fijo como en móvil”, dijo José Pablo Rivera, director de comunicaciones de Liberty.
Telecable, por su parte, también apuesta a consolidar su posición. “El informe de Sutel confirma nuestra visión de transformar la infraestructura de conexión a fibra óptica de nueva generación y así ofrecer servicio de internet simétrico”, afirmó Rodolfo Apéstegui, director general de Telecable. “Hemos llevado conectividad de calidad a lugares donde otros no creyeron posible llegar”
Apéstegui destacó que la compañía aportó más del 30% de los kilómetros de red de fibra óptica con que cuenta Costa Rica y su nueva inversión permite brindar velocidades de hasta 500 Mbps, a partir de “un ambicioso plan de sustitución tecnológica”.
Tigo, que subraya la disminución de la televisión por suscripción y la preferencia de los suscriptores al consumo de Internet acompañándolo con contenido vía streaming, también apuesta a las tendencias en las cuales quedan atrás las tecnologías como ADSL.
“La evolución del mercado de Internet fijo es de crecimiento”, insistió Julio Sosa, director de servicios al consumidor de Tigo.