La ley de Moore , que el co-fundador de Intel enunció observando que cada dos años se duplican la cantidad de transistores, se ha mantenido desde 1965, a pesar de tener más de 20 años de advertencias que el límite físico del silicio estaba muy cerca.
Esta “ley” no es una ley como las de la física, sino que ha sido una profecía autocumplida. Muchos ingenieros ticos han sido parte del diseño y manufactura que empresas como Intel han hecho para mantener este aumento.
Hemos llegado a la realidad física que los transistores ya son de la escala de pocos átomos y el costo de producirlos ya no baja exponencialmente. El crecimiento por lo tanto será a través de otras innovaciones complementarias a la industria de los semiconductores.
Nuevos materiales Hay nuevos materiales como el grafeno , que pueden crear un flujo de electrones más eficiente y a escala más pequeña que las opciones de silicio más avanzadas.
Sin embargo, la innovación va más allá de un paradigma de más transistores más eficientes, con opciones como computación cuántica que Google ya prueba y que teóricamente pueden analizar problemas muy complejos aprovechando característica de la física cuántica.
En Suecia también han creado una biocomputadora para resolver problemas utilizando proteínas para resolver cierto tipo de problemas en paralelo consumiendo 100 veces menos energía que el equivalente en silicio. La computación biomórfica usa estructuras como las neuronas del cerebro y así crean una gran habilidad en temas como visión cibernética.
En paralelo innovaciones en wifi pasivo para Internet de las cosas utilizará 10.000 veces menos energía para que miles de millones de dispositivos se conecten inalámbricamente.
El crecimiento exponencial en la computación puede no ser capaz de continuar para siempre, pero a pesar de los límites físicos queda mucho por innovar.