“¿Por qué sufro bullying si yo no molesto a nadie?”, le pregunta un niño a Compis el chatbot.
Esta y otras preguntas relacionadas con drogas, agresión, delincuencia y maltrato infantil son los temas que se encargará de responder Compis.
Sin tener conocimientos previos de inteligencia artificial ni de asistentes virtuales, 25 niños con edades entre los 11 y 14 años participaron en el proyecto Territorio Bot, iniciativa promovida por Oracle con la cooperación de la Fundación Sifais y la Universidad Cenfotec.
Entre diciembre y enero, el grupo de niños logró sentar las bases de las necesidades que podría atender un chatbot en La Carpio.
En el proceso aprendieron cómo funciona la metodología Design Thinking, que las grandes multinacionales usan actualmente para resolver sus necesidades de forma novedosa.
Tecnología como arma de empoderamiento
El objetivo del programa en el que participaron estos niños y adolescentes es que pudieran ver en la tecnología una posibilidad para crear soluciones.
En tan solo dos días los menores lograron sentar las bases de un asistente virtual que se ganara la confianza de los usuarios para que los auxiliara ante una situación compleja como consumo de drogas, delincuencia y maltrato.
Primero hicieron una lluvia de ideas para identificar los problemas que querían atender y luego con dibujos narraron una historia de la problemática de la comunidad y cómo podría un chatbot ayudar a resolverlos.
Luego del diseño, se contactó a la Unversidad Cenfotec para que el proyecto pasara del papel y cartón a una solución real en un smartphone.
Para dar este paso, era necesario que los universitarios conocieran a los niños y comprendieran su contexto, de esta forma es más fácil llegar a una solución que logre conectar con el público meta.
Los estudiantes de ingeniería de software dedicaron cuatro horas a capacitación, cuatro horas a revisión del diseño de la aplicación y de pruebas con los niños, y finalmente ocho horas a programación.
El mayor de los retos que enfrentaron los estudiantes fue adecuar su comunicación con los niños.
“Los estudiantes son preparados en la Universidad para la toma de requerimientos con clientes adultos. Al tener de clientes a los niños tienen que cuidar el lenguaje, la simpleza de las palabras al explicar, entender lo que los niños se imaginan, y luego tratar de programarlo y convertirlo en una aplicación que los niños quieran y puedan usar”, explicó María Eugenia Ucros, decana académica de Universidad Cenfotec.
¿Cómo puedo denunciar a un vecino que vende drogas? ¿Cómo puedo ayudar a un amigo que sufre bullying? Estas son algunas de las preguntas que le hacen los niños a Compis.
Las respuestas que brinda el asistente tienen que ser claras para que ellos puedan tomar acción sobre sus problemas.
Por esta razón es que además de los estudiantes universitarios, también se acudió a la ayuda de sicólogos para que alimenten con información razonable a la herramienta.
Además, se agregaron números de emergencia como el 9-1-1 y contactos de Sifais para que los niños puedan solicitar ayuda ante una emergencia.
Acercarse a la realidad
“Me sentí muy bien, yo no sabía que era un chatbot hasta que me invitaron al taller”, comentó Jason López, un niño de 13 años que participó en la creación de Compis.
El aporte de Jason en el proyecto se concentró en el tema del maltrato infantil, pues asegura que este problema es el más frecuente en su comunidad.
El papel de los niños se tornó relevante porque aportan sus vivencias, sus realidades, sus necesidades y hasta los peligros a los que se ven expuestos en su entorno. Esto hace que el chatbot ayude a solucionar una necesidad real.
Es una lección que resulta importante incluso para las empresas puesto que uno de los grandes errores al intentar ser creativo es que el emprendedor o empresario comienza a pensar en las soluciones, sin realmente analizar el problema y sin cuestionarlo.
Para replantearse un problema y vivirlo es necesario ponerse en el lugar de los usuarios y generar empatía con ellos.
“Solo estando en la calle se logra entender las necesidades reales de la gente. Hay que vivir igual que nuestro público meta”, es una de las lecciones de Xavi Verdaguer, creador de la agencia Imagine en Silicon Valley.
El acercamiento que tuvieron estos menores con la tecnología es un potenciador de talento y les fomenta el interés por estudiar carreras afines a esta temática.
Ellos pudieron experimentar con inteligencia artificial, la nube y la programación para hacer realidad a Compis.
“A muchos de ellos les cambió el mundo cuando vieron cómo es que se construyen muchas de las cosas tecnológicas que ellos usan”, detalló Fred Campos, gerente de preventas de Oracle Centroamérica.
La herramienta está en fase de prototipado, pero se espera que para los próximos meses ya esté en fase de uso real.
Compis será un chatbot multicanal que estará disponible en Facebook e Instagram.
En los próximos 10 meses, tanto Oracle como Cenfotec le darán mantenimiento con ayuda de los estudiantes que sacarán horas de su Trabajo Comunal Universitario (TCU) para atender al proyecto y así asegurar su permanencia en el tiempo.
El asistente virtual además de responder preguntas también contará con un formulario en donde los usuarios podrán registrar sus denuncias o bien solicitar ayuda. De momento estas solicitudes serán respondidas por Sifais.
“Me pareció muy bien como quedó el chatbot porque se miraba amigable, nos saludaba y si le pedíamos ayuda él nos decía los tipos de maltrato que existen y nos daba ayuda”, añadió López, de Sifais.