
Costa Rica desarrollará en el 2014 un robot humanoide de cuerpo completo con capacidad para desenvolverse en diferentes ambientes y de apoyar labores humanas.
Se trata del primero en el país y uno de los más novedosos en la región Latinoamérica por su capacidad de impedancia (relación entre la tensión aplicada a un circuito y la intensidad de la corriente producida).
El proyecto se encuentra en la fase de diseño en el Laboratorio de Robots Autónomos y Sistemas Cognitivos (ARCOS-Lab), de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Federico Ruiz, investigador y coordinador de ARCOS-Lab, dijo que a finales de año esperan tener lista la base móvil, un brazo, el torso y la cabeza.
El robot medirá de 1,5 metros a 2 metros y tendrá selectividad de rigidez; es decir, podrá realizar labores como cocinar y sostener un huevo y se desenvolverá en ambientes humanos.
Humanoides en casa

Para que un robot se considere humanoide debe cumplir con la condición mínima de tener brazos y manos y movilizarse en el lugar donde se encuentre por medio de piernas o ruedas.
El proyecto costarricense tendrá brazos y manos y será capaz de manipular objetos y lidiar con imperfecciones.
Se desplazará por medio de ruedas y las piernas quedarán para un proyecto futuro.

La inversión total es difícil de estimar, pues depende de los procesos que se desarrollen en Costa Rica. “Solo para la base móvil del robot podemos estar hablando de una inversión de $10.000 o $20.000 en materiales”, explica Ruiz.
Precisamente la tendencia mundial se inclina por robots que logren atender actividades humanas como limpiar las ventanas, enseñar a niños, entretener a su dueño o simplemente acompañarlo.
Apoyo en el país
En Costa Rica, el tema de inversión en robótica se encuentra desactivado en la agenda de los candidatos a la Presidencia.
Los planes de gobierno no definen un camino claro para los temas relacionados con tecnologías de información y comunicación. Así lo demostró un trabajo sobre las propuestas de los candidatos en el tema de telecomunicaciones y tecnología, publicado por EF en diciembre. (“Tecnología es un tema secundario en la campaña electoral”).
Algunos de los planes mencionan de manera general la necesidad de aumentar la inversión en ciencia y tecnología, y destacan que la innovación debe ser una herramienta que debe fortalecer el país; sin embargo, no especifican cómo lo harán.
Contrario a la propuesta política, el tema educativo es una de las prioridades para actores involucrados en el sector de robótica.
Raúl Trejos, jefe de la Dirección de Fomento a la Ciencia y la Tecnología del Ministerio de Ciencia y Tecnología (Micitt), asegura que una de las mayores necesidades es incorporar la robótica en el sistema educativo.
“Así como se incluyen festivales, instrumentos musicales, etc., debería existir igual esfuerzo a nivel país para desarrollar el tema de ciencia y tecnología, y la robótica educativa es un medio”, dice.
En su criterio, la robótica educativa no solo promueve habilidades técnicas, sino que es la punta de lanza para la nanotecnología, biotecnología, microbiología y otras tecnologías convergentes.
En Costa Rica, los esfuerzos para apoyar al sector se centran en la realización de la Olimpiada Nacional de Robótica y el Robotifest, convocado por la UCR y la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio.
Ambas actividades impulsan la promoción de vocaciones en el área de ciencia y tecnología, justamente carreras con alta demanda de profesionales.
Sin embargo, la educación es solo un paso. Las oportunidades de negocio continúan creciendo y la empresa ABI Research estima que el mercado de robots comerciales recaudará $6.500 millones en 2017.
Las cifras están impulsadas por el interés en robots diseñados para realizar tareas determinadas, con fines recreativos y otros de seguridad y telepresencia.
Escenarios
Espacios donde se desarrollaría:
Mesa de trabajo: el robot humanoide se desenvolvería en un ambiente con humanos con capacidad para desarrollar productos.
Cocina inteligente: el robot tendrá la capacidad de participar en la elaboración de alimentos.
Fuente Federico Ruiz, de ARCOS-Lab.