Por primera vez en la historia de los mundiales, el arbitraje y sus decisiones estarán atravesados por la tecnología.
Es que mañana cuando se de el puntapié inicial con el partido entre Rusia y Arabia Saudita la "Asistencia por videoarbitraje" (VAR) hará su debut en un campeonato del mundo.
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El VAR Room, el lugar donde se ubicará el asistente de video, asistirá a los colegiados en los 64 partidos del mundial.
En él habrá cuatro árbitros y una quincena de pantallas preparadas para mostrar hasta 33 ángulos de cámara.
"Tener el VAR es una gran oportunidad de eliminar un gran error", recordó el suizo Massimo Busacca, jefe del departamento arbitral de la FIFA.
"El árbitro VAR seguirá el partido en directo, desde la cámara principal. Cuando ocurra algo en el campo, puede mirar rápidamente su monitor, con un retraso de tres segundos respecto al tiempo real", añadió el antiguo colegiado italiano Roberto Rosetti, jefe del proyecto VAR puesto en marcha por la FIFA.
"Los equipos y los jugadores deben acordarse de que tenemos 33 cámaras para que cada mal comportamiento, cada comportamiento antideportivo o simulación, será descubierto", añadió Busacca.
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Incomodidad con la tecnología
Sin embargo, esta tecnología tiene en la actualidad varios detractores. Para el entrenador de la Juventus, Massimiliano Allegri, el VAR se utiliza "en casos en los que las decisiones son subjetivas. Y en mi opinión eso no es bueno para el fútbol".
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"Para mí, el VAR solo debería ser utilizado para los casos objetivos: falta en el interior o en el exterior del área, fuera de juego o no, gol o no gol. En caso de interpretación, creo que es el árbitro el que debe decidir", añadió el técnico italiano.
"No es posible que un asistente de video interprete de forma diferente a otro asistente de video", expresó en la misma línea Christian Heidel, director deportivo del Schalke.
Es en Italia donde las interrupciones se han hecho más largas, especialmente porque los árbitros de campo se desplazan para revisar las imágenes, lo que sus homólogos alemanes hacen menos frecuentemente.
Durante un partido Inter de Milán-SPAL, hicieron falta cinco minutos para decretar (de forma justa) un penal que había sido señalado como falta anteriormente.
Durante la segunda fecha del año pasado, hubo al menos tres partidos en los que el tiempo extra se prolongó especialmente: cinco minutos más en el primer tiempo para el Génova-Juve, siete más al final del SPAL-Udinese y nueve más en el Milan-Cagliari.
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"El VAR no me gusta", lanzó a principio de temporada una voz autorizada como la del arquero Gianluiggi Buffon: "Tengo la sensación de estar jugando a waterpolo. No podemos parar cada tres minutos".
"Esto va a parecer el béisbol en Estados Unidos", insistió su entrenador Allegri: "podemos pasarnos 10 horas en el estadio, hay una acción cada tres cuartos de hora..."
Según Roberto Rosetti, responsable de la implantación del VAR en la Serie A, el sistema permite corregir de media tres errores cada jornada. Pero el periódico Corriere dello Sport contabilizó cinco casos en los que la intervención del VAR resultó errónea.
Hellmut Krug, homólogo alemán de Rosetti, reconoce que "quedan zonas grises, porque son hombres los que actúan, no robots", pero asegura que el acierto de las decisiones "mejora en términos generales".
Karl-Heinz Rummenigge, director del Bayern de Múnich, el VAR "tartamudea un poco, pero es una revolución en el fútbol".